ONU, Reserva estratégica de Cooperación y Paz
Rafael Amador Olivares*
En anteriores artículos, se ha
esbozado de manera general que la ONU tiene como objetivo principal el
mantenimiento de la paz y seguridad internacional que, en función de este
objetivo, su diseño en términos de funcionamiento y competencias no es el idóneo
y que, para cumplir a cabalidad con el objetivo mencionado, debe de realizarse
una reforma a su instrumento constitutivo.
Sin embargo, la carta de la ONU
establece dos objetivos adicionales al anteriormente señalado: 1) realizar la cooperación internacional en aras de la solución de problemas
internacionales de carácter económico, social, humanitario, cultural, etc.; y 2) fomentar entre las naciones las relaciones de amistad basadas en el respeto a
todos los principios establecidos en la carta (principio de igualdad de soberana
y de derechos entre los Estados, cumpliendo de buena fe las obligaciones
contraídas y respetando la libre determinación de los pueblos, entre otros).
En relación al objetivo de
llevar a cabo la cooperación internacional, y a pesar de ciertas cortapisas o manifestaciones de
poder dentro de la ONU que contaminan la consecución de este objetivo, la labor
de la misma, ciertamente, ha sido no solo loable sino también
titánica.
La cooperación internacional que
la Asamblea General (AG) junto con el Consejo Económico y Social (ECOSOC) a
través de los Órganos Subsidiarios de la ONU, prestan a los países pobres y
menos desarrollados (dejando por el momento a un lado los Órganos
Especializados de las Naciones Unidas), se
ha dado en todos los ámbitos posibles.
La AG, desde los años 60s del siglo XX, viene
impulsando de manera sistemática y permanente un nuevo Orden Económico Internacional
acorde con las realidades de pobreza y subdesarrollo que, por uno u otro motivo, padecen mas de la mitad de los países
del mundo. Lo anterior está plasmado en los Decenios de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (desde 1960 hasta el año 2000), entidad que, entre otras cosas, establece que el 0,7% de los países desarrollados debe aportar como Ayuda
Oficial al Desarrollo (AOD).
El mismo foro de la AG sirvió para que los países
del entonces llamado Tercer Mundo crearan la Conferencia de las Naciones Unidas
para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD-1964), a través de la cual esos países
alcanzaron algunos beneficios en términos de intercambio comercial y
desarrollo. Las Resoluciones 3,201 y
3,202 de la AG -que tuvieron su motivación en la Conferencia de los Países No
Alineados en 1973-, hace referencia directa al Nuevo Orden Económico
Internacional y al Programa de acción para
el establecimiento de ese Nuevo Orden Económico Internacional que llama a los llamados países desarrollados a asumir una voluntad política consecuente y a tomar
medidas urgentes frente a las necesidades de los países empobrecidos (llamamiento que
es extensivo a las Empresas Trasnacionales y a otras compañías monopólicas que
se aprovechan de la situación y expolian a los países en desarrollo). Debe reconocerse, no obstante, que hasta hoy, esa asignatura sigue aún pendiente.
De la misma manera, la AG ha
impulsado la firma de importantes Declaraciones que política y moralmente
obligan, principalmente, a los Estados enriquecidos a reconocer los derechos y deberes
económicos de los Estados.
El Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de las Naciones Unidas para el
Desarrollo Industrial (ONUDI) prestan valiosas contribuciones a los países empobrecidos en lo que atañe a la promoción y aceleración de la
industrialización en dichos países (no sólo con asistencia técnica, sino también con financiación a proyectos concretos).
Además de lo anterior, la AG ha logrado
importantes contribuciones en muchos ámbitos a través de las Conferencias sobre
Medio Ambiente y Desarrollo; de ahí surge el “Programa 21”; la Conferencia de
Naciones Unidas sobre Población y Desarrollo (que arranca en El Cairo en 1994); la Cumbre de Desarrollo Social (que viene desde 1995 en Copenhague y que tiene
como ejes principales: la erradicación de la pobreza, la
promoción del pleno empleo, entre otros); la Cumbre Mundial sobre la Mujer; la Conferencia de las UN sobre Asentamientos
Humanos y la Cumbre Mundial sobre la Alimentación entre otras.
El ECOSOC, trabajando
estrechamente con la AG, coordina junto con las Comisiones Económicas Regionales
(CEPAL en el caso de América Latina) estudios y aspectos relacionados con el
desarrollo en las respectivas regiones (estudios económicos, asesoría técnica,
etc.).
En el ámbito de la protección y
promoción de los Derechos Humanos, la ONU también ha hecho grandes
contribuciones a la humanidad. A través del ECOSOC, Naciones Unidas no sólo
cuenta, desde sus inicios, con un Comisión de Derechos Humanos (1947), sino también con la “Declaración Universal de los Derechos
Humanos”, el Instrumento más importante en materia de Derechos Humanos. (Dicha declaración la hizo pública la AG un año después). Se ha ha logrado así mismo, a través de diferentes
conferencias, la firma de numerosos Instrumentos no menos importantes tales
como: El “Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales”
(Derecho al trabajo, en condiciones dignas, derechos sindicales, a la seguridad
social, a un nivel de vida adecuado, entre otros) y el “Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos” (integridad, prohibición de la tortura, la libertad personal, la
tutela judicial efectiva, las libertades de pensamiento, asociación y reunión,
a los derechos de las minorías, etc.). Si bien es cierto la firma de estos
instrumentos no obligan de manera vinculante a los Estados firmantes, si
representan obligaciones políticas y morales y se puede afirmar que la mayoría
de los Estados actúa en correspondencia con estas Declaraciones.
Complementariamente a las
Declaraciones mencionadas, se han firmado otra serie de convenciones tales como:
la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, la Convención
sobre los Derechos Políticos de la Mujer, la Convención Internacional sobre la Eliminación
de todas las formas de Discriminación Racial y contra la Mujer.
La creación del Alto
comisionado para los Refugiados (ACNUR), el Programa Mundial de Alimentos
(PMA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Niñez y la Infancia (UNICEF), El
Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), entre otros Órganos
subsidiarios, también han contribuido en la solución de los respectivos problemas.
Ciertamente, dimensionar la
contribución de las Naciones Unidas a lo largo de su historia, es una tarea
gigantesca y, más aún, lo que queda por realizar. Sin embargo, que sirva esta
pequeño articulo como reconocimiento a esos fructíferos 67 años en la realización
de la Cooperación Internacional y el Fomento de la Amistad entre los Pueblos.
*Rafael
Amador Olivares
Máster
en Relaciones Internacionales
Docente
Investigador del Centro Regional de Estudios Internacionales (CREI)
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