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viernes, 5 de abril de 2013

¿Cómo es Irak 10 años después de la invasión?




¿Cómo es Irak 10 años después de la invasión?
Iñigo Sáenz De Ugarte


Rebelión


Entre los muchos artículos que se publicaron durante esta triste conmemoración, destaca éste, por su ilustrativa información
05 de abril de 2013 | 00:01:00


9º Estado fracasado


Irak es el noveno país en el ranking de estados fracasados o fallidos que elabora la revistaForeign Policy. La lista la encabezan Somalia, Congo, Sudán, Chad y Zimbabue. Los peores datos de Irak se refieren a las categorías relacionadas con la militarización del país (por la abundancia de fuerzas de seguridad y militares), conflictos internos (entre grupos políticos, étnicos o religiosos) y élites sectarias (dirigentes que sólo responden ante el grupo al que representan y con un bajo sentimiento de representar a todos los ciudadanos).


En 2007, Irak llegó a ser el segundo peor Estado del mundo en ese ranking.


56 muertos


La última ronda de atentados de la insurgencia suní en la mañana del martes acabó con 56 muertos y más de 200 heridos. La mayoría fueron explosiones de coches bomba dirigidos contra la población civil de confesión chií. El mayor número de muertos se produjo frente al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.


Obviamente, la violencia en Irak es muy inferior a los peores años de la guerra civil entre suníes y chiíes de 2006 y 2007. Sin embargo, el país se ha rendido a un estado de violencia permanente en el que las cifras varían mucho en función de la zona. La provincia de Bagdad continúa siendo una de las más violentas. Cuando el número de víctimas se reduce durante varios meses, en seguida se produce un aumento repentino. Entre marzo y mayo de 2012, el número de muertos en Bagdad cayó a 44, 54 y 49 muertos, unos números bajos para lo habitual en Irak. En junio saltó a 147.


El Gobierno se ve incapaz de acabar con Al Qaeda en Irak y otros grupos insurgentes, pero esos no pueden sostener sus ofensivas durante muchos meses seguidos. En términos relativos, la ciudad de Mosul es aún más violenta que la capital, aunque allí los atentados con bomba son menos habituales y más frecuentes los tiroteos.


24,2% de los votos


Nouri Al-Maliki domina la vida política de Irak a pesar de que la coalición que dirige sólo obtuvo el 24,2% de los votos en 2010. Maliki ha confirmado el adagio que decía que Irak sólo podía ser gobernado por una mano dura. Y la suya es especialmente cruel, favorecida por la continuación de la violencia. El primer ministro se ve favorecido por un sistema de política sectaria en la que chiíes, suníes y kurdos votan a sus partidos sin cuestionarse otras opciones.


El reparto del poder entre chiíes y kurdos, que deja fuera a los suníes, ha sido una constante desde las primeras elecciones. Básicamente, los chiíes controlan el Gobierno central desde Bagdad, mientras que los kurdos gozan de la mayor autonomía que hayan tenido nunca en el norte. Al ser el principal dirigente chií, Maliki tiene asegurado el poder, en especial por su control de las fuerzas de seguridad y del Ejército.


La legislación antiterrorista es una palanca decisiva con la que el Gobierno mantiene controlados a sus enemigos, en especial entre los suníes. Los tribunales aplican, de forma indiscriminada para los suníes, el artículo 4 de esa ley. Cualquier persona que participe en actos terroristas o los promueva o financie es condenada a la pena de muerte. Cualquier persona que encubra esos delitos es condenado a cadena perpetua.


La ley antiterrorista ha servido para eliminar a rivales políticos, como fue el caso del vicepresidente (suní) Al-Hashemi, refugiado en Turquía para escapar de una detención provocada por una denuncia de credibilidad dudosa. Otros enemigos de Maliki han sido amenazados con sufrir el mismo destino. Las denuncias por torturas en las comisarías son numerosas. A la policía no le resulta difícil arrancar confesiones por la fuerza.


