MEDIOS DE COMUNICACIÓN PRIVADOS EN ECUADOR, PROPAGANDA Y GUERRA SUCIA PARA EVITAR EL TRIUNFO DEL CANDIDATO LENÍN MORENO:
Dax Toscano Segovia
24 de febrero de 2017
Los medios privados de comunicación ecuatorianos, a través de sus periodistas asalariados e ideologizados, en unidad de acción con sus colegas extranjeros, tras la jornada electoral del 19 de febrero de 2017 en Ecuador, han mostrado que el mentado eslogan que siempre enarbolan del “periodismo independiente”, es una falacia.
Su posicionamiento a favor de la candidatura del banquero Guillermo Lasso, ha sido evidente. En realidad, descarado. Se destacaron por ello los noticieros 24 Horas y Televistazo, de las cadenas televisivas Teleamazonas y Ecuavisa, respectivamente.
La tarea de informar sobre el proceso electoral se transformó en un acto evidente de proselitismo político a favor del candidato Lasso, así como escenario para emitir recomendaciones al aspirante a la presidencia por el Movimiento Creo, lista 21, con miras a enfrentar una segunda vuelta electoral para que logre el triunfo.
Sobresalieron ese día por su entrega al líder del Movimiento Creo, Janet Hinostroza, Andrés Carrión, Jorge Ortiz, Alfonso Espinosa de los Monteros y Teresa Arboleda de Schotel. Al día siguiente harían lo suyo Diego Oquendo Silva, Diego Oquendo Sánchez, Michelle Oquendo, a través de Radio Visión y Gonzalo Rosero, en Radio Democracia.
Con una estrategia muy bien planificada, estos medios de comunicación, por medio de los periodistas nombrados, pretendieron imponer tres ideas en el imaginario colectivo: que la segunda vuelta era evidente, aun cuando no existían datos oficiales, que de no darse esa segunda vuelta se estaría fraguando un fraude a favor del candidato de gobierno y, finalmente, que Lasso y sus partidarios constituyen la mayoría y que Lenín Moreno y el presidente Rafael Correa resultaron los perdedores en esta contienda.
Las acusaciones contra el CNE se sucedieron unas a otras, generando sospechas sobre el proceso electoral en un amplio sector de la audiencia de los medios señalados. Las voces que se escucharon en dichos medios fueron fundamentalmente la de los seguidores de Guillermo Lasso, a quien también abrieron la tribuna para hablar ante los ecuatorianos. También entrevistaron a los contendores que, inmediatamente de conocer su derrota, expresaron su apoyo al banquero como Cynthia Viteri y Dalo Bucaram, así como al Alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.
La fuente principal de información para realizar la afirmación de la existencia de la segunda vuelta fue un Exit Poll realizado por la empresa Cedatos, de Ángel Polibio Córdova y, posteriormente, los datos emitidos por un conteo rápido realizado por la organización Participación Ciudadana. Los informes del Consejo Nacional Electoral tenían menos validez para los medios, puesto que las cifras del candidato Lenín Moreno iban en aumento, con la posibilidad de alcanzar el 40 % y los diez puntos de diferencia sobre su contendor, como lo establece la ley, lo que lo hubiese constituido en el ganador de la presidencia del Ecuador, en una sola vuelta.
La desesperación por imponer la idea de la segunda vuelta era evidente, mientras elucubraban sobre el fraude electoral a favor del candidato de Alianza País.
La acusación sobre una elección fraudulenta fue expuesta con anterioridad al mismo proceso. El propio candidato Lasso dijo no creer en el CNE, para lo cual armó un centro de control electoral en la ciudad de Guayaquil, dirigido por Juan Carlos Intriago, militante del Movimiento Creo. Las declaraciones emitidas por la venezolana Ana Mercedes Díaz, ex miembro del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, partidaria de la oposición contra el gobierno de Nicolás Maduro, fue repetida por los medios de comunicación como una fuente confiable de información. Ella aseguró que el registro electoral está viciado y que hay “indicios de que el fraude en el Ecuador está preparado”. El político de la derecha venezolana Enrique Aristeguieta Gramcko, presidente de La Gran Alianza Nacional de Venezuela, expresó desde el exterior que el gobierno ecuatoriano había sido asesorado por el presidente Maduro y la rectora del Consejo Nacional Electoral del hermano país, Tibisay Lucena, para cometer el fraude electoral.
