DE BOLIVAR A CHAVEZ
Mario Sanoja Obediente
Al comparar la vida y la obra cumplida por El Libertador Simón Bolívar con la vida y la obra que está
llevando a cabo el Comandante Presidente Hugo Chávez en Venezuela y en América
Latina, nos encontramos con interesantes paralelos que, por otra parte, todos
conocemos pero no lo admitimos públicamente. Bolívar no solamente liberó a 5
naciones y fundó cuatro sino que, secundado por el genio estratégico y organizador del Mariscal Antonio José de
Sucre, el soporte amoroso, intelectual y
militar de la hermosa quiteña Manuela Saenz y el apoyo de un ejército de
soldados que representaba el pueblo de la Patria Grande, derrotó a uno de los
imperios más poderosos de comienzos del siglo XIX, el imperio español. A partir
de 1824, año de la Batalla de Ayacucho que selló la independencia de Suramérica,
aquel imperio, en cuyo territorio nunca se ponía el sol, comenzó a degenerar
hasta ser finalmente batido política y militarmente en Cuba, Puerto Rico y Las Filipinas por el imperio
emergente, los Estados Unidos.
Bolívar, el Genio de
América, murió en 1830 en Santa Marta, Colombia, solitario en una casa de
hacienda que pertenecía a un terrateniente español, perseguido por sus
enemigos, particularmente el felón
Santander junto con la burguesía neocolonial colombiana y sus siniestros aliados:
el gobierno de los Estados Unidos, el traidor Páez y sus complices de la
burguesía neocolonial mantuana
venezolana, tanto la caraqueña como la
valenciana.
Bolívar, uno de los
hombres más grandes que haya parido la Humanidad, que ofrendo su fortuna y su
vida a la noble empresa de libertar la América
colonizada por el Imperio
Español, murió cercado por el odio de los burgueses, sólo y abandonado, sin amor, prácticamente preso y aislado en
una hacienda de la costa colombiana, sin
un pueblo que lo respaldara, sin una tierra amiga que recibiera con orgullo y
honor sus despojos mortales.
Lamentablemente, a
pesar del ciclópeo esfuerzo de Bolívar, Venezuela no pudo independizarse del dominio de los nuevos
imperios mundiales, los europeos y el USAmericano, surgidos en el siglo XIX ya
que, con el fervoroso apoyo de la burguesía mercantil y terrateniente
venezolana, nuestro país fue de otra vez neocolonizada por aquellos imperios, humillada militar y politicamentemente a inicios del siglo XX por el bloqueo naval
combinado de las potencias europeas para apoderarse de nuestro petróleo, so
pretexto de cobrarse una vieja deuda bancaria.
El General Cipriano
Castro, entonces Presidente de Venezuela y aliado del Presidente del Ecuador,
Eloy Alfaro, se enfrento y derrotó tanto a dichas potencias extranjeras como a la burguesía neocolonial venezolana
capitaneada (¡cuándo no!) por un banquero igualmente felón, el General Manuel
Antonio Matos. Los medios de prensa del
capitalismo internacional de la época, publicaban caricaturas de Cipriano
Castro mostrándolo como un mono, como un mico, no como un ser humano (¿nos
recuerda esto la imagen racista del Mico Mandante inventada por la miserable oposición venezolana, a la comparación que hacen hoy día la burguesía y los medios de prensa nacionales
e internacionales de la imagen del Presidente Chávez con un mono, con un mico?).
Es el precio que tienen que pagar los presidentes nacionalistas por defender el
honor de la Patria venezolana.
El Presidente
Comandante Chavez, como lo saben todos, particularmente sus enemigos de la
contrarevolución, se propuso liberar esta patria venezolana humillada,
escarnecida y vendida por la burguesía y los partidos políticos de la IV República,
convertida en una vulgar república bananera, en una colonia del régimen
capitalista que gobierna los Estados Unidos. Al
mismo tiempo propicio la creación de la ALBA, de UNASUR y del Banco del Sur que son los pilares
de la unidad y la liberación de América Latina. Nacionalizó las industrias
básicas, sobre todo la petrolera, la metalúrgica y las telecomunicaciones,
socializando la renta que ellas producen a través de las misiones sociales que
han revolucionado la sociedad venezolana.
