Palabras del Presidente Evo Morales, en la Cumbre del Cambio Climático
Por Evo Morales Ayma
1-01-10
Algunas intervenciones de hermanos presidentes del mundo solamente tratan de los efectos y no de las causas del cambio climático. Lamento mucho decir, cobardemente no queremos tocar las causas de la destrucción del medioambiente en el planeta tierra. La tierra o el planeta tierra, o la Madre Tierra o la naturaleza existen y existirá sin el ser humano, pero el ser humano no puede vivir sin el planeta tierra. Y por eso, yo quiero decirles queridos presidentes, tenemos la obligación de cómo liberar a la Madre Tierra del capitalismo, cómo acabar o eliminar la esclavitud de la Madre Tierra.
Intervención de Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en Copenhague, Dinamarca, el 17 de diciembre de 2009
Intervención de Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en Copenhague, Dinamarca, el 17 de diciembre de 2009
Primero, expresar nuestra molestia por la desorganización y las dilaciones que existen en este evento internacional, cuando nuestra responsabilidad debería ser con mucha eficacia; nuestros pueblos también esperan resultados para salvar la vida, para salvar la humanidad, salvando el planeta tierra.
Cuando preguntamos, qué pasa con los anfitriones, por qué no los debates, nos dicen que es Naciones Unidas. Cuando preguntamos qué pasa con las Naciones Unidas, dicen que es Dinamarca, y no sabemos quién organiza este evento internacional, porque todo el mundo está esperando de los jefes de Estado una solución, una propuesta de solución para salvar la vida.
Y por eso, quiero expresar de manera muy sincera, honesta, responsable, nuestra enorme preocupación por esta desorganización.
Después de escuchar algunas intervenciones de hermanos presidentes del mundo, muy sorprendido porque solamente tratan de los efectos y no de las causas del cambio climático. Lamento mucho decir, cobardemente no queremos tocar las causas de la destrucción del medioambiente en el planeta tierra.
Y queremos decir, desde acá, las causas vienen del capitalismo. Si nosotros no identificamos de dónde viene la destrucción al medioambiente, por tanto a la vida y la humanidad, seguramente nunca vamos a resolver este problema que es de todos, de todas, y no solamente de un continente, no solamente de una nación, no sólo de una región.
Y por eso nuestra obligación es identificar las causas del cambio climático, y quiero decirles con responsabilidad ante mi pueblo y ante el pueblo del mundo, las causas viene del capitalismo.
Por supuesto tenemos profundas diferencias de presidente a presidente, de gobierno a gobierno. ¿Cuáles son esas diferencias?, tenemos dos formas de vida, por tanto está en debate dos culturas de vida, la cultura de la vida y la cultura de la muerte.
La cultura de la muerte que es el capitalismo, nosotros decimos los pueblos indígenas es el vivir mejor, mejor vivir a costa del otro; y la cultura de la vida es el socialismo, el vivir bien.
¿Cuáles son las profundas diferencias entre el vivir bien y el vivir mejor. El vivir mejor, repito nuevamente, vivir a costa del otro, explotando al otro, saqueando los recursos naturales, violando a la Madre Tierra, privatizando los servicios básicos.
Mientras que el vivir bien, es vivir en solidaridad, en igualdad, en complementariedad, en reciprocidad, no es el vivir mejor. En términos científicos, desde el marxismo, desde el leninismo dice: capitalismo- socialismo; y nosotros sencillamente decimos: el vivir bien y el vivir mejor.
Estas dos formas de vivencia, estas dos culturas de la vida está en debate cuando hablamos del cambio climático, y si no decidimos cuál es la mejor forma de vivencia o de vida, seguramente este tema nunca vamos a resolver, porque tenemos problemas de vivencia, el lujo, el consumismo que hace daño a la humanidad, y no queremos decir la verdad en esta clase de eventos internacionales.
Desde el momento que empecé a participar en las Naciones Unidas, yo ando muy preocupado porque hay presidentes que no dicen la verdad ante el mundo. Todos protestan sobre el cambio climático, pero nadie protesta contra el capitalismo que es el peor enemigo de la humanidad.
Si el capitalismo es el peor enemigo de la humanidad, sabiendo no lo dicen, por tanto los jefes de Estado mentimos al pueblo boliviano, y dentro de nuestra forma de sobrevivencia el no mentir es algo sagrado, y eso no lo practicamos acá.
Ojalá ustedes, los presidentes, algunos presidentes del sistema capitalista pueda revisar nuestra Constitución Política del Estado boliviano. Felizmente con mucho esfuerzo aprobamos y en la Constitución está el ama sua, ama llulla, ama q’ella; no robar, no mentir ni ser flojo. Ser autoridad es la forma de servir al pueblo, a los pueblos del mundo, a los pueblos en Bolivia.
