Vuelven «los fracasados políticos aun en estos días de tanta luz»
Vuelven «los fracasados políticos aun en estos días de tanta luz»
Por Edwin Sánchez
12 julio de 2013
I
“Yo no estaba con su opinión”, escribió el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, refiriéndose al General José María Moncada, quien había negociado a la Revolución Liberal “como partida de ganado” con Henry Lewis Stimson, enviado del presidente Calvin Coolidge.
Sandino, muy explícito con sus ideales, demandaba el derecho de ser libre y exigir justicia, banderas enarboladas después por el Frente Sandinista de hoy. Solo el poder imperial y sus cómplices locales piensan que amar a su propia patria es cometer un acto delictivo, perseguible de oficio.
Pues bien, tratar de que Nicaragua funcione como un país de verdad no significa una declaración de guerra a nadie. Es más bien una Declaración de Amor. Al fin y al cabo es lo que Washington, Jefferson, Madison, Adams, Franklin y Hamilton deseaban para Estados Unidos en 1776: no ser más colonia y ni siquiera salsa inglesa para aderezar los festines del Rey Jorge III.
El niquinohomeño se entendió con sus compatriotas y latinoamericanos de la Patria Grande. Y fue muy claro al denunciar a aquellos que, nacidos en nuestro terruño, lo consideraban traspatio de los Estados Unidos. Tanto fue así que tendían su deshilachada autoestima como trapo viejo para que Mr. Stimson, a falta de alfombra roja donde caminar, limpiara sus lustrosas botas de coronel. Sandino les llamó: “bola de canallas políticos que se disputan el látigo del invasor”.
Es incongruente que alguien de izquierda o buen nicaragüense, actúe como “canalla político”, a no ser que sea un stimsonista disfrazado de sandinista. También es desafortunado que aún sin ser sandinista, se vaya a visitar congresistas norteamericanos para plantear situaciones nacionales que corresponden a los connacionales atenderlas. Una cosa son las relaciones respetuosas y otra es ofertarse al Congreso y la Casa Blanca como los Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro que hacen falta en el Siglo XXI.
No se puede alegar desconocimiento de las causas por las cuales el General Sandino debió convertir la lucha interminable entre liberales y conservadores, en una justa guerra de liberación nacional contra la ocupación extranjera.
II
Invocando a Taft, Roosevelt, Wilson…
Sandino fue antiimperialista, sin embargo, una organización que se autoproclama “sandinista”, delegó a su presidenta Ana Margarita Vijil nada menos que a invocar los fantasmas de William Taft, Theodore Roosevelt, Woodrow Wilson…
Poco tiempo después que la enviada del MRS hiciera lobby con algunos congresistas en Miami, dijo, da la “casualidad”, que “el aislamiento” del Gobierno Sandinista “ya empezó”.
En tanto, otro pequeño grupo sin representatividad nacional --- los Cargadores Tradicionales de Santo Domingo son multitud en comparación con los escasos manifestantes que llegan a las afueras del Consulado nicaragüense en la Ciudad del Sol--- exigió al Presidente de Estados Unidos y políticos de Washington, “actuar de inmediato con fuerza y decisión contra el régimen de Daniel Ortega”.
Por si fuera poco, a estas infamias le agregan otras falacias extremas: repetir sus falsedades en un próximo viaje a la capital estadounidense. Seguir, en primer lugar, con la fantasía de que el MRS y su aliado “arrasaron” en las elecciones pasadas y por culpa del “fraude electoral” no ganaron. Por eso debe cambiarse el Consejo Supremo y “las reglas del juego”.
Verdades: en 1996, el debut electoral del MRS fue marcado por el 1.33% de los votos y 1 diputado. El estreno de esta organización comenzó con un fraude y un procedimiento al mejor estilo dictatorial: el candidato departamental que realmente alcanzó un escaño de los 91, fue despojado por la propia titular del CSE, sin que hasta ahora haya explicado las razones. Y de la noche a la mañana, otro prójimo amaneció de legislador.
Después de aprovechar la figura de Herty Lewites y Carlos Mejía, la organización empezó a degradarse apasionadamente a la derecha más conservadora. En 2011, su “fuerza” no ayudó en nada al PLI. El CSE como las sucesivas encuestas les confirmaron su peso específico: 0,2% del electorado. Sin embargo, desde ese resultado de lástima, Vijil dice que los sandinistas “se robaron la voluntad popular”.
La última encuesta de Borges & Asociados, que refleja la misma tendencia desde las pasadas elecciones generales, vuelve a demostrar el embuste derechoso sobre el “fraude”. A la pregunta de por quién votaría hoy, los consultados repartieron sus preferencias así: 4,3% por Fabio Gadea Mantilla; 2,2% por Eduardo Montealegre.
