El oro de su anillo y la salud pública
Por Dr. Elmer Huerta
30/12/12
Viendo y escuchando a la distancia el levantamiento
comunitario en Cajamarca, me nació la curiosidad de leer acerca del modo en que
funcionan las minas de oro y su impacto sobre la salud pública en el área
geográfica en que operan. La verdad es que he aprendido muchas cosas, y este
artículo tiene como objetivo compartir algunos de esos conceptos con ustedes.
Quiero aclarar que cuando digo que “veo y escucho a
la distancia” es porque yo vivo en Washington DC, y para fines prácticos, estoy
convencido de que aquellos que viven en Lima o en cualquier otro lugar del Perú que no sea cercano a las minas de Yanacocha, también están “viendo y escuchando”
de esas manifestaciones a la distancia.
En la época de los Incas, el oro se encontraba en lugares en que los que el preciado
mineral estaba en enormes filones superficiales, prácticamente a la vista de
los que lo buscaban, o se encontraba en forma de enormes pepitas a orillas de
los ríos.
Don Raúl Porras Barrenechea escribe en su ensayo “Oro y Leyenda del Perú”: “el cronista oficial Pedro Sancho
habla, en 1534, de las minas de Huayna Cápac en el Collao, que entran cuarenta
brazas en la tierra, las que estaban custodiadas por guardas del Inca”.
En otro pasaje relata que “América precolombina
desconoció el hierro, pero tuvo el oro... En toda América hubo, en la época
lítica y premetalúrgica, oro nativo o puro que no necesitaba fundirse ni
beneficiarse con azogue, en polvo o en pepitas o granos que se recogían en los
lavaderos de los ríos o en las acequias; pero se desconoció, por lo general, el
arte de beneficiar las minas. "La mayor cantidad que se saca de
oro en toda la América –dice el Padre Cobo– es de lavaderos".
Pero esa maravilla natural se acabó hace mucho
tiempo, los colonizadores españoles arrasaron con todas esas minas “a flor de
piel” y explotaron además decenas de minas de oro, contaminando comunidades
enteras con el mercurio (azogue) que se usaba sin ningún control.
En la actualidad, el oro se encuentra como un
polvillo invisible, escondido y mezclado con muchos otros minerales en la
tierra.
Para extraer ese polvillo invisible de oro en
cantidades suficientes para que usted se pueda comprar un anillo o una cadenita
de oro, se necesita excavar, remover y procesar toneladas y toneladas de tierra
y minerales y usar miles y miles de galones de agua del subsuelo.
Se calcula que para obtener el oro necesario para
hacer un aro de matrimonio, se tienen que procesar 2,8 toneladas (2.800 kilos)
de tierra y minerales…
El problema que tienen los mineros es entonces cómo
hacer para obtener y procesar toda esa tierra y minerales en la que se
encuentra el oro.
Existen dos métodos:
1. Hacer enormes y profundos túneles debajo de la tierra
(socavones) y sacar la tierra en trencitos (o como se hacía antes, a lomo
humano con esclavos o indígenas)
2. Colocar poderosos explosivos en la profundidad y
provocar gigantescas explosiones para ablandar y exponer la tierra y los
minerales y luego fabricar un sistema de carreteras que lleve esa tierra desde
el fondo de esos enormes huecos a la superficie, a las plantas procesadoras.
El primer método es muy caro, peligroso y casi no
se usa. El segundo es el preferido en la minería moderna.
Una vez extraída de la profundidad, esa tierra es
químicamente procesada para extraer el oro que contiene, y es aquí en donde
empieza el problema con la salud pública… no hay mejor sustancia química para
extraer el oro de esa tierra que el cianuro, uno de los
venenos más potentes que existen en la naturaleza.
Sin llegar a los detalles técnicos, el proceso de
obtención del oro implica mezclar esas toneladas de tierra que se obtuvieron de
las explosiones con agua y cianuro (¿se imaginan las enormes cantidades de barro
venenoso que se producen?). En este proceso, el cianuro se pega al polvillo de
oro, por lo que luego hay que separarlos usando otros materiales químicos.
Gracias a esos otros químicos, el oro puro es
separado del cianuro y es luego purificado en otros pasos. El producto
final son esos famosos lingotes de oro puro que a veces vemos en la televisión.
El problema es que este tipo de procedimiento de
extracción del oro es muy pero muy poco eficiente. Hay necesidad de procesar
toneladas y toneladas de tierra para poder sacar un poco de oro.
Dependiendo de la fuente, y me he dado cuenta que
en este asunto de la minería del oro las opiniones son muy encontradas y las
pasiones muy fuertes, no se a quién creerle en el cálculo de cuánta tierra hay
que procesar para obtener un gramo de oro.
Este sitio (de la industria química del cianuro) dice que hay que procesar una
tonelada de tierra para obtener 10 gramos de oro.
Este otro sitio nos dice que para hacer un anillo
de matrimonio se necesita procesar 2,8 toneladas, mientras que este otro sitio
(auspiciado por un grupo que dice que el oro es “suciamente obtenido”) dice que
en la obtención del oro que se necesita para fabricar un anillo, se generan 20
toneladas de materiales de desperdicio.