Para combatir esas
gesta liberadora, el imperio USAmericano, apoyándose en la miserable burguesía
venezolana, construyó un muro de odio en torno al Presidente Chavez; con el
apoyo de la burguesía española y el régimen del felón Aznar, de Uribe Velez y
la narco-oligarquía colombiana concibió y ejecutó el fallido golpe de Estado
del 11 de Abril y el genocida sabotaje
de las instalaciones de PDVSA de Diciembre de 2002 que casi destruyó el Estado
Nacional Venezolano.
El Presidente Comandante Chávez condujo inteligente y
valerosamente esa dura batalla que libró durante tres meses el pueblo patriota
venezolano, logrando derrotar finalmente al Imperio y sus lacayos locales. Pero
no iba a ser la única: otras batallas fueron libradas y ganadas posteriormente
contra el imperio y la burguesía
venezolana, culminando en 2012 con nuestra independencia del régimen
neocolonial impuesto por la IV República.
Pero el liderazgo
ejercido en todo momento por el Presidente Comandante, tuvo como contrapartida
un stress severo somatizado, posiblemente, como un cáncer. Pero ello tampoco
detuvo el elán patriótico del Presidente Chávez; al día siguiente de cumplir la
última sesión de quimioterapia, se lanzó a una larga y agotadora campaña
electoral. El candidato opositor, si bien era un simple de espíritu, era el
monigote de la más organizada y mejor financiada campaña contrarevolucionaria organizada
por el Imperio contra un país latinoamericano, contra Venezuela y contra nuestro
Presidente Hugo Chávez.
Al igual que ocurrió
con el Padre Libertador, el stress producido por la miserable campaña de odio contra el Presidente Chavez
hizo mella en su fuerte humanidad. Pero a diferencia de Bolívar, Chávez si tiene una patria, no está solo, ha sido
operado con éxito y con mucho amor en Cuba, tiene el respaldo, el amor y la
admiración de millones de personas tanto en Venezuela como en América Latina y
el resto del mundo que lo consideran como el líder mundial de la Revolución
Social. Así como el Imperio Español comenzó a languidecer después de la batalla
de Ayacucho, la declinación del Imperio de los Estados Unidos comenzó aproducirse
después de la derrota del 2002, cuando perdió la Joya de su Corona, Venezuela,
así como la cuantiosa renta imperial que
extraía hasta entonces de esta ex –colonia.
El Comandante
Presidente Chávez tiene todavía mucho que hacer en este mundo. La batalla por
construir el Estado Comunal Popular en Venezuela, apenas comienza; la derrota
de la contrarevolución venezolana fue
sellada en las elecciones del 7 de Octubre y el 16 de Diciembre de 2012;
la fase estratégica que consolide la Revolución, comenzará en Enero 2013; la
esperada victoria electoral en las elecciones de alcaldes de Mayo 2013
consolidará el nuevo mapa político socialista rojo rojito de la sociedad venezolana.
A partir del Nuevo
Año 2013 la decadencia del capitalismo se convertirá en estructural, encarnando
el verdadero final del mundo antiguo, mientras Suramérica y el ALBA se
consolidarán como un polo de poder mundial y la
burguesías recibirán severos golpes; el mapa político de algunos países
suramericanos aliados del Imperio, cambiará, la democracia participativa y
protagónica del poder popular se impondrá sobre la dictadura de las elites
burguesas.
Para comandar nuestro
pueblo en esta hora crucial de la Humanidad, necesitamos al timonel de la
Revolución, Presidente Comandante Hugo Chávez como el ideólogo de este proceso
histórico y a Nicolás Maduro como su fiel y gallardo compañero de lucha,
comandando este liderazgo colectivo de la Revolución que Chávez, sabiamente,
supo construir. Viviremos, triunfaremos y prevaleceremos sobre el Imperio y sus
lacayos. Parafraseando la consigna de los camaradas ecuatorianos: ¡Alfaro Vive,
Carajo!, gritemos también nosotros con alegria: ¡Chávez Vive, Carajo!
Caracas, 25-12-2012.
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