«TENDENCIAS DEL ORIENTE»
Irán recoge los frutos de su resistencia
por Ghaleb Kandil,
Pierre Khalaf
SOCIOS
| BEIRUT (LÍBANO) | 12 DE NOVIEMBRE DE 2013
Por Ghaleb Kandil
Cualesquiera que sean los resultados de las negociaciones
sobre el programa nuclear iraní, la realidad que se desprende de la imagen de
los ministros de Relaciones Exteriores de las grandes potencias llegando
apresuradamente a Ginebra ante las noticias sobre un acuerdo de principio –al
que pudieran seguir nuevas rondas de conversaciones– es que 34 años de bloqueo
y de guerra [contra Irán] han terminado en un durísimo fracaso para
Occidente. La resistencia de los líderes y del pueblo iraní y su determinación
en seguir adelante han vencido todas las conspiraciones.
El
momento en que se toma la decisión estadounidense de reconocer la fuerza y el
poderío de Irán coincide con el abandono por parte de Washington de su proyecto
de agresión contra Siria, ante la determinación y solidez del eje de la
resistencia y de sus aliados, que se oponen al unilateralismo estadounidense. Siria,
Irán y el Hezbollah expresaron su firme decisión de enfrentar cualquier ataque,
conscientes de que toda agresión contra un miembro del Eje de la Resistencia
tiene como objetivo el desmantelamiento de esa alianza.
Gracias al amor del pueblo iraní por su independencia y su
libertad, a la decisión y la habilidad de sus dirigentes, Irán ha logrado
sobrevivir al bloqueo imperialista que le fue impuesto hace más de 3 décadas. Y eso no es todo. Irán ha logrado
incluso crear y acumular enormes capacidades económicas, técnicas, científicas
y militares, que le han permitido hacer su entrada en el club de las grandes
potencias. El reconocimiento de esa fuerza por parte de Estados Unidos
viene a coronar todos sus éxitos ante los complots imperialistas y sionistas,
financiados por Arabia Saudita y por otros países del Golfo. Esos éxitos son
fruto de la decisión de resistir, que se ha reflejado en la alianza entre la
Siria árabe y el Irán islámico, una alianza cuyas bases se establecieron en el
histórico encuentro entre dos grandes figuras hoy desaparecidas: el presidente Haffez al-Assad y el ayatola Khomeiny. El reconocimiento de
la fuerza de Irán por parte de Estados Unidos es perfectamente comparable al
reconocimiento de la China popular por parte de Washington a finales de los
años 1970. Y si el hecho de reconocer el papel y el poderío de la China popular
abrió el camino a una serie de cambios en el este de Asia, el reconocimiento de
Irán abrirá también el camino a importantes cambios en el Mashreq árabe y en la
región del Golfo.
Quienes
hoy se muestran contrariados e inquietos ante el hecho que Washington haya
decidido reconocer las nuevas realidades muestran con ello su verdadero rostro,
en Riad y Tel-Aviv. Son los mismos que a lo largo de décadas basaron sus
propios intereses en las acciones ofensivas y agresivas de Estados Unidos
contra Irán. A esas acciones se dedicaron enormes medios financieros y
militares, así como en materia de inteligencia, con el objetivo de
contrarrestar la estrategia de Teherán
que, por
principio, hizo de la causa palestina y del respaldo a la resistencia en Líbano
y Siria la piedra angular de su política regional. Esos mismos
principios iraníes son los que hoy vemos en aplicación en el enfoque de la
situación en Irak y de las crisis en Yemen y Bahréin.
