¿Qué tienen en común perfumes y pesticidas?
Por Ana Cerrud
Perfumes y pesticidas tienen en común uno de los más agresivos
contaminantes ambientales y peligroso agente patógeno para la salud, los
ftalatos, disruptores endocrinos que se relacionan con casos de pubertad precoz,
cáncer infantil y autismo.
Estos disruptores endocrinos se incorporan a productos tan dispares como
perfumes y pesticidas para "plastificar" los fluidos y fijar los olores o la
permanencia del producto en la superficie en la que se aplican y hacerlos más
comerciales, pero pocas veces son componentes estructurales o que no se puedan
sustituir.
Interés Internacional
El VI Congreso Internacional de Medicina Ambiental que se celebró en junio en
Madrid identificó patologías por contaminación ambiental, los disruptores
endocrinos, entre otros, como cáncer, enfermedades neurodegenerativas,
trastornos del comportamiento, infertilidad y enfermedades emergentes como el
síndrome de sensibilidad química múltiple (SQM), la fibromialgia y la fatiga
crónica. Dolores Romano, ingeniero agrónomo del Instituto Sindical del Trabajo,
Ambiente y Salud (ISTAS), presentó las conclusiones del Congreso de Riesgos para
la Salud Pública y Medio Ambiente como punto de partida para el debate.
Entre las recomendaciones establecidas, mencionó la importancia del
etiquetado en los productos, para identificar sustancias de riesgo, (en
nanotecnología y transgénicos) y ante las nuevas enfermedades relacionadas con
los campos electromagnéticos (cáncer, entre otras), fijar limites legales
máximos de contaminación, a nivel internacional.
Subsport
La Unión Europea puso ya en marcha un portal gratuito "on line" para
intercambio de información sobre sustancias y tecnologías alternativas a los
químicos tóxicos identificados.
Sobre el impacto en la salud humana de los contaminantes orgánicos
persistentes, como los disruptores endocrinos, destacó su relación probada con
alteraciones en el sistema reproductor masculino (criptoquidia, hipospadias y
reducción de la calidad del semen) y femenino (pubertad precoz, reducción de la
fecundidad, abortos espontáneos, ovarios poliquísticos, endometriosis) y
cánceres en órganos hormono dependientes como mamas, próstata, testículos y
tiroides.
Se estableció, por otra parte, la relación de estos disruptores con daños en
el sistema neurológico y la causa de enfermedades metabólicas como diabetes y
obesidad o del sistema neuroinmunológico, como el SQM, fatiga crónica,
fibromialgia y esclerosis múltiple.
La dosis hace el veneno
Según los estudios de Nicolás Olea, de la Universidad de Granada, recordó
Romano, dosis bajas de disruptores endocrinos pueden dar lugar a efectos más
potentes que dosis altas, por lo que se invita a la ciencia a revisar el
concepto establecido "la dosis hace el veneno" y destaca la importancia de las
mezclas en los síndromes por contaminación ambiental.
Estas dolencias, explicó, raramente se deben a una única sustancia tóxica,
sino a una mezcla compleja de químicos cuyos efectos pueden ser aditivos y
sinérgicos, con efectos en conjunto superiores a los individuales. La respuesta
de la sociedad y la administración a estos descubrimientos científicos, señaló
Romano a EFEverde, debe ser la prohibición total de los disruptores en los
productos de consumo, cuya acción se conoce, además, puede afectar a los
descendientes, por la modificación de la línea germinal, origen de
espermatozoides y óvulos.
En cosmética y plaguicidas, desde donde llegan mas frecuentemente al entorno,
son completamente prescindibles y ya hay otras alternativas en el mercado que no
suponen mucho sacrificio y sí sentido común, destacó Romano, que apuesta por la
presión del consumidor para lograr cambios. Y recomienda a nivel individual,
medidas de autoprotección, sin olvidar la responsabilidad del ministerio de
Sanidad y de Alimentación y Medio Ambiente de informar a los grupos de riesgo
para evitar la contaminación.
La mejor formula de Romano ante las dudas: agua, jabón y vinagre, para la
limpieza de casa y agua, jabón, piedra de alumbre o limón para el aseo. "No hay
que complicarse tanto la vida", declaró.
Tóxicos tambien en la alimentación
Entre los ponentes internacionales, el especialista mexicano Javier Hernández
Covarrubias, que identificó los carbohidratos simples, por su adicción y
toxicidad, como los grandes contaminantes en la alimentación. Las madres
jóvenes, dijo, "son la generación del cambio", porque con la información
suficiente controlan la entrada a los hogares y la exposición de los niños a los
cerca de 500 químicos con los que un individuo tiene contacto a diario. Autor de
la "Guía para vivir sano en un mundo tóxico", el alergólogo y
otorrinolaringólogo mexicano señaló que las enfermedades degenerativas y crónicas
de origen inmunológico, relacionadas con la contamianción ambiental, se han
convertido en una "epidemia mundial.
Ecoportal.net
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EFEverde
http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Salud/Que_tienen_en_comun_perfumes_y_pesticidas
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