Por eso, yo quería esta oportunidad para expresar, y lamento mucho que cuando yo tengo que hablar desde la mesa desaloja a la gente, yo tengo que hablar con sillas vacías, preguntaba qué estaba pasando antes que lleguemos acá, bueno, hay que desalojar, hay que despedir a la gente cosa que nos escuche; pero tendremos la oportunidad de hacernos escuchar en otros foros internacionales con los movimientos sociales. No importa, acá nos pueden bloquear. No importa, acá pueden desalojar a la gente para que no nos escuche.
Está bien, quiero expresar mi molestia. Creo que lo mejor sería que nuestros pueblos nos escuchen.
Si estas son nuestras profundas diferencias ideológicas, programáticas, culturales de la vida, yo he llegado a la conclusión queridos presidentes, delegaciones que están presentes acá, que en este milenio es más importante defender los derechos de la Madre Tierra que defender los derechos humanos.
La tierra o el planeta tierra, o la Madre Tierra o la naturaleza existen y existirá sin el ser humano, pero el ser humano no puede vivir sin el planeta tierra. Y por tanto, es nuestra obligación defender el derecho de la Madre Tierra, defender el derecho de la Madre Tierra, defender el planeta tierra es más importante que defender los derechos humanos.
Muchos dirán, bueno, entonces qué es la vida, pero si no hay planeta tierra que se destroza, de qué sirve defender los derechos humanos, la vida misma.
Yo saludo a las Naciones Unidas, que este año por fin ha declarado el Día Internacional de la Madre Tierra. Es Madre Tierra. La madre es algo sagrado, la madre es nuestra vida. A la madre no se alquila, no se vende ni se viola, hay que respetarla. La Madre Tierra es nuestro hogar. Si esa es la Madre Tierra, cómo puede haber políticas de destrucción a la Madre Tierra, de mercantilizar a la Madre Tierra. Tenemos profundas diferencias con el modelo occidental, y eso está en debate en este momento.
Y por eso, yo quiero decirles queridos presidentes, tenemos la obligación de cómo liberar a la Madre Tierra del capitalismo, cómo acabar o eliminar la esclavitud de la Madre Tierra.
Si no acabamos con la esclavitud de la Madre Tierra, jamás vamos a poder resolver sobre la vida, sobre la humanidad y sobre el planeta tierra.
Por supuesto, reitero una vez más, tenemos profundas diferencias con el occidente. Pero también, aprovecho esta oportunidad, como ya planteábamos, es tan importante debatir ahora lo que nunca sobre la deuda climática.
Y la deuda climática no solamente son recursos económicos, nuestra primera propuesta, como por ejemplo buscar el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, la Madre Tierra. Restablecer ese equilibrio, reestableciendo el equilibrio entre la sociedad que vive en el mundo.
Estoy en Europa, estábamos en Europa, ustedes saben que muchas familias bolivianas, familias latinoamericanas viven en Europa, aquí vienen acá a mejorar sus condiciones de vida. En Bolivia podría estar ganando 100,200 dólares mes, pero esa familia, esa persona se viene acá a cuidar un abuelo europeo, a una abuela europea, y mes ganan 1.000 euros. Claro, en vez de estar ganando 200 dólares mes, prefieren ganar 1.000 euros.
Estas son las asimetrías que tenemos de continente a continente, y obligados a debatir, a debatir cómo buscar cierto equilibrio, achicando, reduciendo esas profundas asimetrías de familia a familia, de país en país, especialmente de continente a continente.
Pero, cuando nuestras familias vienen acá, nuestras hermanas y hermanos vienen a sobrevivir o mejorar sus condiciones de vida, son expulsados. Esos documentos llamados de retorno desde el Parlamento Europeo, pero cuando los abuelos europeos hace tiempo llegaban a Latinoamérica, nunca han sido expulsados.
Mi familia, mis hermanos no vienen acá a acaparar ni minas ni miles de hectáreas para ser terratenientes. Antes nunca había visas ni pasaportes para que lleguen a ABYA YALA, ahora llamada América. Este también es un daño, que hay que reparar por supuesto.
Entonces, estamos hablando acá de soluciones profundas, profundas, históricas, yo quiero plantearlas en este tema de la deuda, la mejor deuda climática es reconociendo el derecho de la Madre Tierra. Si no reconocemos el derecho de la Madre Tierra, pues en vano vamos a estar hablando de 10 millones, de 100 millones, que es una ofensa para la humanidad.
