¿Cómo es Irak 10 años
después de la invasión?
Iñigo
Sáenz De Ugarte
Rebelión
Entre los
muchos artículos que se publicaron durante esta triste conmemoración, destaca
éste, por su ilustrativa información
05 de abril de 2013 | 00:01:00
9º
Estado fracasado
Irak
es el noveno país en el ranking de estados fracasados o fallidos que
elabora la revistaForeign Policy. La lista la encabezan Somalia, Congo,
Sudán, Chad y Zimbabue. Los peores datos de Irak se refieren a las categorías
relacionadas con la militarización del país (por la abundancia de fuerzas de
seguridad y militares), conflictos internos (entre grupos políticos, étnicos o
religiosos) y élites sectarias (dirigentes que sólo responden ante el grupo al
que representan y con un bajo sentimiento de representar a todos los
ciudadanos).
En
2007, Irak llegó a ser el segundo peor Estado del mundo en ese
ranking.
56
muertos
La
última ronda de atentados de la insurgencia suní en la mañana del martes acabó
con 56 muertos y más de 200 heridos. La mayoría fueron explosiones de coches
bomba dirigidos contra la población civil de confesión chií. El mayor número de
muertos se produjo frente al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Obviamente,
la violencia en Irak es muy inferior a los peores años de la guerra civil entre
suníes y chiíes de 2006 y 2007. Sin embargo, el país se ha rendido a un estado
de violencia permanente en el que las cifras varían mucho en función
de la zona. La provincia de Bagdad continúa siendo una de las más violentas.
Cuando el número de víctimas se reduce durante varios meses, en seguida se produce
un aumento repentino. Entre marzo y mayo de 2012, el número de muertos en
Bagdad cayó a 44, 54 y 49 muertos, unos números bajos para lo habitual en Irak.
En junio saltó a 147.
El
Gobierno se ve incapaz de acabar con Al Qaeda en Irak y otros grupos insurgentes,
pero esos no pueden sostener sus ofensivas durante muchos meses seguidos. En
términos relativos, la ciudad de Mosul es aún más violenta que la capital,
aunque allí los atentados con bomba son menos habituales y más frecuentes los
tiroteos.
24,2%
de los votos
Nouri
Al-Maliki domina la vida política de Irak a pesar de que la coalición que
dirige sólo obtuvo el 24,2% de los votos en 2010. Maliki ha confirmado el
adagio que decía que Irak sólo podía ser gobernado por una mano dura. Y la suya
es especialmente cruel, favorecida por la continuación de la violencia. El
primer ministro se ve favorecido por un sistema de política sectaria en la que
chiíes, suníes y kurdos votan a sus partidos sin cuestionarse otras opciones.
El
reparto del poder entre chiíes y kurdos, que deja fuera a los suníes, ha sido
una constante desde las primeras elecciones. Básicamente, los chiíes controlan
el Gobierno central desde Bagdad, mientras que los kurdos gozan de la mayor
autonomía que hayan tenido nunca en el norte. Al ser el principal dirigente
chií, Maliki tiene asegurado el poder, en especial por su control de las
fuerzas de seguridad y del Ejército.
La
legislación antiterrorista es una palanca decisiva con la que el Gobierno
mantiene controlados a sus enemigos, en especial entre los suníes. Los
tribunales aplican, de forma indiscriminada para los suníes, el artículo
4 de esa ley. Cualquier persona que participe en actos terroristas o los
promueva o financie es condenada a la pena de muerte. Cualquier persona que
encubra esos delitos es condenado a cadena perpetua.
La
ley antiterrorista ha servido para eliminar a rivales políticos, como fue el
caso del vicepresidente (suní) Al-Hashemi, refugiado en Turquía para escapar de
una detención provocada por una denuncia de credibilidad dudosa. Otros enemigos
de Maliki han sido amenazados con sufrir el mismo destino. Las denuncias
por torturas en las comisarías son numerosas. A la policía no le resulta
difícil arrancar confesiones por la fuerza.
El
Gobierno no tiene la menor intención de anular el artículo 4, a pesar de las
protestas de la comunidad suní. En eso, tiene el apoyo de los partidos kurdos.
