En estos momentos la dinámica de las noticias y los acontecimientos que ocurren en el mundo hacen difíciles las reflexiones sobre el porqué de algunas cosas y no permiten profundizar en otras.
La invasión y destrucción de Libia como nación, se ha producido ante los ojos de toda la humanidad que ha asistido paralizada ante un hecho vandálico, atroz y totalmente ilegal. Se escriben y seguirán escribiendo millones de cuartillas sobre el tema, pero el hecho esta consumado y no tiene marcha atrás.
Cabría preguntarse ¿Dónde están las naciones y políticos sensatos en el mundo? ¿Hasta dónde llegaremos?
Creo que debemos cuestionarnos el papel que deben jugar los principales actores en el mundo actual. No se trata solo de endilgarles responsabilidades a quienes no las quieren tener. Se trata de exigírselas a quienes se jactan de tenerlas y hacen hasta lo imposible para restregárnosla por la cara constantemente.
Aparentemente después de Afganistán, Iraq y Libia se está poniendo en capilla ardiente a Siria e Irán, que ya lo estaba, pero su posición firme y las demostraciones de su voluntad férrea de luchar hasta el final, hicieron que se “pospusiera” hasta momentos más propicios. No están exentos de entrar en la palestra Argelia, Corea del Norte, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Cuba. El orden depende de cual consideren más débil y en cual han surtido mayor efecto las operaciones psicológico-informativas que se desarrollan en estos países.
Es relevante señalar que en el contexto de este plan macabro, juega un papel primordial las posiciones que asuman las potencias no involucradas en el proyecto de Occidente: Rusia y China.
Siendo más preciso, creo que la posición de Rusia es mucho más relevante que la de China. Las razones son obvias, Rusia es un país con tradiciones como gran potencia que posee no solo un potencial considerable, sino que además tiene una mentalidad que se acerca más a la de una Gran potencia. Los chinos por su parte poseen los deseos, pero les falta la filosofía. No basta para ser gran potencia con tener un país grande y una economía fuerte. Ni siquiera un ejército poderoso basta para tener el suficiente peso en el mundo para que se le considere como una Gran Potencia.
Uno de los rasgos característicos de las Grande potencias es su capacidad para tener y mantener aliados, que juegan un papel importante en la defensa de los intereses de las grandes potencias. Una gran potencia sin aliados es como un tanque sin estera. Los chinos tienden a medir todo en ganancias materiales y poco piensan en lo estratégico y lo político. En términos geopolíticos 2 + 2, no es 4. Los EE.UU no son Gran potencia por sus recursos, sino por la capacidad de emplearlos en función de sus intereses. Japón fue hasta hace poco la segunda economía mundial, pero su peso en la arena internacional era casi nulo, para ellos era más importante que las cuentas estuvieran en números positivos que jugar un papel trascendente en la arena internacional.
En el caso de los rusos, para nadie es un secreto que ese enorme país posee recursos inmensos. Rusia tiene en su territorio de todo tipo de materiales y sustancias, en cantidades que suman las reservas del mundo. Ellos pueden cerrar sus fronteras y vivir de lo que tienen. Pero esto no la hace una Gran potencia.
La visión de Lenin de que la Unidad de los Soviets y la integración de las naciones vecinas en la URSS eran la fortaleza de la nación, permitió crear una sociedad multinacional que ocupo rápidamente un lugar fundamental en el mundo. El peso de la URSS en la arena internacional era incuestionable y este se fue agrandando en la medida en que al eje soviético se fueron incorporando otros países de otras regiones del mundo. Vivimos durante mucho tiempo una era de equilibrio no exenta por supuesto de tribulaciones.
En la actualidad Rusia heredó de esta Gran nación no solo parte de su territorio y buena parte de sus recursos, creados por la nación multinacional y su pueblo con enorme dosis de sacrificio y perseverancia, sino y la responsabilidad de ejercer el peso que le corresponde en la arena internacional.Su puesto en el Consejo de Seguridad, su participación en múltiples organismos internacionales y la importancia de su economía para la estabilidad del mundo, son ahora más que nunca indispensables para la seguridad mundial.
El poder es para ejercerlo no para restregárselo a los demas.
Ahora cabe preguntarse ¿Está jugando Rusia su papel?
Muchos piensan que no. Otros que sí.
Pienso y estoy seguro que no soy el único que lo hace, que Rusia esta distante del papel que debería jugar en la palestra internacional y no solo en lo económico, sino también en lo político. Los acontecimientos actuales lo demuestran. No existe aparente obstáculo para detener esta avalancha de agresiones y robos descarados a los que están siendo sometidos los países más pequeños, pero que poseen recursos naturales estratégicos para las naciones desarrolladas.