Tomemos estas palabras de nuestro amigo “Pocholo”, Mario Hurtado Jiménez, en un reciente artículo, si acaso el MRS no reconoce las evidencias científicas de las consultoras citadas: “Para el 2011 tuve un breve debate a través de la radio con uno de los jefes del MRS, de que debíamos unirnos todos para vencer a Ortega. Me dijo que con Eduardo sí, pero que con Alemán no, porque había pactado con Ortega y no era confiable y que además era ladrón. Y NUEVAMENTE FUIMOS DIVIDIDOS Y VOLVIMOS A PERDER”.
III
“Días de tanta luz”
Recordemos lo escrito por el Guerrillero de La Libertad: “En el teatro de los acontecimientos me encontré con que los dirigentes políticos, conservadores y liberales, son una bola de canallas, cobardes y traidores, incapaces de poder dirigir a un pueblo patriota y valeroso… todavía en estos días de tanta luz y ejemplo, los fracasados políticos siguen disputándose las caricias del látigo extranjero…”.
Detengámonos ahí: ¿por qué ir a poner quejas a Washington y a los congresistas cubanos de Miami?
La dama del MRS dijo: “para que tengamos posibilidad de sacar por medio de elecciones al ´dictador´, hay que hacer cambios… en los que “cuenten los votos”.
El General Sandino describe esta falta de decoro: “… y como perros y gatos dentro de un costal, están peleándose por alcanzar una presidencia a base de supervigilancia extraña que nosotros no permitiremos. Los despechados dicen que Sandino y su ejército son unos bandidos, lo que quiere decir que antes de un año Nicaragua toda estará convertida en un país de bandidos, puesto que antes de ese tiempo, nuestro ejército habrá tomado las riendas del poder nacional, para mejor suerte de la patria. (Carta del 24 de Agosto de 1929).
IV
Entreguismo del Siglo XXI
Y no es cualquier congreso ni cualquier nación, ni cualquier historia de la que se está echando mano otra vez, sino que son precisamente los mismos Estados Unidos que bajo los gobiernos de Calvin Cooligde y Herbert Hoover, ordenaron al ejército más poderoso de la Tierra probar sus aviones en la primera guerra de esa potencia con medios aéreos en el mundo: 3 mil marines y 19 bombarderos contra el General Sandino. Además de 4 mil Guardias Nacionales y un ejército de mercenarios al mando de Juan Escamilla, una aterradora versión mexicana de Michael Echanis.
Adolfo Díaz, después Moncada y luego Somoza, y la venia de los protectores de Wall Street, denigraron al Héroe. Le infamaron de “perturbador de la paz”, “Calvario de Las Segovias”, “bandido”, “cabecilla”, “forajido”. Todo para justificar la intervención armada, la domesticación de los políticos y el desmantelamiento de la Revolución Liberal Constitucionalista.
El senador Wheeler, de Montana, que no se tragó las mentiras de la Casa Blanca, los periódicos de William Randolph Hearts y de los nicas vendepatrias, reclamó el 4 de enero de 1928 a Coolidge: si los Marines deseaban matar bandidos, ahí cerquita, en Chicago, estaban los de Al Capone.
V
Le echan al Canal la vieja Doctrina Monroe
El MRS, gobernado por los espíritus de Díaz, Moncada y Somoza, fue ante los congresistas de los Estados Unidos a acusar al presidente constitucional de Nicaragua, Daniel Ortega, y a los altos mandos del Ejército de Nicaragua y de la Policía Nacional, de coludirse con el Crimen Organizado, y que el proyecto del Canal Interoceánico es una extensión de “bandoleros”. Aquí van involucrados, incluso, desde ambientalistas hasta expertos en diversas ciencias que han respaldado el megaproyecto. “El Crimen Organizado está adentro”, reiteró la dama del MRS, en una radio local.
Vijil dijo en Miami, tras poner queja a los congresistas: “Le entregamos documentación del Canal porque es un problema no solamente de los nicaragüenses sino de todo el continente americano, porque el canal aunque creemos que no lo van a construir, lo que es un hecho es que van a vender las concesiones, y eso van a terminar vendiéndolo al Crimen Organizado, eso no solo pone en riesgo a Nicaragua, hablando de la soberanía nacional y el dinero del país; también hicimos ver que se trata de un problema continental”.
En Managua extendió la calumnia: “es un peligro para el continente”. La dirigencia “restauradora” del triste pasado, adelantó un paso que ni la misma derecha de abolengo colonial se había atrevido a dar: invocar, faltos de dignidad, la nefasta Doctrina Monroe, “América para los (norte) Americanos” y por si acaso, la “Política del Gran Garrote", de Mr. Theodore Roosevelt.
El futuro Secretario de Estado, Henry L. Stimson, al ver a tantos vendepatrias revoloteando alrededor de las candilejas de la Metrópolis, como voraz plaga soberanicida, los terminó clasificando con este lapidario etiquetado de entomólogo: “Los nicaragüenses no están capacitados para ser independientes y menos aún para autogobernarse".
Y ese es el mensaje que trata de reciclar el Movimiento Restaurador Stimsonista. Un movimiento al fin con pedigrí, aunque sea prensado con alfiler.
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