Creo que los números van por ahí porque todos
hablan de toneladas, tanto de tierra por procesar como de desperdicios
contaminados, y esto nos lleva nuevamente al asunto de la salud pública.
¿Qué hacen las minas con todas esas toneladas de
barro mezclado con cianuro y otros químicos? ¿Cómo la procesan? ¿Cuánto tiempo
duran en el medio ambiente esos residuos? ¿Hay peligro de que esos químicos
almacenados en grandes lagunas se filtren al subsuelo y contaminen las fuentes
de agua? ¿Pueden producirse evaporaciones de
materiales tóxicos al aire cercano?, ¿Pueden esos vapores tóxicos viajar a
lugares más lejanos? ¿Qué cambios ambientales se producen al hacer esas enormes
excavaciones y cómo se afecta la salud de humanos, plantas y animales?
Obviamente los Estudios de Impacto Ambiental hechos
por la industria de la minería ponen siempre las cosas de color de rosa, pero
la experiencia indica que en cada mina se han producido siempre accidentes que
han ocasionado severos daños al medio ambiente y que han amenazado la salud de
los pobladores de lugares aledaños. En 1998 se produjo un derrame de aguas con
cianuro en una mina de propiedad canadiense en Kirguistán y miles de personas
río abajo tuvieron que ser evacuadas. Para una lista más amplia de accidentes
por contaminación visite este sitio.
Se sabe por ejemplo que la industria minera
canadiense genera un millón de toneladas de rocas de desperdicio y 950.000
toneladas de barro por día, lo cual produce 650 millones de toneladas de
residuos por año, calculándose que esa es la principal causa de polución del
medio ambiente por metales en la Columbia Británica.
Al respecto, se han documentado cuatro tipos de
problemas en el agua por la minería: drenaje de ácidos, contaminación
por metales pesados (plomo, cadmio, arsénico, cobalto, cobre y zinc entre
otros), polución por los químicos agregados para separar el oro y erosión y
sedimentación de partículas.
Lamentablemente no hemos encontrado documentación
específica sobre enfermedades causadas por la contaminación del medio ambiente
en los pobladores cercanos a las minas. Quizás esto sea porque casi no existen
poblados cercanos a las minas. Las minas están ubicadas en lugares inhóspitos,
muy poco poblados. Obviamente, las comunidades tienen muchos casos anecdóticos
de enfermedades entre sus pobladores, casos que lamentablemente no han sido sistemáticamente
estudiados. Interesantemente, los principales problemas de salud se
presentan entre los trabajadores de las minas, que tienen menor expectativa de
vida y altos índices de infección por el virus VIH.
El segundo gran problema con la minería del oro: el
consumo de agua
Y así como dijimos que la extracción del oro es muy
ineficiente y que se necesitan procesar toneladas y toneladas de tierra para
obtener un poco de oro, hay otro enorme problema de salud pública con este
método de minería: la gigantesca cantidad de agua que se necesita para mezclar
las toneladas de tierra con el cianuro. Al respecto, se ha dicho que el agua es
la principal víctima de la minería, y eso porque el agua de la mina debe
obtenerse del subsuelo, y se ha documentado que esa enorme extracción de agua
puede mermar la disponibilidad del líquido elemento en zonas aledañas.
Ciertas minas en el noreste del estado de Nevada,
por ejemplo, bombearon 580 mil millones de galones de agua del subsuelo entre
1986 y el 2001. Esa cantidad de agua es suficiente para alimentar a toda la
ciudad de Nueva York durante un año.
Se calcula que la minería del oro en el estado de
Nevada usa más agua que toda la gente del estado y que el agua del subsuelo ha
disminuido en más de 300 metros. Una de esas minas consume 100 millones de
galones de agua por día, lo cual es más agua de la que consume diariamente la
ciudad de Austin en el estado de Texas.
Este problema con el agua origina entonces
preguntas con respecto al agua de las zonas aledañas a las minas de Yanacocha
en Cajamarca. ¿Se afectarán las cabeceras de
agua? ¿Se podrá contaminar el agua de los pueblos río abajo? ¿Disminuirá el
agua en los pueblos río abajo?
En resumen, la minería
del oro es una de las actividades humanas más destructoras del medio ambiente,
especialmente sobre las fuentes de agua, pero se sigue haciendo porque genera
una enorme cantidad de riqueza, tanto para los dueños de las minas como para
las regiones geográficas que lo permiten.
La extracción del oro permite además que los seres
humanos luzcan orgullosamente sus joyas de oro (80% del oro del mundo se usa en
joyería) y que los gobiernos mantengan el valor de sus reservas económicas
(Hugo Chávez acaba de movilizar sus reservas de oro…).
Así es que la próxima vez que mire su anillo de
oro, piense que se necesitaron procesar casi 3 toneladas de tierra y miles de
galones de agua para satisfacer su vanidad.
Ecoportal.net
El Comercio
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