El FSLN en su Ruta: el Desarrollo de la Paz
Por Edwin Sánchez.
3 abril de 2013
El "populismo" como lo ha definido el escritor Mario Vargas Llosa, es "la mayor fuente de subdesarrollo y empobrecimiento que haya padecido la humanidad".
Si medimos con la misma vara del escritor a la Nicaragua actual, la realidad sale a las calles dando voces: el producto interno bruto (PIB) de Nicaragua creció un 5,2 % en 2012, un punto y dos décimas más de lo previsto (4 %), gracias al aumento en las exportaciones y una demanda interna "robusta", informó el Banco Central.
En su definición, el novelista añade que además es "el obstáculo mayor para la constitución de sistemas democráticos sanos y eficientes en los países pobres".
Nuestro Estado es democrático por definición. Recién el año pasado se celebraron los comicios municipales que aunque no atrae tanto al votante como las nacionales, fue un ejercicio legitimado tanto por la participación del Frente Sandinista como de los partidos PLI, PLC, APRE. Que el PLI de don Eduardo Montealegre no acepte los resultados incómodos para sus aspiraciones es un problema de su facción y no del país entero, pues hay tres PLI y ningún triunfo verdadero en los últimos sufragios.
No será el aparato electoral más perfecto del mundo, pero tampoco peor que el tribunal del Estado de la Unión donde en tiempos del gobernador Jeb Bush le arrebataron la victoria al demócrata Al Gore, en favor de Walker Bush Jr., en noviembre de 2000.
Habrá que hacer sus ajustes, porque nada de lo que hagan los hombres es infalible, pero en la memoria corta de algunos políticos se hace a un lado el interés nacional por el partidario: ninguno de los líderes opositores facilitó en su tiempo las debidas ternas, nadie se atrevió a negociar, que para eso es el Parlamento, y unos y otros porfiaban del que se sentara a decidir en serio, con la bancada sandinista, la renovación o reafirmación de los magistrados con cargos vencidos en los distintos poderes del Estado.
Si lo que dice MVLl del "populismo" es así, América Latina es una de las regiones más desiguales en el mundo desde su Independencia. No fue el socialismo el sistema que inventó la miseria en esta región del planeta, porque todos los regímenes, a excepción de Cuba, la Revolución Sandinista y luego Venezuela en 1999, han dependidos de las oligarquías y las derechas, con algunas intermitencias de militares honorables como Jacobo Arbenz, Juan Velasco Alvarado y Omar Torrijos. La Iglesia Católica ya no pudo callar en 1967: "Hay estados de cosas cuya injusticia clama al cielo", dijo Pablo VI.
De este enorme fracaso secular, económico y social del capitalismo salvaje con sus próceres del desastre, sus medios hacen mutis: lo que dice la vida no llega a sus redacciones ni se lee en sus discursos. Lo "importante" es que los, damnificados eternos de la Codicia Organizada vivan en "democracia" (?) cumpliendo rituales farisaicos cada 5 años. El resto de sus derechos, los más vitales por cierto, al carajo.
Desarrollo
Las excelentes notas en materia económica y de lucha frontal contra la extrema pobreza del Presidente Daniel Ortega, la escritora Rosario Murillo y equipo de gobierno los alejan decididamente de la definición vargallosiana. La convergencia de "socialismo, cristianismo y solidaridad", conducen hacia una paz con más sentido bíblico de Shalom que de vacío eslogan, rebalsando el raquítico concepto "ausencia de la guerra".
Si atendemos los sostenidos esfuerzos por el cambio de la matriz energética con fuentes renovables, considerar las posibilidades del Canal Interoceánico, el buen clima de negocios para los inversionistas extranjeros, los programas sociales enroscados con la responsabilidad compartida, la visibilidad de la mujer en todos los órdenes de la vida nacional, la alianza empresariado- trabajadores- gobierno, en vez de "populismo", hay decididas ganas de romper el modelo de atraso y dependencia.
El Papa Pablo VI proclamó, sin ser oído en su tiempo, "el desarrollo es el nuevo nombre de la paz".
Francisco Mayorga, representante por Nicaragua ante el BID, llegó en febrero con delegados de ese organismo, interesados "porque los reportes son de que las cosas van marchando muy bien". Haciendo uso de la democracia nicaragüense, hablaron con gente humilde, grandes empresarios, ministros y políticos, externó el funcionario en la Revista En Vivo, de Alberto Mora.
La clave de esto es que el Gobierno de Daniel Ortega ha planteado un liderazgo alrededor del cual todo mundo se va apegando, y dicen: este hombre y la compañera Rosario están empeñados en que el país mejore. No quieren dañar a nadie; ellos lo que quieren es ver cómo entre todos salimos adelante, expuso el doctor Mayorga.
Las palabras del reconocido economista son confirmadas por Pablo Mandeville, Coordinador Residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, en Nicaragua: "Uno lo que ha observado es que ha habido una mejoría en la distribución del ingreso, porque el Gobierno (Sandinista) ha tenido una focalización muy expresa hacia los sectores pobres". "El país ha avanzado, creo que todo el mundo percibe esos avances".
Por supuesto, no "todo mundo" reconocerá esta primavera de los pobres porque sus nubarrones ideológicos no le permiten ser demasiados sinceros. Como bien pudo decir aquel español que vino de observador en 2011 ante la debacle de la derecha y la victoria irrefutable del sandinismo: "¡Joder! No
esperéis que yo diga eso a la prensa...".
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