El sistema de relaciones internacionales está siendo cambiado ante nuestros ojos sin que muchos se percaten y nadie haga nada para impedirlo. Los que quieren, quizás no tengan todos los recursos y el peso suficiente para hacerlo y los que tienen, no lo ejercen. Así las cosas miremos a nuestro alrededor y observemos como han cambiado las cosas. La ONU ya prácticamente no existe como organización, la Asamblea General es una farsa, un prominente político norteamericano sentenció que si se quitaban 6 pisos del edificio de la ONU no pasaba nada.
Ahora tenemos que los han quitado todos, solo queda uno, el del Consejo de Seguridad. Pero además se cambió la Carta de la ONU y no nos hemos dado cuenta y sino ¿cómo comprender que para lo único que se reúne este “Consejo” es para declarar guerras e imponer sanciones? Creo que lo único que falta es llamarlo Consejo de Inseguridad. Observemos como los órganos de derechos humanos solo aprueban resoluciones contra los países pobres y dejan pasar las atrocidades que los ricos y sus “socios” cometen con toda impunidad.
Los órganos financieros internacionales, roban descaradamente el dinero de los países pequeños y no pasa nada. Ya no se trata del intercambio desigual, se trata de robo a mano armada al clásico estilo del Oeste norteamericano. Vemos como los organismos que se crearon para apoyar a los países en resolver sus problemas financieros como el FMI y el Banco Mundial, se han convertido en “aves carroñeras”, cuyas funciones corresponden más con organizaciones mafiosas, que con las de una entidad cooperativa.
Observamos como una OMC, creada supuestamente para ordenar el comercio internacional, sirve para esquilmar y representar los poderes de las transnacionales. Por demás y como si no bastara con esto, existe una policía internacional que posee poderes sui generis. Por un lado tiene Medios de difusión propios que se encargan de difundir solo sus versiones de los “delitos” que cometen otros, por otro, posee un “Consejo” que aprueba con increíble rapidez las solicitudes de acción contra los “delincuentes” internacionales que ella decide castigar.
Por si fuera poco ostenta un aparato de propaganda y diplomacia que prepara a la opinión pública para “comprender” cuán importante y justa es su labor. Para rematar tiene un tribunal muy pintoresco, que aprueba todas las ordenes de “arresto” que ella emite y que posee reglas muy originales, entre las cuales se encuentra la de que no puede procesar a….los policías.
Así las cosas, nos encontramos con dos Grandes potencias como Rusia y China que parecen pintadas en la pared. Es realmente lamentable la posición rusa que parece no poder librarse de la concepción soviética de “cooperación con occidente”. Son múltiples los ejemplos de esta mentalidad que rige a algunos dirigentes rusos y dañan el papel que ellos deben jugar en la palestra internacional.
Para nadie es un secreto cómo EE.UU utiliza el chantaje, la falta de ética, la mentira y el actuar mañoso en sus relaciones internacionales. Sobran ejemplos para demostrar esto. La historia está plagada de los artilugios que emplean los políticos norteamericanos para lograr sus objetivos. De ahí ha surgido la famosa frase de que: EE.UU no tiene socios, solo intereses. Es por ello que parece en muchos casos incomprensible la posición rusa.
Recientemente, el Presidente ruso Medvedev en un viaje a Italia propuso a Europa la creación de un Escudo Antimisil europeo donde se integraría a Europa y Rusia y que “protegería” al continente europeo de ataques con misiles y otras armas de destrucción masiva. Es difícil pensar como a la dirigencia rusa se le ocurre tal propuesta. ¿Contra qué enemigo estaría pensado este Escudo? ¿Cómo es posible que dos partes contrapuestas puedan idear una defensa común? ¿Es que acaso Rusia no sabe que Europa es aliada incondicional de EE.UU? ¿Es que Rusia no sabe que EE.UU no permitiría nunca que se instale en Europa un Sistema antimisil que no sea el suyo? Parece tan ingenua la propuesta que cuesta trabajo pensar que fue real. Por un lado EE.UU y por ende Europa, nunca verá a Rusia como un aliado.Esta es demasiado grande y poderosa como para que EE.UU no la vea como un peligro para sus apetencias hegemónicas.
Por otro lado, los rusos sabían que los EE.UU necesitaban tiempo, pues el famoso proyecto de la Guerra de la Galaxias promovido por Reagan había sido un estrepitoso fracaso, obra solo de la fantasía de un actorzuelo de segunda y unas mentes afiebradas que lo único que buscaban era mucho dinero para el Complejo Militar Industrial.
