La Habana, miércoles 22 de mayo de 2013. Año 17 / Número 143
Para el presidente
Kennedy, Estados Unidos fue responsable de la dictadura de Batista y los
atrasos de Cuba en la década de los 50
El 24 de octubre de
1963, John F. Kennedy, que ocupaba la presidencia de Estados Unidos, sostuvo
una entrevista con el periodista Jean Daniel Bensaid, que trabajaba para el
diario francés L Express.
Durante su estancia en
Estados Unidos, Jean Daniel conoció al periodista Ben Bradlee, de la revista
Newsweek, al que confesó viajaría a Cuba para entrevistar a Fidel Castro.
Bradlee se lo informó al presidente Kennedy y este se interesó en tener una
entrevista con Jean Daniel, cuyo propósito era enviar un mensaje a Fidel
Castro.
El doctor Néstor
García Iturbe (*) en su artículo CUBA.- ESTADOS UNIDOS.- Kennedy, hace 49 años, publicado el 19 de octubre de 2012, nos entrega la
traducción de un largo fragmento de la entrevista entre el periodista francés y
el mandatario norteamericano, donde Kennedy reconoce la responsabilidad de
Estados Unidos por el sostenimiento de la dictadura de Fulgencio Batista y la
humillante colonización económica de Cuba en la década de los cincuenta.
“Yo creo que no
hay un país en el mundo, incluyendo cualquiera y todos los países que han
estado bajo dominación colonial, donde la colonización económica, humillación y
explotación fueran peores que en Cuba, en parte debido a la política de mi país
durante el régimen de Batista.
“Yo estoy de
acuerdo con lo que planteó Fidel Castro en la Sierra Maestra, cuando con toda
justificación reclamaba justicia y especialmente anhelaba liberar a Cuba de la
corrupción. Inclusive puedo ir más allá: en cierto sentido era como si Batista
fuera la encarnación de un número de pecados cometidos por Estados Unidos.
“Ahora debemos
pagar por esos pecados. Sobre el régimen de Batista, yo estoy de acuerdo con
los primeros revolucionaros cubanos. Eso está perfectamente claro.”
Como señala García
Iturbe en su artículo, este pronunciamiento no debió resultar muy agradable a
los batistianos que se encontraban en Estados Unidos, incluyendo los que
formaron parte de la Brigada 2506 y los que ya hacían sus primeros intentos de
participación en la política del país. Ni les gustará ahora tampoco, cuando
tratan de edulcorar aquella aciaga época de miseria y terror.
Tampoco debió sonar
muy bien en los oídos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el
Pentágono donde la solución de Cuba no estaba en conversaciones, sino en
invasiones.
(*) Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, del Consejo
Científico del Instituto Superior de Relaciones Internacionales y miembro
adjunto de la Asociación Cubana de Derecho Internacional. Escribe en periódicos
y revistas nacionales y extranjeros y participa como conferenciante, en
distintas Universidades y Centros de Estudios de Cuba, Estados Unidos y otros
países.
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