El
11 de julio de 2013, el almirante Bruce W. Clingan, comandante de las fuerzas
de la alianza atlántica en Nápoles (Italia), recibe al general Frederick B.
Hodges, comandante de las fuerzas terrestres en Izmir (Turquía).
«EL ARTE DE LA GUERRA»
La OTAN en espera, lista para el ataque
por Manlio
Dinucci
Ya no
hay dudas de que la OTAN está coordinando una guerra secreta de gran
envergadura contra Siria. A raíz de la decisión tomada en noviembre de 2012, la
fusión de los dos centros de mando de sus fuerzas terrestres proporcionó la
oportunidad de trasladar su estado mayor a Turquía. Desde que Qatar se jubiló,
es de ese estado mayor que provienen la logística y las órdenes para los
mercenarios desplegados en Siria.
RED
VOLTAIRE | ROMA (ITALIA) | 16 DE JULIO DE 2013
Como un
aparato electrodoméstico, el Mando de la fuerza conjunta de la OTAN
en Nápoles (JFC Naples) se mantiene oficialmente en stand-by,
o sea listo para entrar en guerra en cualquier momento. El Comandante Supremo
de las fuerzas de la OTAN en Europa (que siempre es un general estadounidense
nombrado por el presidente [también estadounidense]) le ha ordenado mantener en
estado de eficiencia máxima la fuerza de respuesta de la OTAN –conformada por
las unidades terrestres, aéreas y navales tecnológicamente más avanzadas– para
poder realizar en 48 horas «cualquier misión en cualquier
lugar».
El
nuevo cuartel general del JFC Naples en Lago Patria, construido para un equipo
de más de 2 000 militares y que puede además ampliarse en función del «futuro
crecimiento de la OTAN», está en plena actividad. Miembros de todos los
países de la OTAN están llegando a esa instalación, para sumarse al staff,
para una serie de maniobras que permiten al JFC Naples estar «listo
para operaciones militares como las de Protector Unificado», o sea la
guerra de 2011 contra Libia.
Lo que
hoy se encuentra en el colimador del JFC Naples es Siria. Sin que aparezca
oficialmente por ninguna parte, la OTAN está realizando contra ese país –a
través de fuerzas infiltradas– una operación militar encubierta, pero que puede
en cualquier momento pasar a ser oficial imponiendo una «no-fly-zone»,
como en el caso de Libia.
El
puesto avanzado de la operación militar contra Siria es Turquía, donde la OTAN
tiene más de 20 bases aéreas, navales y de espionaje electrónico. A estas
se agrega ahora uno de los mandos más importantes de la OTAN: el LandCom,
responsable de todas las fuerzas terrestres de los 28 países
miembros, activado en Izmir (Esmirna). El traslado del mando de las
fuerzas terrestres a Turquía –a las puertas del Medio Oriente, sobre todo de
Siria e Irán, y de la región del Mar Caspio– indica que los planes
Estados Unidos/OTAN incluyen también el uso de fuerzas terrestres, sobre
todo europeas, en esa área de primera importancia estratégica. Eso lo confirma
el hecho que el general estadounidense Philip Breedlove, recientemente
nombrado por el presidente Obama como Comandante Supremo de las fuerzas de la
OTAN en Europa, viajó a Izmir en julio para acelerar los plazos que se han dado
al LandCom para alcanzar su «plena capacidad operacional».
Inmediatamente después, el general estadounidense Frederick Hodges, responsable
del mando de Izmir, viajó a su vez a Nápoles para coordinar la actividad del
LandCom con la del JFC Naples. Allí fue acogido por el almirante
estadounidense Bruce Clingan, quien es a la vez comandante de la Fuerza
Conjunta aliada en Nápoles, de las fuerzas navales estadounidenses en Europa y
de las fuerzas navales del CentCom.
Tenemos
en la mesa un juego estratégico de las tres cartas, que permite al
Pentágono estar siempre al mando. Por ejemplo, en 2011 dirigió la guerra contra
Libia: primero, a través del CentCom y más tarde mediante el JFC Naples,
ambos con el apoyo de las fuerzas navales de Estados Unidos en Europa.
¿Y
Europa? Según lo que ha dicho el Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN
ante una comisión del Congreso [estadounidense], Europa es importante para
Estados Unidos: las bases en Europa no son simples y residuales «bastiones
de la guerra fría» sino «bases operacionales avanzadas» que permiten
a Estados Unidos mantener a la vez el CentCom y el CentralCommand, en cuya
área se halla el Medio Oriente. Esas bases son, además, esenciales
para «la seguridad del siglo 21» garantizada por una «alianza
poderosa y eficiente» dirigida por Estados Unidos, que posee «24 000
aviones de combate, 800 navíos militares oceánicos, 50 aviones-radar
Awacs».
Una
alianza (pero esto no lo dicen) cuyo gasto militar se eleva a más de
1 000 millardos [1 millardo = 1 millones] de dólares al
año. Para mantener constantemente listo para la guerra un mando como el de
Nápoles, ciudad [italiana] que muestra una cantidad record de desempleados,
también en stand by en la vana espera de un puesto de
trabajo.
Fuente
Il Manifesto (Italia)
Il Manifesto (Italia)
Traducido
al español por la Red Voltaire a partir de la versión en
francés de Marie-Ange Patrizio
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