19/1/2013
Fiascos de los transgénicos en 2012
x Silvia Ribeiro
La industria biotecnológica invierte muchos millones de dólares
anuales para vender la imagen de que los cultivos transgénicos van viento en
popa.
Pero la realidad es que se siguen sembrando en pocos países, con peores o a lo más, iguales, resultados que los híbridos y mayores impactos ambientales y de salud. Diez países cubren el 98 por ciento del área plantada con transgénicos y más del 80 por ciento son cultivos resistentes a agroquímicos cada vez más tóxicos, porque los transgénicos usan más veneno por unidad de área del que jamás se había aplicado en la historia de la agricultura.
El 2012 marcó una serie de revelaciones sobre los daños de
los transgénicos, muchos de los cuales fueron compilados por la organización
británica GMWatch. Siguen varios ejemplos. Para ver fuentes y lista completa:
Transgénicos y cáncer: Probablemente lo más significativo del año fue la
investigación científica dirigida por Gilles-Eric Séralini en Francia, que
mostró que ratas alimentadas toda su vida con maíz transgénico sufrieron
cáncer, muerte prematura y daños hepatorrenales. Por cierto, con maíz NK603 de
Monsanto resistente a glifosato, el mismo que presionan para autorizar en más
de un millón de hectáreas en México. El estudio fue el más extenso y completo
sobre daños de transgénicos a la salud, lo cual motivó una reacción violenta de
la industria biotecnológica, que además de agredir frontalmente,
"apoyó" a seudocientíficos para atacar el estudio. En cualquier caso,
el estudio mostró que los transgénicos pueden causar graves problemas de salud
y que es imprescindible realizar más estudios independientes. Mientras tanto,
para proteger la salud e interés públicos, se deben retirar los transgénicos en
circulación y no autorizar nuevos. Los organismos reguladores no hacen pruebas
propias en ningún país, se limitan a los documentos que presentan las empresas
de transgénicos y que casualmente nunca muestran problemas. Ante la gravedad de
los daños potenciales de los transgénicos y los argumentos falsos contra
Séralini, se creó un sitio electrónico que presenta los estudios y contesta las
críticas: gmoseralini.org.
Parcialidad regulatoria: El mismo caso puso en evidencia que las agencias
reguladoras están coludidas con la industria, ya que el estudio cuestionado
repitió el experimento que hizo Monsanto (el mismo tipo de ratas, igual maíz),
pero Monsanto interrumpió el experimento a los tres meses, cuando los síntomas
más graves comienzan después del cuarto mes. Varias agencias que aceptaron el
estudio de Monsanto, cuestionaron el de Séralini, aunque es mucho más amplio y
comparable a la reacciones en humanos.
Escape de Europa: la transnacional BASF retiró su división de transgénicos
de Europa por la oposición de "la mayoría de consumidores, agricultores y
políticos" de ese continente. Retiró también la comercialización de la
papa transgénica Amflora, uno de los únicos 2 cultivos transgénicos autorizados
en la Unión Europea. El otro, el maíz Mon810 de Monsanto, sigue prohibido en
Alemania, Austria, Hungría, Luxemburgo, Francia, Grecia, Italia, Bulgaria y
Polonia.
Suicidios en India: Monsanto afirma que el algodón transgénico es un éxito en
la India, pero fue revelado un informe confidencial para el Ministerio de
Agricultura donde se afirma que "los agricultores están en una severa
crisis desde que cambiaron a algodón transgénico y la avalancha de suicidios
campesinos en 2011 y 2012 fue particularmente grave entre los que plantaban
algodón transgénico". Otro informe de 31 parlamentarios encontró la misma
realidad, además de documentar que los pobladores de la "aldea modelo"
de Monsanto en India ahora exigen la prohibición del algodón transgénico por
los daños que han sufrido.
Oposición creciente: La vasta mayoría de la población mundial no quiere
transgénicos, una batalla que hemos ganado y seguirá igual, aunque el dinero de
la industria compre propaganda, políticos o reguladores. Este año, se aprobó el
etiquetado obligatorio de transgénicos en India, Sudáfrica y Turquía. En
Brasil, donde ya existía, un juicio obligó a Nestlé a ponerlo en práctica. En
California, las multinacionales de transgénicos gastaron más de 45 millones de
dólares en campañas mentirosas, para evitar que ese estado aprobara el
etiquetado y aún así casi la mitad de los votantes votó por etiquetar los
transgénicos. Si son inocuos ¿por qué las empresas no quieren decir que usan
transgénicos?
Avalancha tóxica: Los transgénicos usan mucho más agrotóxicos que sus
similares convencionales, ya que están manipulados para tolerar gran cantidad
de veneno. Por ello dejan hasta 200 veces más residuos de tóxicos en los
alimentos, y causan enormes daños ambientales. Como generan resistencia en
hierbas invasoras, ahora las empresas hacen transgénicos resistentes al 2-4 D,
componente del Agente Naranja usado como arma en la guerra de Vietnam, y a
otros tóxicos que se habían descartado por su alta peligrosidad. Varios
estudios científicos (Alemania, Austria, Argentina) mostraron que el glifosato
–el tóxico más usado con transgénicos– ha contaminado aguas subterráneas y agua
potable, encontraron residuos en la placenta de mujeres embarazadas y en orina
de habitantes de ciudades europeas, se lo vinculó a la enfermedad de Parkison, a
disminución de testosterona, a enfermedades gastrointestinales en ganado que
consume forrajes transgénicos, a deformación de larvas de anfibios y
deformaciones congénitas en humanos.
La lista sigue con otros ejemplos de daños, del uso
creciente de tóxicos que conllevan los transgénicos, del fraude de documentos
científicos y sentencias contra Monsanto en varios países por propaganda falsa
sobre supuestos beneficios de los transgénicos.
Los transgénicos son un fraude corporativo global contra
la soberanía, la salud y el ambiente.
*Investigadora del Grupo ETC
La Jornada
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