En
2005, la pena de muerte fue reinstaurada en Irak. La cifra de ejecutados desde
2005 llega a 447. Sólo en 2012 fueron ahorcados 129 presos. Centenares de
personas están ahora en el corredor de la muerte.
600.000
peregrinos
Cada
año se celebran peregrinaciones multitudinarias a los lugares santos del Islam
chií en Nayaf y Kerbala. La cita más importante se produce cuando se conmemora la
muerte de Hussein en la batalla de Kerbala donde los califas omeyas
derrotaron en el año 680 a los que podríamos llamar los padres fundadores del
chiísmo. Los peregrinos se cuentan por millones, y entre ellos puede haber
unos 600.000 extranjeros, muchos de ellos procedentes de Irán.
La
conexión religiosa entre Irán e Irak (un Irak gobernado por chiíes) es
indestructible y se basa en siglos de persecuciones. La idea del mártir está
firmemente sellada en las dos culturas. Los neoconservadores norteamericanos
pensaban que un Irak sin Sadam Hussein y dominado por los chiíes sería un
aliado natural de EEUU en Oriente Medio frente al resto de gobiernos árabes
suníes. En el colmo de la ignorancia, políticos como Wolfowitz pensaban que el
nuevo Irak podría en el futuro reconocer al Estado de Israel.
La
realidad fue muy diferente. Los nuevos dirigentes iraquíes habían gozado del
apoyo de Irán durante la dictadura de Sadam. Ya en el poder, su relación
siempre ha sido muy buena con Teherán. Por eso, se dijo que Irán había sido el
gran vencedor político de la guerra de Irak. Otros países les libraron del
odiado Sadam, que había iniciado la guerra con Irán en 1980, y permitieron que
la mayoría demográfica chií se hiciera con el poder en Bagdad.
Desde
la retirada de las tropas norteamericanas, la influencia de Washington se
ha reducido. Ni siquiera ha conseguido que Irak colabore en el aislamiento de
Irán en la campaña de sanciones por su programa nuclear.
Seis
meses
El
Gobierno presentó su proyecto de presupuestos para este año en octubre de 2012.
No se aprobó hasta el 7 de marzo. La razón principal del retraso fue la
discusión entre el Gobierno central y el Gobierno kurdo sobre la compensación
que debería recibir el Kurdistán por las compañías petrolíferas que operan en
el norte del país. Los kurdos pedían 3.500 millones de dólares. Bagdad sólo
ofrecía 650 millones.
La
capital no era entonces demasiado generosa, pero hay que tener en cuenta que
llevan años acusando a los kurdos de firmar acuerdos unilaterales con empresas
extranjeras o sencillamente vendiendo por su cuenta parte de la producción de
crudo.
Lo
mejor que se puede decir de las relaciones entre árabes y kurdos es que no ha
desembocado en una guerra civil por la ciudad de Kirkuk. En realidad, este
conflicto no tiene solución porque ninguno de los dos grupos renunciará nunca a
su control, pero al menos hasta ahora esa paz fría se ha
mantenido.
95%
El
95% de los ingresos del Estado iraquí procede del petróleo. La dependencia es
absoluta. Los datos del último presupuesto parten de un objetivo de producción
de 2,9 millones de barriles a un precio medio de 90 dólares el barril. En
numerosas ocasiones, el Gobierno ha prometido que su objetivo es diversificar
la fuente de ingresos, como suelen decir muchos estados petroleros, pero sin
mucho éxito. El 60% del PIB procede del petróleo.
En
octubre y noviembre de 2012, Irak produjo 2,62 millones de barriles
de petróleos diarios. No sólo significaba superar ampliamente la producción
anterior a la invasión, sino que era la cifra mayor desde los años 80. La mayor
parte, justo por encima de los dos millones, procedía de los campos
petrolíferos del sur. En enero la producción bajó a 2,35 millones. Irak puede
haber alcanzado el máximo de su capacidad productiva, a menos que afronte
inversiones que están más allá de las capacidades del Estado.
