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domingo, 7 de octubre de 2012

7 DE OCTUBRE: CHÁVEZ CON LA ALEGRÍA DEL PUEBLO O LA SUMISIÓN AL IMPERIO


7 DE OCTUBRE: CHÁVEZ CON LA ALEGRÍA DEL PUEBLO O LA SUMISIÓN AL IMPERIO
Raúl Isman 


Octubre de 2012.


Las elecciones que el próximo domingo se realizarán en la patria (chica) de Simón Bolívar distan enormemente de ser un comicio común y rutinario. Se pone en juego nada menos que la vigencia y futuro del proceso independentista; ya que la potencia y el liderazgo de la figura del comandante han sido fundamentales para fortalecer el amplio espacio de movimientos sociales, partidos políticos y gobiernos populares que- más allá de contradicciones internas en el propio conglomerado- ha limitado la perversa influencia del imperio del norte en nuestra región. Por otra parte, ha sido decisivo para los avances de los mecanismos de integración que, como la Unasur y el Mercosur, han hecho de Sudamérica casi un territorio de paz y de la segunda de las instituciones nombradas una potencia económica mundial.

No es casual que el candidato de la derecha neoliberal y (pro)imperialista, Henrique Capriles Radonzki haya minimizado (por no decir bastardeado) la cuestión de la independencia al equiparar la lucha por un estado y nación soberanas al necesario combate a librarse contra la delincuencia (como si la hubiese creado Chávez) o a tener suministro eléctrico sin cortes. Es natural que el gobernador que obstaculizó la presencia de médicos cubanos para favorecer a los sectores populares por el origen nacional de los facultativos o el forajido que asaltó -en flagrante violación del derecho internacional- la embajada cubana en Caracas durante la fallida asonada golpista del 2002 tenga una mirada tan rastrera y vulgar de cuestión tan fundamental para la marcha y los sentimientos de todo pueblo. Pero es muy difícil - por no decir imposible- que un pueblo lo eligiere, como coinciden la mayoría absoluta de los sondeos previos. De allí que la derecha ya prepara un escenario de desestabilización, que incluye denuncias de fraude y posibles acciones violentas, con objetivos precisos. De mínima inducir a ciudadanos vacilantes a votarlo de modo de “sacarse” de encima la presión imperialista y de máxima avanzar hacia la desestabilización de las instituciones democráticas; invasión imperialista incluida.

Si Chávez gana finalmente en las urnas, no sólo será fiesta del pueblo venezolano. También celebrarán los pueblos europeos sumergidos por el yugo neoliberal y los latinoamericanos que ya transitamos otro camino, así como los que aún se hallan sometidos por completo al imperio.

Pero tampoco podemos permitirnos el ejercicio de un chavismo acrítico, puramente seguidista y bobo. La distancia entre el valor político del comandante y sus cuadros organizacionales y de gestión gubernamental resulta abismal y en ello residen las (muy menguadas) chances de la mesa de la unidad (no muy) democrática. Muchos alcaldes y gobernadores se (tra)visten de chavistas no para favorecer al pueblo; sino para sabotear desde adentro la marcha de la revolución bolivariana. Tales son algunos puntos débiles del espacio bolivariano y deben ser muy cuidadosamente abordados en los años siguientes. Las iniciativas anteriores impulsadas por Chávez (la fusión obligatoria de todas las fuerzas que lo apoyaban en el PSUV) se han mostrado fallidas. No existen garantías completas y absolutas en lo organizacional. Pero sin una fuerza medianamente confiable es casi imposible articular políticas que lleguen efectivamente a sus destinatarios. Y la organización resulta decisiva para que la revolución bolivariana proyecte su vida, más allá del tiempo (esperemos que lo más prolongado mejor) en que el comandante Hugo Chávez habite en este mundo. Domingo y lunes a festejar. Y luego a comenzar los necesarios debates nombrados.

http://www.redaccionpopular.com/node/6238

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