Los días posteriores a las elecciones, varios tweets emitidos por los periodistas partidarios de Lasso, en los que hacían llamados a defender la “democracia” frente a las supuestas irregularidades que se estaban cometiendo, fueron publicados en claro apoyo al candidato de Creo.
“Libertad y democracia”, dos categorías utilizadas propagandísticamente por la oposición y los medios privados de comunicación para crear una imagen de un país que, bajo el mandato del presidente Rafael Correa, ha vivido en dictadura.
Desde fuera, personajes vinculados a la derecha internacional como Andrés Pastrana, ex presidente de Colombia, enemigo declarado de los acuerdos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, responsable de la aplicación del Plan Colombia que significó la muerte de miles de campesinos en el hermano país, José Obdulio Gaviria, amigo cercano de Álvaro Uribe, ligados ambos a grupos paramilitares, Carlos Alberto Montaner, agente de la CIA, Jorge Rodríguez Quiroga, ex mandatario boliviano, fiel exponente del modelo neoliberal, privatizador, también hacían circular sus mensajes, en el mismo sentido, a través de Twitter.
Periodistas de CNN como Fernando del Rincón y Patricio Janiot twitteaban y retwitteaban mensajes de rechazo contra Correa, así como tweets en favor de los seguidores de Lasso y contra el supuesto fraude en el conteo de votos.
El día lunes 20 de febrero en Radio Visión, en el programa de Michelle Oquendo “Desde mi visión”, su hermano Diego Oquendo Sánchez hacía llamados a realizar actos violentos e incluso, al igual que lo hizo el periodista Jorge Ortiz el día anterior en el noticiero 24 Horas de Teleamazonas y nuevamente en este programa de radio, habló de que la situación provocada conducía a que la gente salga a “incendiar las calles, a incendiar Quito”. La escritora Juana Neira, en el programa “Sueños de Papel”, transmitido por la misma emisora radial, también se dedicó a exaltar los ánimos de la gente argumentando el fraude y exigiendo la realización de la segunda vuelta, sin tener todavía los datos oficiales.
Otro argumento utilizado fue el de que la “mayoría” de los ecuatorianos estaba exigiendo un cambio, siendo esta otra de las ideas que pretendieron posicionar, expresando que la voluntad popular debe ser respetada. A Lasso y Páez se los presentó como la personificación del deseo de cambio del 60% de la población ecuatoriana que, en las urnas, al dar el voto por los candidatos contrarios al gobierno, quiso materializar eso. Las cifras se presentaron en forma engañosa.
El candidato ganador en la primera vuelta fue Lenín Moreno con el 39.35% de los votos válidos frente al 28.10% de Guillermo Lasso. De igual manera, los candidatos de Alianza País para la Asamblea Nacional obtuvieron mayoría, alcanzando 75 asambleístas de los 137 puestos a dicho órgano legislativo, mientras que, en la consulta popular sobre los paraísos fiscales, el Sí, auspiciado por el gobierno, ganó con un 55% de los votos. 1
En la página web de Ecuavisa, en la sección de noticias, se publicaron los datos referentes a los votos para asambleístas en la que se decía: “El movimiento oficialista lidera la votación con el 39.03%, le sigue de cerca la alianza CREO-SUMA con el 20.49%...” una diferencia amplia de 19 puntos entre la una agrupación y la otra constituía, para Ecuavisa, una “distancia corta”.1
El argumento esgrimido por todos los voceros de la oposición y sus periodistas se basó en la suma de la votación obtenida por todas las agrupaciones contrarias a Alianza País, las cuales juntas alcanzaron un 60.64 % de los votos, convirtiéndose, de esa manera, en mayoría.
El periodista colombiano, José Hernández, que dirige la página virtual denominada 4 Pelagatos, escribió el 20 de febrero un artículo con el título: “La derrota aplastante del correísmo”, donde utilizó ese artificio.
Aplicando esa misma argumentación, se establece que el rechazo a Lasso resultó ser del 71.89%, por tanto, no es mayoría, aunque ha querido aparecer como propietario de un 32.54% de votos que, en realidad, no fueron para su candidatura.
