Hugo Chávez, uno entre los
grandes de la historia
Rómulo
Pardo Silva
Luchó
exponiendo su vida, ganó y no traicionó el proyecto socialista.
Chávez
es pueblo, carisma, militar, culto, inteligente, tenaz, estratega. Amigo.
Se
jugó por el cambio de sistema en beneficio de los que siempre perdieron y por las
ideas que acobardan a muchos.
Logró
con su discurso, canto, rostro indio, humor, recitación, propuestas y hechos liberar
a los marginados de su dependencia ideológica y electoral de los ricos y
acomodados. Que ganaran muchas batallas en que el voto de verdad definía entre alternativas.
Millones
lo siguen y aman levantando un muro a su alrededor.
Tomó
el enorme ingreso del petróleo y lo convirtió en justicia social de salud,
alimento, trabajo, vivienda, previsión, educación, cultura, participación.
Se
enfrentó a la potencia más poderosa del mundo y a sus satélites desarrollados y
en desarrollo.
Sin
miedo se unió a los países independientes, Irán, Cuba, Siria, Libia, Rusia,
China, Bolivia, Ecuador, Argentina, Nicaragua, Bielorrusia…
Hizo
lo que nadie, compartió solidario la riqueza energética con sus vecinos, haitianos,
nicaragüenses, cubanos, estadounidenses afroamericanos…
Fue
motor de la integración orgánica latinoamericana y caribeña, sin Estados Unidos
y Canadá, ALBA, CELAC.
Denunció
el plan de expansión global de las corporaciones a través de sus estados
militares.
Defendió
la unidad del sur como bloque de los pueblos tras sus metas propias opuestas al
norte de las transnacionales.
Mirando
lejos entendió a Venezuela como parte ligada al futuro global donde la
tecnología y la independencia alimentaria serán vitales.
Trazó
un fin integral a alcanzar, el socialismo.
Ahora
está enfermo, disminuido físicamente. Podrá seguir o quizás no. Su obra ya es
otra cumbre.
La
continuidad la tiene el pueblo venezolano. Su batalla es larga, avanzar el
proyecto popular, soberano, del Comandante. Él debe realizar la sociedad sostenible
y solidaria del futuro, el paso siguiente al hito del Socialismo del siglo 21.
Chávez
debe vivir junto a la Venezuela popular, pero si se impusiera la enfermedad
deja una huella como la de su guía Simón Bolívar.
No
hay ningún otro homenaje al Presidente que asumir la obra que está comenzada pero
inconclusa. Su antiimperialismo, los campos sembrados, la planificación, la
democracia de la mayoría pobre son tareas humanistas universales.
Que
viva Chávez.
Contacto
romulo.pardo@gmail.com
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