Nota preliminar de Revista Libre Pensamiento:
Ciertamente, la autoría del escrito que viene a continuación no está clara, pero una cosa es absolutamente cierta, no es del querido Compañero-Presidente de Bolivia Evo Morales Ayma. Se omite la presentación del mismo porque, con franqueza sea dicho, la encontramos vacilante. Un detalle más, el documento en cuestión, está tomado del Libro Almanaque Escuela para Todos del año 2003, según la fuente de donde nosotros la tomamos, y aparece bajo el título "La Carta de la Amargura" y así la dejamos.
“Aquí
pues yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc he venido a encontrar a los que celebran el
encuentro.
Aquí
pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace 40000 años, he venido
a encontrar a los que la encontraron hace solo 500 años.
El
hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a
los que me descubrieron.
El
hermano usurero europeo me pide pago de una duda contraída por Judas a quien
nunca autoricé a venderme.
El
hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses,
aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles
consentimiento.
Yo
voy descubriendo.
También
yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses.
Consta
en el archivo de indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre
firma, que solamente entre el año 1503 y 1600 llegaron a San Lucas de Barrameda
(en España) 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes
de América...
Estos
185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados
como el primero de muchos otros prestamos amigables de América, destinados al
desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de
guerra, lo que daría derecho no solo a exigir devolución inmediata, sino la indemnización
por daños y perjuicios...
…al
celebrar el quinto centenario del empréstito, podremos preguntarnos: ¿han hecho
los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de
los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano
Internacional?
Deploramos
decir que no…
Han
sido incapaces, después de una moratoria de 500 años tanto de cancelar el
capital y sus intereses, cuando de independizarse de las rentas liquida, las
materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el tercer
mundo.
Este
deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una
economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para
su propio bien el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos
demorado todos estos siglos en cobrar.
Al
decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos
europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de
interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del tercer mundo.
Nos
limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el
módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300
años con 200 años de gracia. Sobre esta base y aplicando la fórmula europea del
interés compuesto informamos a los descubridores que nos deben, como pago de su
deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras
elevadas a la potencia de 300. Es decir un número para cuya expresión total
serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del
planeta tierra.
Muy
pesadas con esas moles de oro y plata…y… ¿Cuánto pesarían, calculadas en
sangre?
Aducir
que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para
cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso
financiero la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.
Tales
cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.
Pero
sí exigimos la firma de una carta de intención que discipline a los pueblos
deudores del viejo continente y que los obligue a cumplir su compromiso
mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita
entregárnosla entera, como primer pago de esta duda histórica…
Dicen
los pesimistas del viejo mundo que su civilización está en una bancarrota que
les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso no
nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con que mataron al
poeta.
Pero
no podrán porque esa bala es el corazón de Europa”.
Fragmento tomado del Libro Almanaque Escuela para Todos del año 2003.
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