La
futura relación entre Irán y Estados Unidos debe verse a través del prisma de
una guerra fría regional y mundial. Creer que las negociaciones conducirán a
compromisos globales e inmediatos sobre todos los puntos de desacuerdo sería
hacerse ilusiones. Es evidente que existen divergencias en cuanto a las
prioridades. Washington desea una serie de arreglos que entrarían en aplicación
antes de la retirada de sus tropas de Afganistán, mientras que Palestina sigue
siendo una preocupación fundamental para Teherán. Todas las etapas anteriores
de la confrontación han mostrado la solidez de la posición iraní de principio
en su respaldo a Siria y su negativa a negociar en detrimento de sus
compromisos. Es precisamente esa solidez lo que ha obligado a Estados Unidos y
sus aliados al reconocimiento tácito de su propio fracaso. Los indicios que
confirman el retroceso de Occidente comenzarán a aparecer próximamente, sobre
todo en la medida en que países europeos aliados de Washington envíen emisarios
a Damasco.
La confrontación ha cambiado de forma pero se mantiene la
base misma de la contradicción entre un Irán libre e independiente y sus
aliados, por un lado, y la alianza imperialista, sionista y de los Estados
colaboradores, del otro lado. Esa confrontación se caracteriza ahora por
nuevas correlaciones de fuerza, que favorecen a Irán y sus aliados.
Declaraciones y
posicionamientos
Mohammad Raad, jefe del
bloque parlamentario del Hezbollah
«Nuestro
enemigo está lleno de odio. Al no lograr vencernos frente a frente, trató de
atacarnos por la retaguardia de la frontera oriental, a través de Siria,
utilizando los grupos takfiristas para clavar un puñal en la espalda de la
Resistencia.
Ese
enemigo y todos los que colaboran con él, como las potencias árabes de la
región y las fuerzas políticas en Líbano, estuvieron preparando su arsenal
durante un año y 8 meses de tráfico continuo de combatientes y armas, de
creación en el norte –en Arsal y la Bekaa– de campamentos de entrenamiento de
takfiristas y de entrada de barcos a los puertos del norte [del Líbano], con la
complicidad de ciertas agencias oficiales. Hemos visto como su ex director reveló
su verdadero rostro, el de un jefe de milicia y no el de director general de
las Fuerzas de Seguridad Internas [FSI]. Estas conspiraban con los takfiristas
y los ayudaban a descargar las armas en los puertos, [armas] que las bandas
recogían después en los almacenes del norte y eran introducidas poco a poco en
Siria a través de los puntos de paso de las aduanas por donde se infiltraban
los combatientes. Así quisieron abrir bases hostiles para atacar después a la
resistencia en la Bekaa, luego de haber transformado [la ciudad siria de]
Qousseir en eje de sus acciones hostiles.
Todo
lo que ellos hicieron durante un año y 8 meses, la resistencia lo hizo volar en
pedazos en 18 días. Les volcamos la mesa encima y modificamos la ecuación en
Siria y en la región.
Fueron a Turquía y a otros lugares a aullar de odio. Querían cumplir una misión israelí apuñaleando a la Resistencia por la espalda. Pero la Resistencia los derrotó y aniquiló esa misión.
Intervinimos en Siria para impedir la injerencia de ellos y
su complot contra la resistencia, contra su pueblo, contra sus hombres y sus
éxitos y para proteger el Líbano de sus abusos y sus crímenes. Los crímenes que
estamos viendo en las pantallas de televisión son de su autoría.
A
ustedes les viramos la mesa encima. Así que tengan cuidado y no traten de
hacerlo nuevamente. Nos defendimos y hemos defendido nuestro Líbano con los
medios necesarios para lograrlo. Anden con cuidado y no nos obliguen a hacer
más que defendernos.
No
queremos ser el único el poder de decisión en este país. Pero tampoco queremos
que nos dejen al margen de las decisiones nacionales. Nosotros hemos preservado
y defendido este país. Ustedes han tratado de convertirlo en una cartera que
llevan de un lado para otro. Ustedes quisieron convertirlo en una empresa y en
un montón de intereses para los inversionistas árabes y regionales, a expensas
de los inversionistas libaneses.
