Poema de Tomás a Sandino
Managua. Radio La Primerísima. | 1 mayo de 2012
El general era león
traficado y enorme. Parecía montaña
de lumbre, de luna llena
de héroe diciéndolo al oído
y todos oyeron
Se ponía un pie en la cabeza
-contaba, su amigo, mi padre-
y hasta los dos.
Por eso fue fehaciente y venado
el ojo contagioso
para mirar lejos lejos
con el corazón amarrado
a las chispas de un sombrero
despejado del desdén.
Con los ojos listos para mirar azul
desde sus ojos grises
con los que vio a Blanca
doblada de lágrimas
por una ola que parecía beso
No tenía miedo a la paz nos decía Carlos
me refiero a Carlos Fonseca
el de la alondra que comía banderas
ni a la muerte, ni a la curva del camino
una emboscada era cosa de niños
dos o tres, después las hacía Fidel y el Che
mientras dormían los ruiseñores.
No se comía las uñas
no le salían callos
solo en el dedo índice,
las botas en las tierras húmedas
de varias leguas a la redonda
parecían caminar de puntillas
trinar y rugir y muchas cosas
cantar si Adelita se fuera con otro
y los invasores son hijos de puta
para hacerles el corte de chaleco
cuando los venados miraban a los
pájaros saltar a la suavidad
y hasta hacer muñecos de zacate
para engañar a los aviones
pero no mentía
era leal como niño recién nacido
y se puso serio, encabronado
y Bolívar a la hora de la muerte.
Lo enterraron en una gran mañana
mientras los relojes marcaban todas las horas
y nosotros caminábamos sacudiendo el sueño de los ojos.
Tomas Borge - Abril 2009
http://www.rlp.com.ni/noticias/general/119457/poema-de-tomas-a-sandino
No hay comentarios:
Publicar un comentario