De hecho Obama lo había sepultado al inicio de su mandato, pero necesitaba tiempo para proyectar y desarrollar otro proyecto más realista que apuntara como es lógico a obtener una ventaja contra sus más importantes obstáculos, Rusia y China. De hecho la propuesta rusa fue un fiasco, los europeos le dieron largo y con diversas justificaciones fueron dejando pasar el tiempo para que los norteamericanos fueran adelantando su proyecto.
El chantaje ha sido igualmente un arma que los EE.UU ha empleado constantemente contra la URSS y ahora contra Rusia. Existen muchos ejemplos de ello. Recuerdo cuando en medio de las negociaciones del tratado “Start 2” los norteamericanos sacaron a relucir la brigada soviética que llevaba en Cuba más de 20 años con el objetivo de tomar ventajas en la negociación y con ello lograr concesiones.
Más recientemente los sucesos de Chechenia fueron utilizados por los EE.UU para que los rusos les dejaran las manos libres en Afganistán e Iraq. Igualmente los sucesos en Osetia y Abjasia fueron empleados por EE.UU para “convencer” a los rusos de que no se metieran en Yugoslavia y permitieran a EE.UU hacer su labor allí. Ahora inclusive todavía sirve el tema de las fricciones con Georgia para tomar ventajas por parte de EE.UU.
Recientemente se dio a conocer que para que Rusia fuera aceptada en la OMC, debería primero “resolver” sus problemas con Georgia. ¿Qué tiene que ver el gato con la sopa? ¿Este constante empleo del chantaje, la maña y el proceder tramposo no acaba de convencer a los rusos de que este no es el camino? A EE.UU no se le pueden hacer concesiones, porque inmediatamente suben la parada y plantean una nueva exigencia.
Hace unos días la alta dirección rusa hizo otra increíble propuesta: Invertiría 10,000 Millones de Dólares para “ayudar” a la fallida economía Europea. ¿Será posible que Rusia pueda pensar que Europa, o mejor dicho EE.UU, acepte tal propuesta? Es que acaso Rusia no sabe que esto pondría a Europa a merced del capital ruso y esto es inaceptable para EE.UU. No recuerda Rusia que los proyectos del gasoducto que plantearon hace unos años fueron torpedeados por Europa a instancia de EE.UU por generar una, demasiado peligrosa, dependencia energética de Rusia.
El constante chantaje de la entrada de Rusia en la OMC y la instalación del Escudo Antimisil en Europa, le ha permitido a EE.UU obtener ventajas increíbles. Entre otras la invasión a Libia, la retractación de Rusia a entregar los sistemas antimisiles S-300 a Irán, el atraso en la modernización del sistema antimisil Ruso y la pasividad en el tema coreano.
A esta altura es necesario preguntarse ¿Cuándo comprenderán los rusos que haciendo concesiones no se llega a nada con EE.UU? ¿El ejemplo de Saddam y Ghaddafi no les será suficiente?
Algunos pensaran que estoy proponiendo a los rusos que comiencen la Guerra Nuclear contra occidente. Nada parecido, la cuestión radica precisamente en evitarla, solo que este no es el camino.Mientras más libres para actuar se sienta EE.UU, más cerca estará la posibilidad de una conflagración mundial. De hecho podemos observar que no salimos de una guerra para entrar en otra.
La insoluble crisis que tiene el Sistema capitalista mundial los obliga a esto y solo se podrá detener si se tiene una posición firme y compensada. Debemos evitar las guerras, pero dejando claro que el costo por su realización es impagable. En Vietnam se demostró que cuando se tiene una posición firme el imperio se derrumba. No solo salieron derrotados, sino que tuvieron que modificar su política agresiva por mucho tiempo.
La falta de una actitud firme por parte de las dos potencias emergentes (Rusia y China) permitieron la invasión a Afganistán, Iraq y Libia, el golpe de Estado en Honduras, las operaciones encubiertas en África, el desmembramiento de Yugoslavia y la ocupación de Kosovo.
En este momento dicha “posición blanda” esta por cobrar nuevas víctimas. Siria, Irán, Venezuela y Corea del Norte están en la lista, sin contar otros “objetivos”.
¿Pensarán los rusos y los chinos que a ellos no les tocara nunca? ¿Es que acaso no se percatan como se va cerrando el círculo a su alrededor?
Si es ingenuidad, irresponsabilidad, falta de visión o calculo equivocado, no es relevante. El costo será enorme. Es hora de que los dirigentes de Rusia y China comprendan el papel que sus países deben jugar en la arena internacional. Hay un viejo proverbio ruso que se traduce más o menos así: Para evitar la guerra, hay que enseñar el puño.
Créanme, si los rusos y los chinos enseñan el puño, los EE.UU se mojan los pantalones.
* David Urra, analista militar
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