Elecciones
en Chile deben ser capitalismo o socialismo sustentable
Rómulo
Pardo Silva
El 17 de noviembre, un 95% de
los votos favorecieron la continuidad de la sociedad chilena de empresarios.
De 13 millones de inscritos,
aproximadamente 7 millones no fueron a votar como sí lo hacen regularmente a
sus empleos, compras, celebraciones. La participación de la juventud fue baja.
Aunque hubo fuertes discursos
de descontento y cambio en Chile se acepta abrumadoramente la forma de vida,
convivencia, trabajo y consumo existente.
Según los resultados de la
elección el 25% de los votos apoyó un continuismo conservador y el 70% el mismo
modelo con cambios.
El dominio de los grandes
propietarios es abrumador, la inmensa mayoría los sigue.
Tres candidaturas se salieron
del esquema aunque tampoco fueron claras en un proyecto de socialismo centradas
más bien en críticas y demandas hondas dentro del orden. Su pérdida de tiempo
histórico fue lamentable. Pasada la elección no ha quedado el germen de nada
estructural.
Es la objetiva insostenibilidad
del sistema capitalista la que hace vital que la izquierda impulse un programa
de cambio de civilización a pesar de encontrar un débil apoyo en el presente de
dominio liberal. Aceptando ser minoría, durante un tiempo debe decir
democráticamente que el colapso vendrá y se tiene que constituir una
alternativa humanista.
El agotamiento de los recursos
naturales, la falta de agua, de energía, de tierras de cultivo, el cambio
climático, la preparación de una guerra nuclear, solo dejan la elección
política responsable entre sostenibilidad e insostenibilidad.
Y la tendencia es ser izquierda
del sistema con un lenguaje que se oye popular o revolucionario; sin pueblo a
pesar de evitar defender un socialismo.
Hay que definirse, no engañar;
trabajar con humildad. El optimismo por las movilizaciones sociales no ve que
al final son parte integrante del orden.
Con menos del 3% del electorado,
los izquierdistas son una pretensión intelectual algo altisonante marginal.
La izquierda debe entender que
es el seguro de vida de toda la humanidad, la vida y el medio ambiente si se
declara socialista por la sostenibilidad. Esa es su misión.
Para pensar el capitalismo
están sus políticos.
Uno de ellos, inteligente e
influyente, lo hace, es Zbigniew Brzezinski.
“Un movimiento mundial de
resistencia al control externo impulsado por el "activismo populista"
amenaza con 'desviar' la transición hacia un nuevo orden mundial, declaró el
exconsejero de Seguridad Nacional de EE.UU. Zbigniew Brzezinski.
El estratega político
estadounidense indicó que el ‘aumento en el activismo populista en todo el
mundo está demostrando ser perjudicial para la dominación externa como la que
prevalecía en la época del colonialismo y el imperialismo’.
Brzezinski hizo estas
declaraciones en el marco del Foro Europeo para Nuevas Ideas (European Forum For
New Ideas, EFNI), una organización que aboga por la transformación de la Unión
Europea en un superestado federal, es decir, el mismo tipo de "control
externo" burocrático que Brzezinski mencionó en su discurso. En este
contexto, según el político, la ‘resistencia populista’ podría ser un gran
obstáculo para la imposición de un nuevo orden mundial.” [RT]
La política debe adelantarse a
los cambios de época. Ellos lo hacen. Los socialistas en general no.
Contacto romulo.pardo@gmail.com
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