Nosotros queremos que nuestro Líbano sea soberano, libre,
independiente y saludable. El centrismo no debe significar neutralidad. No hay
centrismo entre lo bueno y lo malo, entre la justicia y la opresión, entre la
independencia y la ocupación, entre la soberanía y la sumisión. No hay
centrismo que pueda llamarse distanciamiento. Ese centrismo neutro
significa sumarse al bando de lo que es malo, voluntariamente o no. Nosotros
entendemos y representamos el sentido de soberanía, no a quienes negocian la
soberanía mientras gritan sus consignas en las arenas públicas.»
Michel Aoun, líder de la
Corriente Patriótica Libre
«Nuestra
relación con la Resistencia comenzó realmente en 2006 y se consolidó durante la
guerra de julio contra Israel. En aquel momento todo el mundo creía que la
Resistencia sería aplastada pero yo dije lo contrario. Las declaraciones de
sayyed Nasrallah demostraron después el valor que él concede a esa posición y
los chiitas en general nos prueban cada día la importancia de nuestra relación
con el Hezbollah.
Yo
no busco ventajas para mí sino para la patria. Pienso que la estabilidad actual
en el Monte Líbano, en el sur y en la Bekaa se debe en gran parte a ese
entendimiento y beneficia a todos los libaneses, independientemente de que nos
apoyen o no.
El Hezbollah se vio obligado a ir a Siria porque los
combates comenzaban a extenderse al Líbano, a Ersal y Laboué. Así que tenía que
empujarlos lejos de la frontera libanesa. Utilizó para eso una estrategia
preventiva y así ha mantenido la guerra en territorio sirio. El resultado de la
batalla dirá si tuvo razón o no.
La
participación del Hezbollah en la guerra en Siria lo convierte en parte
integrante de la futura solución. Pero eso no quiere decir que va a volverse en
contra de sus interlocutores en Líbano. Yo creo, por el contrario, que la
futura solución favorecerá los intereses de la entidad libanesa (…)
Los
extremistas libaneses eliminarán a los cristianos rápidamente mientras que las
dictaduras lo harán más lentamente. Estuve en Siria en 2008. Entre 2008 y 2011,
hubo una distensión entre los dos países y los maronitas pudieron recuperar sus
raíces. Las relaciones entre los dos pueblos se han profundizado. Ha habido una
verdadera normalización de las relaciones entre los dos pueblos, aunque no
estaban resueltos los problemas políticos. El [entonces] primer ministro Saad Hariri
había emprendido negociaciones para arreglarlos.
Después,
vino la guerra pero esta no es responsabilidad del régimen. Se emprendió la
guerra en interés de Israel y por parte de los países que son aliados de Israel
o de Estados Unidos y que tienen 2 intereses: Israel y el petróleo (…)
Desde
el principio dije que el presidente Bachar no se irá y que la solución de la
crisis está en el diálogo. Estamos a punto de lograrlo y mi consejo a los
sirios es que emprendan el diálogo lo más rápidamente posible.»
Walid Joumblatt, jefe
del Partido Socialista Progresista [libanés]
«Soy
favorable a un compromiso [sobre la formación de un gobierno en Líbano] entre
el 14 de Marzo y el 8 de Marzo, [compromiso] que concedería el tercio de
bloqueo a ambas partes. La declaración ministerial del próximo gobierno debería
incluir la fórmula Ejército-Pueblo-Resistencia y la Declaración de Baabda.
El
Hezbollah cometió un error histórico al enviar hombres a luchar en Siria pero
no ha sido el único en hacerlo. La presencia del Ejército Sirio Libre en Ersal
es negativa.
La
responsabilidad de la crisis en Siria no es solamente del régimen sino también
de los países Amigos de Siria.
La
oposición siria debe participar en la conferencia Ginebra 2 con un documento
político unificado. Lo más importante es restaurar la unidad de Siria a través
del ejército y de la seguridad.