El Gobierno no tiene la menor intención de anular el artículo 4, a pesar de las protestas de la comunidad suní. En eso, tiene el apoyo de los partidos kurdos.


En 2005, la pena de muerte fue reinstaurada en Irak. La cifra de ejecutados desde 2005 llega a 447. Sólo en 2012 fueron ahorcados 129 presos. Centenares de personas están ahora en el corredor de la muerte.


600.000 peregrinos


Cada año se celebran peregrinaciones multitudinarias a los lugares santos del Islam chií en Nayaf y Kerbala. La cita más importante se produce cuando se conmemora la muerte de Hussein en la batalla de Kerbala donde los califas omeyas derrotaron en el año 680 a los que podríamos llamar los padres fundadores del chiísmo. Los peregrinos se cuentan por millones, y entre ellos puede haber unos 600.000 extranjeros, muchos de ellos procedentes de Irán.


La conexión religiosa entre Irán e Irak (un Irak gobernado por chiíes) es indestructible y se basa en siglos de persecuciones. La idea del mártir está firmemente sellada en las dos culturas. Los neoconservadores norteamericanos pensaban que un Irak sin Sadam Hussein y dominado por los chiíes sería un aliado natural de EEUU en Oriente Medio frente al resto de gobiernos árabes suníes. En el colmo de la ignorancia, políticos como Wolfowitz pensaban que el nuevo Irak podría en el futuro reconocer al Estado de Israel.


La realidad fue muy diferente. Los nuevos dirigentes iraquíes habían gozado del apoyo de Irán durante la dictadura de Sadam. Ya en el poder, su relación siempre ha sido muy buena con Teherán. Por eso, se dijo que Irán había sido el gran vencedor político de la guerra de Irak. Otros países les libraron del odiado Sadam, que había iniciado la guerra con Irán en 1980, y permitieron que la mayoría demográfica chií se hiciera con el poder en Bagdad.


Desde la retirada de las tropas norteamericanas, la influencia de Washington se ha reducido. Ni siquiera ha conseguido que Irak colabore en el aislamiento de Irán en la campaña de sanciones por su programa nuclear.


Seis meses


El Gobierno presentó su proyecto de presupuestos para este año en octubre de 2012. No se aprobó hasta el 7 de marzo. La razón principal del retraso fue la discusión entre el Gobierno central y el Gobierno kurdo sobre la compensación que debería recibir el Kurdistán por las compañías petrolíferas que operan en el norte del país. Los kurdos pedían 3.500 millones de dólares. Bagdad sólo ofrecía 650 millones.


La capital no era entonces demasiado generosa, pero hay que tener en cuenta que llevan años acusando a los kurdos de firmar acuerdos unilaterales con empresas extranjeras o sencillamente vendiendo por su cuenta parte de la producción de crudo.


Lo mejor que se puede decir de las relaciones entre árabes y kurdos es que no ha desembocado en una guerra civil por la ciudad de Kirkuk. En realidad, este conflicto no tiene solución porque ninguno de los dos grupos renunciará nunca a su control, pero al menos hasta ahora esa paz fría se ha mantenido.


95%


El 95% de los ingresos del Estado iraquí procede del petróleo. La dependencia es absoluta. Los datos del último presupuesto parten de un objetivo de producción de 2,9 millones de barriles a un precio medio de 90 dólares el barril. En numerosas ocasiones, el Gobierno ha prometido que su objetivo es diversificar la fuente de ingresos, como suelen decir muchos estados petroleros, pero sin mucho éxito. El 60% del PIB procede del petróleo.


En octubre y noviembre de 2012, Irak produjo 2,62 millones de barriles de petróleos diarios. No sólo significaba superar ampliamente la producción anterior a la invasión, sino que era la cifra mayor desde los años 80. La mayor parte, justo por encima de los dos millones, procedía de los campos petrolíferos del sur. En enero la producción bajó a 2,35 millones. Irak puede haber alcanzado el máximo de su capacidad productiva, a menos que afronte inversiones que están más allá de las capacidades del Estado.


