El síndrome de Semana Santa y el decreto de Telcor
Por: Carlos Escorcia Polanco
12 abril de 2013
Recuerdo muy bien a
principios de los 80s, cuando la naciente Revolución Popular Sandinista apenas
comenzaba a gatear, la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional emitió un
decreto rebajando los días de asueto del estado durante la semana santa de 5 días
a solo 2 días, Jueves y Viernes santos.
La derecha
anti-Sandinista pegó el grito al cielo y acusó al gobierno Sandinista de querer
destruir la Fé del pueblo. Lo que nunca dijeron es que en Estados Unidos, país
paradigma de la Oligarquía blancoide, ni siquiera el Jueves Santo y el Viernes
Santo son feriados. Con la excepción de las escuelas públicas, toda la semana
santa es una semana laboral normal, trabajan todas las instituciones del estado
en todas sus ramas.
Ahora que Telcor
intenta regular aquellas llamadas telefónicas tendientes a controlar el
narcotráfico, ciertos empresarios pegan el grito al cielo y califican la
disposición administrativa de Telcor como dictatorial. Lo que no dicen es que
en su "modelo" de democracia, o sea Estados Unidos, existe una
horrenda ley llamada "Ley Patriotica" que le otorga al gobierno de
los Estados Unidos poderes dictatoriales para vigilar todas las llamadas
telefónicas de sus ciudadanos a criterio de las agencias del orden
estadounidenses.
El gobierno de
Estados Unidos está plenamente facultado por dicha ley no solamente a escuchar
las llamadas telefónicas de cualquier ciudadano sin orden judicial, sino
también ir a sacarlo de su casa sin orden de captura emitida por un juez
competente. No está obligado el gobierno a presentar al acusado ante ningún juez,
ni de probar los cargos ante un gran jurado federal. Pueden permanecer
indefinidamente detenidos todo el tiempo que el gobierno quiera.
Según fuentes
dignas de todo crédito, estos empresarios, quienes se dan dado a la tarea de
meter su cuchara en absolutamente todos los asuntos de la vida nacional, como
una plaga vegetal, juran y rejuran hasta con los dedos de las extremidades
inferiores, que llevarán al gobierno de Nicaragua a los tribunales
internacionales por la ley de Telcor.
Van a colocar a los
tribunales internacionales en un aprieto, por cuanto se establecería un
precedente de JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL y como nunca han condenado a Estados
Unidos por una ley cien veces más fuerte que la de Telcor, se verán en el
ridículo de condenar a un país pequeño como Nicaragua mientras dejan libre de
culpa al coloso del norte.
No se necesita ser
un experto en Derecho Internacional Consuetudinario para predecir que los
empresarios, que bien que están bebiéndose la rica leche del comercio con
Venezuela, van a perder dicha demanda. La última vez que Nicaragua fue
condenada por la Corte Internacional de Justicia de La Haya fue en la década de
los 60s durante el conflicto limítrofe con Honduras, cuando la tiranía
somocista desempeñó un pobre papel jurídico frente a los abogados catrachos.
En una era
"post 911" donde Estados Unidos ha impuesto la lógica de la
preeminencia de la lucha contra el terrorismo por encima de las libertades
individuales, en una época cuando Centroamérica lucha desesperadamente por no
sucumbir ante el Crimen Organizado y no caer en las garras de los poderosos
carteles del narcotráfico internacional, la posición de los empresarios, muy
conveniente para el crimen organizado, será derrotada en cuanto tribunal internacional
se presenten a pretender sentar al gobierno de Nicaragua en el banquillo de los
acusados.
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