Ricardo Natalichio, director de EcoPortal:
“De las decisiones que tomemos ahora, dependerá el número de personas que sobrevivan”
Por Álvaro Peinado Rojo
Ricardo Natalichio es ecologista, economista, periodista ambiental y escritor. Desde 1999 dirige el portal de ecología social Ecoportal.net, que se ha convertido en un referente mundial con más de 350.000 usuarios al mes. Investigador de la relación entre procesos sociales y medio ambiente, ha publicado multitud de artículos sobre la temática y participado en eventos nacionales e internacionales y colaborado con organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales, tareas que compagina con la dirección de la reconocida publicación digital Ambiente y Sociedad.
Han pasado ya nueve años desde la creación de Ecoportal, ¿qué balance hacéis de este período?
Cuando comenzamos con Ecoportal, a principios del 2000, la verdad es que no teníamos muchas más ambiciones que las de colaborar un poco, desde nuestro lugar, aportando nuestro granito de arena a la concientización sobre temas ambientales. Sin embargo, el proyecto fue creciendo muy rápidamente, mucho más de lo que esperábamos y fueron los mismos visitantes los que nos fueron empujando a dedicarle más y más tiempo, a sumar contenidos y servicios y, para cuando nos dimos cuenta de lo que estaba sucediendo, teníamos un portal que se estaba transformando en un referente en la materia. Los contenidos que publicábamos eran utilizados por profesores, tomados por otros medios de comunicación y éramos recomendados por otras organizaciones, por revistas especializadas y hasta por Ministerios de Medio Ambiente. Todo fue muy vertiginoso y nos costó algún tiempo acostumbrarnos y adaptarnos, pero creo que hemos logrado hacerlo y estamos aportando mucho más de lo que esperábamos.
Desde los movimientos sociales se viene denunciando desde hace tiempo que el sistema falla y ahora parece que con la crisis económica se avalan las tesis desde más sectores, ¿nos encontramos ante un momento de oportunidades de cambio?
El sistema capitalista está chocando contra su propia necedad. Lo que le ha fallado en realidad es haber considerado ciertas variables como infinitas cuando en realidad no lo eran, ni mucho menos. Todo en este mundo tiene un límite y eso es algo que la propia forma en la que está concebido el capitalismo, lo hace imposible de manejar. Si tú le preguntas al CEO de cualquier compañía cuánto es lo máximo que quisiera que su empresa ganara, no sabría que responderte, porque sólo desean ganar más y más y más, infinitamente más si eso fuera posible. Entonces, cuando aparecieron los límites, el sistema empezó a colapsar. Entró en el “ser o no ser”, crecer a costa de destruir el planeta o detener la maquinaria del “progreso”. Creo que las oportunidades aún no han llegado, pero se están acercando. Primero debemos darnos por enterados de que no podemos seguir viviendo como hasta ahora. Una vez que hayamos entendido eso, aparecerán un sinfín de oportunidades que ahora parecerían imposibles, irrealizables o hasta irracionales.
¿Es posible un desarrollo sostenible o deberíamos empezar a plantearnos el poner freno como plantean las tesis del decrecimiento?
Creo que no es posible un desarrollo sostenible planteado bajo los mismos parámetros que el actual desarrollo insostenible. Es decir, no podemos pretender continuar con el mismo estilo de vida, los mismos niveles de consumo, el mismo gasto de energía, pero sin deteriorar aún más el ambiente. Para que haya un desarrollo verdaderamente sostenible, primero debemos reducir mucho, pero mucho el consumo, redistribuir la riqueza, redistribuir las tierras cultivables, redistribuir la población reduciendo las megalópolis, y muchas otras cosas por el estilo. Recién ahí podríamos pensar en ser ambientalmente sustentables.
¿Qué principales retos enfrenta América Latina en materia medioambiental?
Latinoamérica se encuentra en este momento en una gran encrucijada. Son ya varios los países que se han sumado a los vientos de cambio que corren de derecha a izquierda del continente. Pero estos nuevos gobiernos encuentran tantas urgencias en el área social que en los primeros tiempos dedican la mayor parte de sus recursos a sanearla y es muy poco lo que hacen en materia ambiental. La pobreza, el hambre, el descuido de la salud y la educación son la lógica prioridad, entonces el ambiente sigue sufriendo. Creo que el gran reto es unirse para rechazar los embates de las transnacionales que pretenden seguir saqueando los recursos ambientales que aún enriquecen al continente. Y, por supuesto, lograr un desarrollo sin recurrir al autosaqueo, es decir, sin que sea a costa de la destrucción de sus recursos naturales.
¿Se vislumbran entonces consecuencias positivas de los emergentes cambios sociopolíticos en el horizonte latinoamericano?