En cualquier caso, con el precio actual del crudo, eso asegura una inyección constante de fondos. Sólo en enero el Estado ingresó 7.672 millones de dólares gracias al petróleo.


23% de pobreza


La tasa del 23% de la población viviendo bajo el umbral de la pobreza es otra cifra oficial que conviene revisar al alza, aunque en algunos aspectos no se puede negar la mejora producida en los últimos años. Un estudio de Unicef de 2011 en 2011 a partir de los datos facilitados por 36.000 familias revela algunos de esos avances. La mortalidad de los niños de cinco años o menor edad fue de 37 por cada mil ese año. Con ser alta, era inferior a la cifra de 45 registrada por la OMS un año antes. Ahora casi todas las mujeres tienen a sus bebés en hospitales o clínicas, incluso en el medio rural. El 99% de los niños están registrados por la Administración.


La clave es la vacunación. La mitad de los niños de entre 18 y 29 meses de edad fueron vacunados a tiempo. Pero aunque sobrevivan las condiciones de vida de muchos son terribles. Uno de cada cuatro niños sufre algún problema de crecimiento a causa de la malnutrición. Los casos de malnutrición extrema sólo son el 4%.


Según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, 1,9 millones de iraquíes pasan hambre. Eso es el 5,7% de la población. El porcentaje era del 7,1% cuatro años atrás.


En la escuela primaria, la presencia de las niñas es ya masiva. Hay casi una niña por cada niño. Esa presencia no asegura el éxito escolar. Aunque el 90% de los niños comienzan la educación primaria, sólo la acaban el 40%. En el campo, eso afecta especialmente a las niñas. Obviamente, el país necesita escuelas mejores y el Gobierno no las está facilitando.


Lo que es difícil es recuperar el retraso anterior. El 30% de las mujeres de entre 15 y 25 años son analfabetas.


10% de paro


La tasa oficial de paro es del 10%, un número irreal que nadie se cree. Algunos análisis independientes elevan esa cifra al 35%, pero la cifra real es imposible de conocer. En 2008, el porcentaje de empleados públicos sobre el total de personas con empleo era de un 43%, uno de los mayores del mundo en estados mínimamente desarrollados. El empleo en la Administración es en la práctica una forma de control político y de mantener la lealtad de caudillos locales al servicio del Gobierno.


La incompetencia de la Administración es uno de los factores más evidentes a la hora de explicar por qué el país vive absolutamente del dinero fácil del petróleo. Irak es uno de los peores países del mundo para hacer negocios, según el Banco Mundial. Cada Ministerio es un baluarte de un jefe político cuya función principal es dar empleo a sus partidarios y presentar todo tipo de obstáculos a los que se presentan para pedir permisos.


58% de presupuesto ejecutado


No es raro que al final del año varios ministerios no hayan consumido todo el dinero asignado para inversiones. De hecho, es lo habitual. En 2011, el Ministerio de Sanidad gastó el 58% del presupuesto asignado. El de Educación, el 57%. El de Vivienda, el 70%. El de Industria, el 94%. Los grandes proyectos industriales son fáciles de detectar por su capacidad de crear empleo. El gasto social en educación y sanidad no se ve tan beneficiado por los ingresos procedentes del petróleo porque la Administración no es efectiva ni cuenta con personal cualificado.


10.800 millones de dólares 


Turquía terminó siendo el vencedor comercial de la guerra de Irak. Las exportaciones turcas a Irak han aumentado de forma constante año a año hasta alcanzar una cifra de 10.800 millones de dólares en 2012. Para Turquía, su vecino se ha convertido en un mercado fundamental. Sólo exporta más a Alemania. Las relaciones entre los dos gobiernos nunca han sido buenas, pero era lógico que las empresas turcas se aprovecharan del aumento de fondos iraquíes por la mayor producción de petróleo. Y no es sólo el comercio. Las compañías de Turquía intervinieron en proyectos de infraestructuras en 2012 por valor de 3.500 millones de dólares.



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