Ganan dejar atrás las dictaduras desembozadas, pero sin partidos capaces de conducir una revolución continúan sometidos en el capitalismo. En algún momento, si no ya, sentirán que es insuficiente lo alcanzado.
La prensa del sistema que ocultó la violencia, corrupción, pobreza en Egipto, Túnez… ahora las ha descubierto y dice alegrarse del avance de la democracia.
El presidente de Estados Unidos aprovecha para hacer el cínico discurso doctrinario de las transnacionales.
Se escucha que Marruecos, Argelia, Libia, Bahrein, Arabia Saudita, Yemen… podrían, y hasta deberían, ser los siguientes.
Ha habido muertos, heridos, y posiblemente habrá más; los enriquecidos internos y Occidente no sueltan fácilmente sus presas. En la mayoría de los países se mantendrán en el poder los mismos que inventarán nuevas formas publicitarias.
Pese al entusiasmo los medios no lo dicen todo. Omiten descuidadamente que Washington ha apoyado y dirigido por decenios esas tiranías. Ocultan que los jefes militares son hombres ricos con grandes cuentas bancarias en el extranjero, que se han manchado de sangre en la política antipopular desde que eran jóvenes oficiales.
Se insiste que la rebelión fue por el deseo de gozar de libertades políticas aunque quizás la furia estalló más bien debido a la agudización de la crisis económica, laboral y alimentaria.
Desgraciadamente la ausencia de una alternativa socialista real conservará una sociedad musulmana con pobres, cesantes, marginados, víctimas de la corrupción y la dependencia. Eventualmente en medio de una democracia administrada y limitada por los intereses de los capitalistas internos y foráneos.
Los pueblos árabes deberán saber y lo irán sintiendo que vienen crisis peores. Es vital que preparen los liderazgos organizados y los programas socialistas sustentables.
De lo contrario regresarán a dictaduras aún peores.
Contacto romulo.pardo@gmail.com
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