¿Cómo devolver a la Madre Tierra su derecho? Imagínense, en el siglo pasado, hace 70 años, recién Naciones Unidas declaraban el derecho del ser humano, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, hace 70 años no había derechos humanos.
A los pueblos hace tres años, por fin se reconocieron los derechos, y ahora en este milenio obligados a debatir, a reconocer el derecho de la Madre Tierra. Si no reconocemos el derecho de Madre Tierra, todos nosotros seremos responsables con la humanidad.
La mejor forma de la deuda climática es reconocer el derecho de la Madre Tierra.
El segundo componente, es la devolución a los países en desarrollo del espacio atmosférico. Que los países ricos o con industria irracional han ocupado con sus emisiones los gases de efecto invernadero. Para pagar esta deuda de emisiones deben reducir y absorber sus gases de efecto invernadero, de forma tal que exista una distribución equitativa de la atmósfera entre todos los países tomando en cuenta su población, porque los países en vía de desarrollo requerimos de espacio atmosférico para el desarrollo de nuestras regiones.
El segundo componente, es la devolución a los países en desarrollo del espacio atmosférico. Que los países ricos o con industria irracional han ocupado con sus emisiones los gases de efecto invernadero. Para pagar esta deuda de emisiones deben reducir y absorber sus gases de efecto invernadero, de forma tal que exista una distribución equitativa de la atmósfera entre todos los países tomando en cuenta su población, porque los países en vía de desarrollo requerimos de espacio atmosférico para el desarrollo de nuestras regiones.
El tercer componente, por supuesto es la reparación de los daños presentes y futuros afectados por el cambio climático, y quienes o sistemas que van destruyendo al medioambiente, la Madre Tierra, tiene la obligación de reparar esos daños.
Dentro los daños, nuestra propuesta es que los países ricos deben acoger a todos los migrantes que sean afectados por el cambio climático, y no estar despidiendo, retornando a sus países con lo están haciendo en este momento, porque son responsables los países del occidente en este cambio climático.
Queridos presidentes, presidentas nuestra obligación es cómo, es salvar a toda la humanidad y no la mitad de la humanidad. El objetivo tiene que ser bajar la temperatura a un grado centígrado para evitar que muchas islas desaparezcan, que el África sufra un holocausto climático y para que nuestros glaciares y nuestros lagos sagrados se salven. La reducción de gases de efecto invernadero tiene que ser reales dentro de los países desarrollados.
Y si no desarrollamos estas políticas, repito nuevamente, seremos responsables de la destrucción de los seres humanos que habitan esta noble tierra.
Quiero aprovechar esta oportunidad para hacer un nuevo planteamiento, llegué hace dos noches atrás, de acuerdo a nuestros compañeros de las cancillerías, embajadores, nos informan que aquí no habrá acuerdo. Como tenemos profundas diferencias de la forma de vivencia, que jamás va haber acuerdo en esta clase de reuniones, hay pueblos movilizados marchando permanentemente. Yo saludo ahí, en América, el continente América, gracias a los pueblos, acompañado por algunos presidentes, hemos acabado algunas políticas de saqueo permanente que venían del imperialismo norteamericano.
Mi respeto, mi admiración a Fidel, a Hugo Chávez, con los movimientos sociales, que años atrás pararon el ALCA, Área de Libre Comercio de las Américas. Yo decía que no era Área de Libre Comercio de las Américas, es un área de librecolonización de las Américas, se paró, se derrotó. Y si hablamos económicamente sobre el ALCA, yo decía que en vez de decir ALCA debe llamarse ALGA, saben por qué, porque iba ser el área de ganancia de las Américas.
Y gracias a la fuerza de los pueblos hemos derrotado estas políticas, y aquí quiero decirles, sólo con la lucha del pueblo, pueblos del mundo vamos a derrocar el capitalismo para salvar a la humanidad.
Como aquí no podemos ponernos de acuerdo, no hay acuerdos, yo quiero pedirles para debatir desde las Naciones Unidas, una forma de resolver no a nivel de jefes de Estado, sino con los pueblos del mundo, y eso es un referéndum mundial sobre el cambio climático. Consultemos al pueblo, lo que digan nuestros pueblos respetemos, y lo que digan los pueblos sea vinculante en aplicación en todos los países del mundo. Y así vamos a resolver cuando tenemos profundas diferencias de presidente a presidente, de continente a continente, especialmente con los países del capitalismo.
Y quiero dejar cinco preguntas para que las Naciones Unidas, desde la mesa, puedan y hagan un trabajo para consultar al pueblo de todo el mundo sobre el cambio climático.