En
cualquier caso, con el precio actual del crudo, eso asegura una inyección
constante de fondos. Sólo en enero el Estado ingresó 7.672 millones de dólares
gracias al petróleo.
23%
de pobreza
La
tasa del 23% de la población viviendo bajo el umbral de la pobreza es otra
cifra oficial que conviene revisar al alza, aunque en algunos aspectos no se
puede negar la mejora producida en los últimos años. Un estudio de
Unicef de 2011 en 2011 a partir de los datos facilitados por 36.000
familias revela algunos de esos avances. La mortalidad de los niños de cinco
años o menor edad fue de 37 por cada mil ese año. Con ser alta, era inferior a
la cifra de 45 registrada por la OMS un año antes. Ahora casi todas las mujeres
tienen a sus bebés en hospitales o clínicas, incluso en el medio rural. El 99%
de los niños están registrados por la Administración.
La
clave es la vacunación. La mitad de los niños de entre 18 y 29 meses de edad
fueron vacunados a tiempo. Pero aunque sobrevivan las condiciones de vida de
muchos son terribles. Uno de cada cuatro niños sufre algún problema de
crecimiento a causa de la malnutrición. Los casos de malnutrición extrema sólo
son el 4%.
Según
el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, 1,9 millones de iraquíes pasan
hambre. Eso es el 5,7% de la población. El porcentaje era del 7,1% cuatro años
atrás.
En
la escuela primaria, la presencia de las niñas es ya masiva. Hay casi una niña
por cada niño. Esa presencia no asegura el éxito escolar. Aunque el 90% de los
niños comienzan la educación primaria, sólo la acaban el 40%. En el campo, eso
afecta especialmente a las niñas. Obviamente, el país necesita escuelas mejores
y el Gobierno no las está facilitando.
Lo
que es difícil es recuperar el retraso anterior. El 30% de las mujeres de entre
15 y 25 años son analfabetas.
10%
de paro
La
tasa oficial de paro es del 10%, un número irreal que nadie se cree. Algunos
análisis independientes elevan esa cifra al 35%, pero la cifra real es
imposible de conocer. En 2008, el porcentaje de empleados públicos sobre el
total de personas con empleo era de un 43%, uno de los mayores del mundo en
estados mínimamente desarrollados. El empleo en la Administración es en la
práctica una forma de control político y de mantener la lealtad de caudillos
locales al servicio del Gobierno.
La
incompetencia de la Administración es uno de los factores más evidentes a la
hora de explicar por qué el país vive absolutamente del dinero fácil del
petróleo. Irak es uno de los peores países del mundo para hacer negocios, según
el Banco Mundial. Cada Ministerio es un baluarte de un jefe político cuya
función principal es dar empleo a sus partidarios y presentar todo tipo de
obstáculos a los que se presentan para pedir permisos.
58%
de presupuesto ejecutado
No
es raro que al final del año varios ministerios no hayan
consumido todo el dinero asignado para inversiones. De hecho, es lo
habitual. En 2011, el Ministerio de Sanidad gastó el 58% del presupuesto
asignado. El de Educación, el 57%. El de Vivienda, el 70%. El de Industria, el
94%. Los grandes proyectos industriales son fáciles de detectar por su
capacidad de crear empleo. El gasto social en educación y sanidad no se ve tan
beneficiado por los ingresos procedentes del petróleo porque la Administración
no es efectiva ni cuenta con personal cualificado.
10.800
millones de dólares
Turquía terminó siendo el vencedor comercial de la guerra de Irak.
Las exportaciones turcas a Irak han aumentado de forma constante año a año
hasta alcanzar una cifra de 10.800 millones de dólares en 2012. Para Turquía,
su vecino se ha convertido en un mercado fundamental. Sólo exporta más a
Alemania. Las relaciones entre los dos gobiernos nunca han sido buenas, pero
era lógico que las empresas turcas se aprovecharan del aumento de fondos
iraquíes por la mayor producción de petróleo. Y no es sólo el comercio. Las
compañías de Turquía intervinieron en proyectos de infraestructuras en 2012 por
valor de 3.500 millones de dólares.
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