Falacias argumentativas, sofismas. La realidad ha demostrado que los votos dados a un candidato que no sea finalista en la primera vuelta, no se los endosa fácilmente a otro en una nueva contienda, porque no se trata, en la gran mayoría, de militancias políticamente activas dentro de las agrupaciones que participan en la lid electoral, así que esos votos, por una u otra razón pueden ir a cualquiera de los dos aspirantes en la segunda vuelta electoral.
Los días posteriores a las elecciones del 19 de febrero, ya con los resultados que hacían ver la posibilidad de una segunda vuelta, el periodista Diego Oquendo Silva pedía el fin del régimen de Correa, mientras expresaba que ya era hora que se vaya, porque la gente estaba cansada de este gobierno.
Bernardo Abad, Rodolfo Asar y Emilio Palacio, este último desde Miami, manifestaban abiertamente su rechazo a Correa y planteaban la existencia de fraude, en caso de no convocarse a segunda vuelta electoral. Abad, periodista de Teleamazonas, se hizo eco de los mensajes emitidos por Carlos Pareja Yanuzzelli (@capayaleaksecu) atacando al gobierno a través de esa red social.
Víspera de la elección de la primera vuelta, José Hernández acusó al CNE, en un artículo con el título: “Juan Pablo Pozo, ¿va hacer fraude este domingo en el CNE?”, de actuar sin transparencia de actuar sin transparencia, con el propósito de favorecer a Moreno. 1
Hernández, al igual que Diego Oquendo Sánchez y Jorge Ortiz, hizo un llamado expreso a la violencia a través de un artículo titulado: “Correa y el CNE juegan a incendiar el país”. La periodista de Teleamazonas, Ana María Cañizares, a través de un Twit hacía circular por las redes en enlace de este artículo.
Los ánimos violentos de los partidarios de Lasso fueron exaltados por los medios privados de comunicación, así como por el binomio del banquero, el abogado Andrés Páez, quien el mismo día de las elecciones, en horas de la noche, amenazó con ingresar al CNE con sus partidarios si no se respetaba los resultados, a pesar de que hasta ese momento no había un informe oficial de los mismos. Páez ha sido uno de los promotores de manifestaciones violentas contra el gobierno del presidente Rafael Correa, tal como las que se llevaron a cabo en el mes de junio de 2015, con el objetivo de oponerse a la Ley de Orgánica para Evitar la Especulación sobre el Valor de la Tierra y Fijación de Tributos.
Otras amenazas fueron lanzadas por la gente de Lasso. A través de un tweet publicado por María Augusta Calle, se ve en un vídeo a José Luis Freire, alcalde de Baños, amenazar con “incendiar Quito” si la segunda vuelta electoral no tenía lugar. Por otro lado, el 21 de febrero de 2017, partidarios del banquero rompieron las puertas del garaje de una edificación aledaña al Instituto de la Democracia, del CNE.2
Las especulaciones sobre la intervención de las Fuerzas Armadas para evitar una acción fraudulenta en el proceso electoral, así como para analizar la situación del país, también se propagaron en las redes. Se hicieron circular comunicados falsos sobre la actuación de las Fuerzas Armadas e incluso se lanzaron rumores sobre una sublevación militar. El periodista de Ecuavisa, Paúl Romero, publicó un tweet el 22 de febrero de 2017 en el que informaba de una reunión del Consejo de Generales del Ejército Ecuatoriano para analizar la situación del país tras las elecciones, lo cual fue desmentido por el Ministerio de Defensa. Aprovechándose del descontento existente entre altos oficiales de las Fuerzas Armadas con el gobierno, debido las medidas tomadas por el presidente Correa para eliminar privilegios absurdos y establecer una política racional y justa en el sistema de jubilaciones y pensiones entre los militares, han pretendido que las Fuerzas Armadas del Ecuador, tomen partido a favor de los intereses de la oposición.
El ex presidente uruguayo, José Mujica, quien presidió la delegación de observadores de UNASUR, declaró que el proceso electoral fue transparente. Las delegaciones de la OEA, presidida por el ex presidente dominicano Leonel Fernández y de la Unión Interamericana de Órganos Electorales (UNIORE), liderada por María Elena Wapenga, tampoco hicieron señalamientos al proceso electoral celebrado el 19 de febrero de 2017, en el sentido que haya existido algún indicio que pueda llevar a pensar en un fraude electoral. Las recomendaciones que se dieron son sobre cuestiones formales muy puntuales para corregir errores y mejorar el proceso electoral, con miras a la segunda vuelta electoral.3
En junio de 2016, fue el propio candidato Guillermo Lasso quien solicitó al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, que envíe una misión de observadores para las elecciones de febrero de 2017. Ante las primeras declaraciones de los diversos miembros de las misiones en relación a que el proceso se realizó, en general, con transparencia, declaraciones que no se hicieron eco de las acusaciones de fraude, el candidato a la vicepresidencia por Creo, Andrés Páez fue quien a través de un tweet dijo que los observadores “solo habían venido a hacer turismo electoral y que los denunciaría en cada uno de sus países por su actuación”.