Preguntas para referéndum mundial sobre cambio climático:
Primero.- ¿Está usted de acuerdo con restablecer la armonía con la naturaleza reconociendo los derechos de la Madre Tierra? Los pueblos hermanos del mundo dirá: Sí o No. Dejamos en la decisión de los pueblos del mundo.
Segundo.- ¿Está usted de acuerdo con cambiar este modelo de sobreconsumo y derroche, que es el sistema capitalista? Dejamos a la decisión del mundo.
Tercero.- ¿Está usted de acuerdo con que los países desarrollados reduzcan y absorban sus emisiones de gas invernadero de manera doméstica para que la temperatura no suba más de un grado centígrado? Sí o No. Los pueblos del mundo decidirán.
Cuarto.- ¿Está usted de acuerdo en transferir todo lo que se gasta en las guerras y destinar un presupuesto superior al presupuesto de defensa para el cambio climático? Los pueblos del mundo definirán Sí o No. Por aquí no es posible que algunos países como EEUU gasten tanta plata para matar y no se gasta plata para salvar vidas, esas son dos culturas: cultura de la muerte y la cultura de la vida. Y no puedo entender, que EEUU gaste para mandar tropas y tropas donde tiene que matar a seres humanos.
Por supuesto cualquier país tiene derecho a defenderse, que se defienda en su país. Quién no tiene derecho a defenderse, todos tenemos derecho a defenderse, a defendernos si hay provocación. Pero, esta forma de enviar tropas a Afganistán, a Irán, bases militares en Sudamérica, en Latinoamérica, es la mejor forma de soportar terrorismo de Estado.
En vez de gastar plata para el terrorismo de Estado, más bien gastemos plata para salvar vidas, que es retirar plata para defender la vida, para salvar al planeta tierra.
Quinto.- Y como quinto punto, última pregunta que nos haríamos, es una propuesta para debatir entre presidentes, podemos mejorar por supuesto: ¿Está usted de acuerdo con un tribunal de justicia climática para juzgar a quienes destruyen la Madre Tierra? Aprobado, Sí, por ahí
Ya tengo un voto a favor. Entonces, yo quería dejar esta propuesta queridos presidentes en la mesa, porque alguien tiene que juzgar, y nuestra propuesta es crear ese tribunal de justicia climática en las NNUU, allá un tribunal que juzgue a quienes destrozan el medioambiente, a quienes no respetan o no aplican el tratado de Kioto, por ejemplo.
Ya es hora de poner el cascabel al gato, para defender la vida y a la humanidad.
Perdonen queridos presidentes, tenía esta pequeña intervención, esperamos que pueda servir este aporte, de esta manera todos defendamos la vida, todos salvemos a la vida, todos defendamos al planeta tierra.
Yo quiero hacer una llamada a los pueblos del mundo, quiero que sepan después de conocerme con algunos presidentes, aquí no vamos a resolver nada por esos pueblos del mundo, y mi convocatoria a los pueblos del mundo a organizarse, a tomar conciencia, a unirse, a movilizarnos para acabar con el capitalismo y así vamos a salvar a la humanidad y al planeta tierra.
Muchísimas gracias.
Intervención de Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en Copenhague, Dinamarca, el 18 de diciembre de 2009.
Muchísimas gracias, señora Ministra, Presidenta de la Conferencia.
Primero, agradecer por permitirme nuevamente intervenir, como otros presidentes que intervinieron el día de ayer, así como también en el día de hoy.
Me siento sumamente preocupado sobre la forma como se quiere intentar aprobar un documento por presidentes que llegaron en el último momento; hay presidentes, delegaciones, que estamos, desde hace dos o tres días atrás, respetando las formas de negociación para llegar a un acuerdo.
Saludo las palabras del Secretario General de las Naciones Unidas, donde textualmente dijo: “Ha llegado el momento de todos.” Esto es de todos y no de unos pocos.
Denunciamos desde acá que todavía hay grupos de presidentes que siguen trabajando un documento de pocos, no es de todos los presidentes; menos será de los pueblos del mundo que luchan por la vida y por la humanidad (Aplausos).
Comparto algunas palabras de los presidentes que han intervenido en esta mañana. De aquí debemos salir orgullosos de este evento, y eso es trabajando de manera transparente, democrática, para tener documentos que permitan salvar vidas.
También rescato las palabras del presidente Obama, dijo: “No venimos a hablar sino a actuar.” Si queremos actuar, quiero pedirle que a partir de este momento cumpla con el Protocolo de Kyoto, y así vamos a creer que venimos a actuar y no a hablar (Aplausos); que a partir de este momento, toda la plata que se destina a las guerras se destine para salvar vidas humanas, y así vamos a creer que venimos aquí a actuar y no solamente a hablar (Aplausos).