Claro que sí. Pero aún estamos en la etapa en la que los cambios se ven mayormente en lo social. De todas formas confiamos en que pronto llegue el momento de cuidar también de los recursos naturales.
La gestión de los recursos hídricos se manifiesta como uno de los grandes retos del futuro inmediato. Contaminación y privatización de acuíferos, grandes cantidades de población sin acceso a agua potable,… ¿Qué medidas necesitamos abordar de cara a afrontar este problema?
América Latina cuenta con las reservas de agua potable más grandes que quedan en el mundo. Sin embargo muestra uno de los mayores índices mundiales de consumo por habitante, esencialmente a causa del uso agrícola-forestal y minero. Para muchos gobiernos latinoamericanos todo está en venta, incluso los recursos naturales más básicos, como son el aire y el agua. El Banco Mundial “recomienda” a los países en desarrollo, la privatización a través de concesiones a empresas extranjeras de las reservas existentes, con el fin de adueñarse de este recurso que será en poco tiempo tan valioso como el oro o el petróleo. El control de los recursos hídricos debe estar, sin dudas en manos del Estado. Si un pueblo no es soberano sobre su agua y su aire no tiene nada. Controlar estos recursos, recuperarlos en algunos casos, es el primer y fundamental paso.
Retomando el título de aquel editorial de la revista Ambiente y Sociedad respecto al cambio climático, ¿estamos o no estamos a tiempo?
Según un estudio de la ONG Save the children, los desastres derivados del cambio climático, que abarcan desde sequías a lluvias torrenciales, provocarán que en 2010 haya en todo el mundo 50 millones de desplazados medioambientales, la mayoría de ellos mujeres y niños. Esto sucederá hagamos lo que hagamos de aquí a ese momento. Para ellos ya no estamos a tiempo. Pero el ser humano ha sabido cubrir cada espacio del planeta, se ha sabido adaptar a todos los climas y es probable que sobreviva a cualquier cambio en el clima que el futuro nos depare. El punto es que tengamos claro que, de las decisiones que tomemos ahora, dependerá la cantidad de personas que sobrevivan y las condiciones climatológicas en las que ellos deberán existir. ¿Pensaremos individualmente, tratando de disfrutar de nuestra vida lo más que podamos o aprenderemos a pensar como especie, sacrificando parte de nuestro bienestar por el de nuestros hijos, nietos o quienes los sucedan?
Los transgénicos solucionarán el problema del hambre en el mundo, los biocombustibles acabarán con el cambio climático y la mano invisible del mercado asigna eficientemente los recursos, ¿qué hace falta para que dejemos de creer en los reyes magos?
Es muy simple, solo haría falta que lo diga Dios (es decir, la televisión), para que nos desayunemos de una buena vez de todas las mentiras que nos dicen. El problema es que el nuevo Dios fue comprado por las multinacionales y dice lo que ellas quieren que diga. Entonces esto ya ha pasado a ser un tema de religión y ahí la cosa se vuelve un poco mas complicada. La verdad es que es duro darse cuenta de que no podemos creer en nada de lo que nos dicen, muchos prefieren no ver la realidad, ojos que no ven, corazón que no siente... y ahí van, siguen con sus vidas como si nada pasara. No quieren ver la realidad y la verdad es que es muy comprensible, la realidad se ha puesto con los años bastante fea. Creo que nuestras generaciones ya no tienen arreglo, es decir, que hay cosas conceptuales, de fondo, de las que traemos en los genes, que no vamos a poder cambiar. Pero sí podemos apuntar a que las próximas generaciones sean diferentes, a eso y a que tengan un ambiente más o menos habitable. Esperemos lograrlo.
¿Consideras la llamada Responsabilidad Social Empresarial una oportunidad para incorporar cambios en el comportamiento de las corporaciones en materia social y medioambiental o una mera estrategia de marketing a la que deberíamos oponernos los movimientos sociales?
Creo que en materia ambiental, todo lo que sume debe ser bienvenido. Sólo tenemos que tener cuidado en no tragarnos que por ser un poco menos contaminantes les debemos amor eterno. Sólo se están portando un poco menos mal, o al menos eso es lo que intentan mostrarnos en algunos casos y lo que realmente hacen en otros. Pero mientras sigamos rigiéndonos bajo el sistema capitalista, el objetivo de las compañías será expandirse y ganar más y más dinero, eso no cambia ni con la Responsabilidad Social Empresarial ni con nada que se le parezca.
¿Hay luz al final del túnel?
Sí. www.ecoportal.net
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Álvaro Peinado Rojo es técnico en la Coordinadora de ONGDs de Castilla la Mancha. Este artículo ha sido publicado en el nº 39 de la revista Pueblos, septiembre de 2009. http://www.revistapueblos.org
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