Los árabes deben abrir un diálogo con vista a un compromiso con Irán, sobre todo en caso de que se produzca un acuerdo entre Estados Unidos e Irán. Más vale, para los árabes, ser parte del compromiso si este se produce.
John
Kerry nos llama –desde Arabia Saudita– a que aislemos al Hezbollah en Líbano.
Que comience él mismo por pedirle a Barack Obama que cese el diálogo con Irán.»
Adnane Mansour, ministro
libanés de Relaciones Exteriores
«Yo
representaría al Líbano, a la cabeza de una delegación, en la conferencia
Ginebra 2. No es el 14 de Marzo quien decide ese tipo de cuestiones. Ese grupo
puede oponerse a todo lo que le parezca y hacer los comentarios que quiera.
Pero, a fin de cuentas quien decide son los instituciones y los responsables en
el poder.
El
periodo que va del 15 de diciembre al 15 de enero no es propicio, debido a las
fiestas. La conferencia [Ginebra 2] será, por consiguiente, antes del 15 de diciembre
o después del 15 de enero.
La posición árabe ya no es tan dura como antes porque todos
los países, con excepción de uno o dos, están ahora convencidos de que hay que
parar el baño de sangre en Siria. Pero resulta ingenuo creer que ese encuentro
marcará el fin del presidente sirio Bachar al-Assad.
Iremos
[a Ginebra 2] para hallar una solución política conveniente para todos, si no
¿por qué participaría el presidente Assad? Que nadie se crea que Ginebra 2
pondrá fin al régimen actual, ese encuentro se esforzará por hallar una
solución política.»
Achraf Rifi, ex director
de la Fuerzas de Seguridad Interna [FSI] del Líbano
«Los
incidentes de Trípoli [norte del Líbano] son resultado de un proyecto
irano-sirio cuya aplicación comenzó desde 2004. Pero yo estoy convencido de que
está condenado al fracaso: el Hezbollah ya no goza en lo absoluto de un
consenso nacional, ahora parece un pez que trata de vivir fuera del agua.
Hassan Nasrallah está suicidándose en Siria. Los que hablan de victorias del
Hezbollah lo hacen movidos por el afecto y el populismo. Soy hijo del Estado y
las instituciones, la antítesis natural de las milicias. Si yo estuviese aún en
el cargo, habría mandado a traer a Ali Eid de su casa para que la justicia lo
interrogara. Los servicios de inteligencia tienen pruebas de su implicación en
los incidentes de Trípoli y el Estado tiene que hacer su trabajo. Y si Siria se
inmiscuye, ahí está la ONU para parar todo eso.»
Hechos
El
sitio web NowLebanon, vinculado al 14 de Marzo, reporta el ex primer ministro
Saad Hariri no regresará al Líbano en largo tiempo, aún si quisiese hacerlo,
porque los problemas de seguridad que lo llevaron a salir del Líbano aún se
mantienen.
El
diputado sirio Mohjem al-Sahou, miembro de la tribu de los Bousaraya,
establecida en el este de Siria, fue ejecutado el sábado por extremistas de
al-Qaeda. Había sido capturado a finales de octubre junto a uno de los jefes de
su tribu, vinculado al régimen sirio, Mohanna Faysal Fayyad, luego de violentos
combates en la localidad de Chmeitiyé, cerca de Deir Ezzor. Mohjem al-Sahou fue
ejecutado por el «Emirato Islámico en Irak y el Levante» [EIIL], vinculado a
al-Qaeda. Había sido entregado al EIIL por la Brigada de la Victoria del
Ejército Sirio Libre. Los rebeldes se esfuerzan por tomar el control de la
ciudad de Deir Ezzor y para lograrlo necesitan eliminar primero a los
partidarios del Estado sirio. Es por esa razón que ejecutaron a Mohjem el-Sahou
y masacraron a varios miembros de su tribu.
Ghaleb
Kandil
Pierre
Khalaf
Fuente
New Orient News (Líbano)
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