Dos
énfasis de los ecosocialistas
Rómulo Pardo Silva
Uno es el acento en el ideal, otro en los
hechos. Ambos se unen en la misma propuesta.
Hace
unas décadas, la adhesión personal al socialismo o al capitalismo parecía ser
una opción valórica entre dos formas de sociedad posibles.
Hoy
un importante número de ecosocialistas dedican su esfuerzo a difundir imágenes
de la vida colectiva local y mundial que ansían.
Invitan
a crear una humanidad donde se viva la justicia y los valores universales en
armonía con los ecosistemas, se practique cada día la solidaridad, se trabaje solo
para producir los bienes necesarios a distribuir con igualdad.
Una
sociedad planetaria en que siendo los bienes públicos las decisiones se tomen
con la participación directa de cada uno en el tiempo libre disponible además para
el arte, el deporte, el pensamiento, la recreación, el ocio.
Llaman
a quienes son de diferente raza, género, religión, idioma, cultura, a
integrarse a las tareas de construcción de una civilización fraterna.
Leonardo Boff afirma: “[…] el
Buen Vivir apunta a una ética de lo suficiente para toda la comunidad, y no
solamente para el individuo. El Buen Vivir supone una visión holística e
integradora del ser humano, inmerso en la gran comunidad terrenal, que incluye
además de al ser humano, al aire, el agua, los suelos, las montañas, los
árboles y los animales (…) en profunda comunión con la Pachamama.”
El punto de vista paralelo
explica que el crecimiento económico permanente es imposible porque las
materias primas se agotan. Que inevitablemente el volumen de producción actual
tendrá que disminuir.
Ya se sufre la
escasez de combustibles, tierras de cultivo, selvas, agua, minerales, pesca. Adelanta
que como consecuencia en el futuro se planificará el uso de los recursos.
Advierte que es evidente
que los magnates globales lo saben y preparan sus fuerzas armadas para tener toda
la naturaleza en esas nuevas condiciones. Que la nueva Alemania en busca de
espacio vital es Estados Unidos con sus socios europeos.
Barry
Commoner sentencia: "Si llegamos
a la conclusión de que el sistema de libre empresa está obligado a
desarrollarse sin límite mientras que su base ecológica no puede soportar una
explotación ilimitada, percibimos de que entre uno y otra existe una
incompatibilidad muy grave."
En esta realidad insoslayable
de los datos la aspiración ideal del ecosocialismo se hace un proyecto objetivo
para los miles de millones que de otro modo serán arrasados.
El futuro será una
economía sostenible, decrecida, planificada, no capitalista. De los impulsores
de la política humanista dependerá que sea una civilización solidaria, moral,
justa, culta.
En la batalla ecosocialista
de ideas deben estar presentes el “yo deseo” y el “es necesario”.
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