Comunismo, definición, dialéctica y necesidad

Comunismo, definición, dialéctica y necesidad

Javier Monagas Maita

La crisis del capitalismo que se vive hoy a nivel global, está forzando a redefiniciones y adaptaciones del ideario comunista a los nuevos tiempos. Si el comunismo es el estado ideal social de la convivencia humana, que se armoniza con la naturaleza, para encontrar un equilibrio en el cual los instrumentos de control y dominación se acaben debido la desaparición de las clases sociales y, los medios de producción sean de propiedad colectiva; en este sentido, el estado debe transcender el viejo concepto marxista de su desaparición como tal. Es solo que ya no arbitrará las diferencias de clases, si no que será el instrumento masivo de participación para las decisiones importantes que contribuyan a la generación de la mayor suma de felicidad posible para todos.

En este sentido, el comunismo tiene como tarea primordial, confirmar su verdadera esencia y su verdadera meta como instrumento ideológico al servicio de los pueblos. Para ello es urgente terminar de destruir esa propaganda maquiavélica que lo vendió como algo diabólico y contrario a su deber ser. El mecanismo macCartista de propaganda capitalista, sembró en las mentes de los hombres, el temor a perder algo que nunca tuvo la mayoría (obreros, campesinos y clases medias): bienes, servicios y seguridad social. Ahora hay que enseñar a la humanidad que el comunismo es bienestar colectivo, oportunidades para todos, en todos los sentidos, sin discriminadores ni discriminados, sin potencias explotadoras y países explotados, el comunismo no es competencia, es complementariedad, de acuerdo a las características específicas naturales de las personas, las regiones y los climas.

La evolución del conocimiento impulsa la evolución de la especie humana. De esa manera, los conceptos, costumbres e ideales también deben cambiar. Pero en el comunismo estos cambios se deben dirigir hacia el beneficio colectivo. Eso no puede cambiar, porque si no, seria lo contrario. En el capitalismo los desarrollos tecnológicos y científicos están dirigidos a establecer diferencias abismales entre los hombres, al punto tal, que en su estancamiento ese capitalismo fue poco a poco retrotrayéndose hacia el peor estado de esclavitud que ya se había superado en los siglos pasados. Esa es la causa de las revoluciones actuales. El neo liberalismo (fase superior del capitalismo) en realidad no es nuevo ni es liberal. Es solo un retroceso a lo más oscuro del esclavismo. La dictadura de los grandes capitales en pocas manos es un sueño egoísta, que se pierde en el tiempo. Esa ambición, fue la que originó los imperios de la historia reseñados. Los sueños de los senadores romanos, son los mismos sueños del grupo Bildelberg. Esa ambición de unos pocos disociados egoístas por controlar y dominar al mundo, no es nada nuevo. Tampoco es nueva la voluntad de los pueblos por liberarse de esos yugos. A cada revuelta popular que se dio a través de la historia, fue debilitando poco a poco las fuerzas de los imperialistas. Así se obtuvieron reivindicaciones que condujeron a las condiciones políticas y sociales, que hicieron ver a Carlos Marx y a Federico Engels los elementos prácticos para visualizar y escribir el Capital y el manifiesto comunista, fue esa evolución lo que les inyectó conciencia y coraje a aquellos trabajadores en Chicago, para exigir reivindicaciones necesarias para la época. Hoy los tiempos exigen una educación liberadora para desterrar de la mente y la conciencia de los hombres nuevos, esas enseñanzas de conducen a los vicios del sectarismo y el egoísmo. Son estos los tiempos de impulsar el establecimiento del comunismo. De utilizar a la ciencia y la tecnología para dotarnos todos los seres humanos de un mejor bienestar y de mayores oportunidades de superación individual. Esta superación individual, será el mecanismo por el cual el colectivo evolucione y supere etapas en las que lo individual estaba reñido con lo colectivo. En una sociedad igualitaria, las capacidades individuales serán puestas al servicio de las mayorías, sin detrimento del desarrollo personal.

La necesidad de preservación de la especie y hasta de la naturaleza misma, tal como la conocemos, pasa por la obligación de instaurar un sistema económico, político y social que equilibre las necesidades humanas, con las disponibilidades materiales, sin colapsar a la naturaleza; todo lo contrario, la cooperación entre los hombres debe también complementarse con la cooperación con la naturaleza o la Pachamama; proporcionando a cada quien lo necesario para una vida estable, sin el derroche y el lujo. Esta crisis que se vive ahora, es un aviso de lo que sería  el mundo dentro de poco, si no se le pone fin al capitalismo. La conversión de la muerte en negocio, la imposición del hambre a las mayorías, para que una minoría derroche, la generación de guerras para disminuir la masa humana por métodos violentos, la creación de enfermedades endémicas en los laboratorios de las transnacionales farmacéuticas capitalistas. Todo eso apunta a un sistema de sociedad que desprecia a los seres y a la naturaleza, para convertirlos en simple mercancía, en números y estadísticas de potencialidades económicas nada más que benefician a una minoría y perjudica todo lo existente ¿lo avalaremos?

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