Queridos presidentes, hermanos presidentes, delegaciones de todo el mundo:
Aquí está en debate si vamos a vivir o si vamos a morir, aquí estamos debatiendo si vamos a salvar vidas o vamos a matar. Y las diferencias, es muy claro, son con relación a las temperaturas —yo no soy experto, quiero ser muy sincero—, y de acuerdo con las explicaciones de nuestros técnicos que van trabajando, ¿cuáles son las diferencias? Países que quieren, por ejemplo, permitir que la temperatura del mundo se incremente a 2º centígrados. Y de acuerdo con las orientaciones y las vivencias, elevar la temperatura en el mundo a 2º centígrados es eliminar a islas en el mundo, es eliminar las nevadas de las montañas de los Andes, es eliminar las nevadas de todo el mundo. Es gravísimo, y eso nuestros pueblos no lo van a aceptar, y tarde o temprano lo van a juzgar.
Otro tema está en debate. Los países industrializados irracionalmente, llamados en otras palabras países ricos, esas potencias, ¿qué nos plantean? Lo que ellos plantean es cómo reducir de manera real sus emisiones de gases en un 50%. Los planteamientos de los pueblos que luchan por la vida son, por lo menos, reducir, hasta el 2050, de un 90% a un 100%. Eso está en debate, lo he entendido así.
Entonces acá tenemos profundas diferencias: unos plantean solamente reducción de esos gases de efecto invernadero en un 50%, y otros planteamos reducción del 100%. Si no hay acuerdo —yo quiero reiterarles—, si no hay acuerdo en estos niveles de presidentes, ¿por qué no someternos a los pueblos? Es lo más democrático.
Yo aprendí, en este corto tiempo de presidente, que mejor es gobernar subordinado a nuestros pueblos, que mejor es gobernar entendiendo y atendiendo las demandas de nuestros pueblos, es lo más importante, y es una democracia participativa donde nuestros pueblos deciden.
Me atrevería a decir, incluso en abril del próximo año se recuerda el día internacional de la Madre Tierra, ¿por qué no los países? Sometamos a nuestros pueblos, mediante un referendo, estas diferencias que tenemos los presidentes, y apliquemos lo que decidan nuestros pueblos en temas del cambio climático (Aplausos).
Para qué vamos a estar forzando grupos, unas peleas, discusiones internas, trabajo secreto, oculto. Yo no comparto, de verdad, las formas como quieren manejarse desde acá, y por eso quiero apelar a las palabras del Secretario General de las Naciones Unidas: ha llegado el momento de todos, y debe ser de todos y no de pocos.
Queridos presidentes, para terminar esta pequeña intervención, no podemos seguir acá días y días, ustedes saben que tenemos muchas responsabilidades, yo tengo que retornar esta tarde; pero quede bien claro que dejo esta propuesta de someterlo a nuestros pueblos; pero también, si hablamos de la vida, seamos muy responsables. ¿La responsabilidad radica en qué? En vez de seguir destinando plata a bases militares, a intervenciones militares, esa plata hay que destinarla para salvar al planeta Tierra, así, realmente, vamos a ser responsables todos.
De verdad, nos corresponde actuar de manera conjunta, transparente, pero no solamente transparencia de todos los presidentes, sino consultando permanentemente a nuestros pueblos. Nuestros pueblos saben sus problemas, pero también saben sus respuestas, y esa es la vivencia que yo tengo. Puedo compartir una experiencia de una vivencia de cuatros años de presidente: cuando gobernamos sometidos a nuestros pueblos los resultados son mejores, porque trabajamos la igualdad en nuestros pueblos; pero quiero decirles que estamos debatiendo problemas del medio ambiente, problemas llamados cambio climático, y es obligado debatir de dónde viene este problema del cambio climático, quiénes son los responsables, desde cuándo hay responsabilidad. Y la responsabilidad es del sistema capitalista; si no entendemos, si no identificamos a los causantes del cambio climático, seguramente va a haber tantas conferencias, tantas cumbres de jefes de Estado y nunca vamos a resolver ese tema. Y por eso —quiero ser muy sincero—, si queremos salvar las vidas, si queremos salvar a la humanidad, si queremos salvar al planeta Tierra, es obligado cambiar ese modelo, ese sistema capitalista y así salvaremos a la humanidad.
Muchísimas gracias (Aplausos). http://www.ecoportal.net/
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