EL TELÉGRAFO - Primer Diario Público
Ecuador, lunes 29 de abril de 2013
Ecuador, lunes 29 de abril de 2013
Venezuela y Ecuador: desafíos
Juan J. Paz y Miño Cepeda
El apretado
triunfo electoral del presidente Nicolás Maduro en Venezuela (14/abril) y las
reflexiones originadas entre la misma intelectualidad venezolana, dan a
entender que existió la posibilidad de que ganara la reacción “anti-chavista”
y, con ello, el peligro de revertir la Revolución Bolivariana.
En Ecuador,
en cambio, triunfó Rafael Correa (17/febrero), asegurándose así la continuidad
inédita de la Revolución Ciudadana.
Pero hay
lecciones venezolanas que no pueden dejarse a un lado.
Los
“antichavistas” han usado todo ambiente para la oposición y, de modo
particular, la diaria campaña de unos medios de comunicación privados,
convertidos en actores políticos; la “guerra económica” librada por empresarios
que supieron crear situaciones de desabastecimiento; las acciones conspirativas
internas y, además, las imperialistas.
Pero también
generaron descontentos en clases medias e incluso populares, la inflación,
cierta escasez, el sabotaje eléctrico, la burocratización alimentada a menudo
por ineficacias y corrupciones, y hasta errores administrativos o políticos que
perjudicaron la imagen del Estado, aunque no necesariamente la del Presidente
Chávez, asunto que no debe confundirse.
No hay duda
que el liderazgo de Hugo Chávez fue fundamental durante los primeros 14 años de
la Revolución Bolivariana; y, como lo he sostenido, en otros artículos, incluso
el proceso venezolano ha tenido una especie de “ventaja” frente al ecuatoriano:
la organización y la movilización populares, pues en Ecuador eso no se ha
creado todavía, aunque es evidente la participación ciudadana y el enorme
respaldo nacional al Presidente Correa, que han garantizado la continuidad del
proceso político iniciado en 2007.
Pero en
Venezuela se comprobó que tampoco bastan la organización y la movilización
populares; ni solo la decidida acción gubernamental con beneficios indudables
como las Misiones, atención en salud, educación, vivienda, bienestar colectivo,
etc. Tampoco es suficiente el manejo económico. Pesan –y mucho- los errores, el
burocratismo, la ineficacia, la inseguridad, etc., que enseguida son
aprovechados por los opositores para explotar descontentos y unirlos a las
acciones desestabilizadoras.
De manera
que tanto Maduro como Correa tienen un desafío mayor que el de antes en sus
respectivos nuevos períodos presidenciales, porque de su labor dependerá
mantener las posibilidades de continuidad en el tiempo para las revoluciones
Bolivariana y Ciudadana.
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