EL AUTOGOLPE DE ESTADO DE ARNULFO
ARIAS
Por Olmedo Beluche
Arnulfo Arias Madrid es una de las figuras emblemáticas de la
política panameña del siglo XX. Fue el líder carismático de las masas populares
durante seis décadas, vivió muchos años en el exilio, fue varias veces candidato
presidencial, las ocasiones en que "perdió" lo fue por fraudes electorales,
asumió la Presidencia en tres ocasiones de las que salió siempre por la vía
forzosa de golpes de Estado. Pero pocas personas saben, o han caído en cuenta,
que Arnulfo también realizó un verdadero golpe de Estado, aunque fracasado, el 7
de mayo de 1951.
Ese día el presidente Arnulfo Arias emitió un Decreto que dejaba sin
efecto la Constitución vigente de 1946, restituía la de 1941, disolvía la
Asamblea Nacional, ponía en situación de interinidad a los magistrado de la
Corte Suprema de Justicia, suspendía la garantías constitucionales. El día
anterior ya había procedido a arrestar a prominentes políticos y diputados
opositores, como: el ex presidente Ricardo A. De la Guardia, Manuel Quijano
(hijo del ex presidente Enrique Jiménez), Roberto Arias, César Quintero, Carlos
I. Zúñiga, Manuel Solís Palma, Rómulo Escobar, Hugo Víctor y varios más. Incluso
la noche del 6 de mayo un grupo de policías de "la secreta" a sus órdenes atentó
contra la vida de los diputados Jorge Illueca, David Samudio y Norberto Navarro.
Un golpe de esa naturaleza no fue recibido de manera impasible: entre
el 8 y el 9 de mayo, múltiples sectores profesionales y laborales se declararon
en huelga. Paralizaron sus labores educadores, médicos, algunas instituciones
públicas, todo el comercio de la avenida Central, las tiendas de abastos, hasta
el transporte público se paralizó. La Corte Suprema de Justicia repudió el
decreto considerándolo carente de base jurídica, el órgano legislativo se negó a
acatar su disolución y declaró al presidente Arias como usurpador. En una
inusual declaración, la Iglesia Católica dispuso "ponerse en pie de
guerra" hasta que la Constitución del 46 fuera restituida. El ministro
Ricardo Arias E. y el contralor Henrique de Obarrio renunciaron.
Millares salieron a la Plaza de Santa Ana a protestar arengados por
los dirigentes del Frente Patriótico y otros políticos opositores. Pero otros
cientos acudieron a la Presidencia a apoyar a Arnulfo Arias, donde se
atrincheraron. El 9 de mayo se registraron enfrentamientos y murieron tres
personas con más de 100 heridos de bala. Cuando finalizaron los enfrentamientos,
consolidado el contragolpe del 10 de mayo, la lista de muertos llegaría a 9, los
heridos eran cientos y los detenidos superaban los mil.
¿Qué causas motivaron a Arnulfo Arias a emitir el decreto del 7 mayo?
Recordemos que, producto del final de la Segunda Guerra Mundial y del cierre de
las bases militares posterior al movimiento del 47, el país que dependía de la
soldadesca norteamericana para alimentar una economía de "burdeles y cantinas",
casi sin mercado interno, sin industria y una raquítica agricultura, se sumió en
una profunda crisis económica. El gobierno estaba sobregirado, el déficit
público era tremendo, se cerraron entidades públicas, se despidieron
funcionarios y rebajaron sueldos, la inflación era intolerable. Desde las
elecciones de 1948, que le habían robado a Arnulfo Arias, y el posterior golpe
contra Daniel Chanis y Roberto Chiari, por parte de los comandantes de la
Policía Nacional (José Remón Cantera, Bolívar Vallarino y Saturnino Flores), ya
se estaba produciendo una disputa entre las élites económicas por el control de
los pocos negocios que producían ganancia, como el matadero de reses (controlado
por los militares y los políticos del Partido Liberal Doctrinario).
La crisis política del 48-49 se había resuelto cuando los militares
pactaron con Arnulfo Arias su reconocimiento como presidente a cambio de que sus
intereses no fueran tocados. Pero la crisis económica continuó profundizándose.
Durante el año y medio que gobernó Arias, intentó varias medidas para enfrentar
la crisis fiscal, pero otras, como la Convención de Reclamaciones con Estados
Unidos, agravaron la situación. Los bancos internacionales no aflojaban sobre el
cobro de la deuda externa. A todos esos inconvenientes se le sumaba la oposición
sistemática de la Asamblea donde su partido era minoritario. Para colmo de males
rompió su alianza con los militares al intentar quitarles el monopolio sobre el
matadero. Sumado todo lo cual, a inicios de mayo del 51, corrieron rumores sobre
la quiebra de los bancos estatales, principalmente la Caja de Ahorros, y empezó
una fuga masiva de fondos.
La grave crisis económica y fiscal, así como la disputa de las
fracciones de la clase dominante por el control del aparato estatal y los
negocios, es lo que gravita detrás de los cruentos sucesos de mayo de 1951.
Parece una disputa entre dos fracciones de la burguesía panameña, una asentada
sobre el sector agrario, en torno a Arnulfo Arias; otra impulsada por los
comerciantes de la ciudad de Panamá, que expresaba los sectores tradicionales
encumbrados al inicio de la República. Aunque el decreto del 7 de mayo está
revestido del lenguaje anticomunista de la época macartista, es esa disputa
económica el verdadero móvil del intento de Arnulfo por hacerse con el control
completo del Estado. El decreto argumenta que "la Constitución de 1946
contiene normas que imposibilitan l adopción de providencias para conjurar la
grave crisis económica y fiscal".
La falta de tacto político
y su incapacidad para hacer aliados, una característica que le acompañó toda su
vida, permitió que los sectores que se habían enemistado con Remón Cantera en la
crisis del 48-49, e incluso los sectores de la izquierda, como el Frente
Patriótico y el Partido del Pueblo, acabaran en una manifestación masiva ante el
cuartel central de la Policía, el 9 de mayo, solicitándole que depusiera a
Arnulfo Arias. Durante las cuarenta y ocho horas críticas Remón se dio el lujo
de recibir en su casa tanto a los ministros Arnulfistas como a los opositores,
todos los cuales apelaron a él para que fuera el árbitro dirimente de la crisis
política. Así sucedió el golpe de estado del 10 de mayo, el débil gobierno
transitorio de Alcibíades Arosemena, y el camino a entronización como presidente
en 1952 en unas elecciones completamente controversiales.
Bibliografía
Araúz, C. y Pizzurno, P. Estudios sobre el Panamá republicano
(1903-1989). Manfer, S.A. Panamá, 1996.
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