La idea de una elección fraudulenta a favor de Lenín Moreno la posicionaron los candidatos de la oposición y sus aliados políticos de la derecha como Oswaldo Hurtado Larrea, Wilfrido Lucero, Gustavo Noboa, César Montúfar y Henry Llanes, todo con la ayuda de los medios de comunicación privados y los periodistas al servicio de la candidatura de Lasso.
De igual manera, como parte de esta estrategia propagandística, los candidatos del Movimiento Creo y sus acólitos políticos que perdieron en la primera vuelta electoral, instalaron en el imaginario colectivo, como símbolos de su protesta, mensajes en pro de la libertad y la democracia, al tiempo que hablaban en nombre de todos los ecuatorianos y el amor a la Patria. Todo ello acompañado con la entonación del himno nacional y el despliegue de la bandera tricolor. Se presentaron como patriotas y defensores de los derechos fundamentales de la población.
Sus intereses de clase se difuminan como parte de una estrategia de propaganda que vienen ejecutándola desde años atrás, con la idea de presentar al presidente Rafael Correa como el causante de la división de un país que, antes de su mandato, siempre convivió en paz entre ricos, pobres, propietarios y no propietarios. Así lo dijo Jaime Nebot el 25 de junio de 2015 en un discurso dado ante una gran multitud en la ciudad de Guayaquil.
El 21 de febrero de 2017, el diario La Hora publicaba en primera página una portada con letras grandes, en color amarillo, con el título: “Quiteños defienden la democracia”. El Editor General de este diario, Luis Eduardo Vivanco, en un artículo titulado: “Ecuador: entre la esquizofrenia y la democracia”, publicado el 24 de febrero de 2017 escribe: “Aún no se puede saber si Ecuador formará parte de los países que han logrado bajarse del esquizofrénico tren del populismo bolivariano, lo cierto es que millones de ecuatorianos no soportan más ese viaje, conducido por un maquinista que no entiende la política más allá de su periferia. El 2 de abril se conocerá el destino de esa locomotora y muchos esperamos que la estación a la que arribe se llame democracia.”4
El concepto de democracia defendido por la oligarquía ecuatoriana, parte del hecho de permitir al rico seguir enriqueciéndose, así sea en base la explotación de los otros. Sus derechos aparecen como el de todos, cuando son ellos los únicos que disfrutan de la riqueza. Por eso el candidato Lasso habla de la eliminación de impuestos, lo cual favorece a esos grupos de poder económico. Por eso esgrimen el derecho a la libertad de expresión, porque quieren, sin ninguna regulación legal, seguir mintiendo, manipulando e intoxicando mentalmente a la gente. Ese es el concepto de democracia que defienden, una democracia vaciada de contenido, como decía el pensador marxista ecuatoriano, Agustín Cueva.
Finalmente, el 23 de febrero de 2017, el presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, anunció que, de acuerdo a los resultados obtenidos, la segunda vuelta para elegir Presidente y Vicepresidente de la República del Ecuador, se realizará el 2 de abril del presente año. Lenin Moreno obtuvo: 3’709.770 votos y Guillermo Lasso: 2’649.582 votos.
En los días siguientes al 19 de febrero, Ecuavisa y Televistazo, cadenas televisivas abiertamente partidarias del candidato Lasso, entrevistaron a políticos identificados con el banquero, todo como parte del trabajo de propaganda a favor de su candidatura. Igual lo hizo Diego Oquendo en el programa Buenos Días, por Radio Visión.
Entre los días 20, 21, 22, 23 y 24 de febrero, en el programa transmitido por Ecuavisa, “Contacto Directo”, Estéfani Espín y Alfredo Pinoargote entrevistaron a: Guillermo Lasso, Dalo Bucaram, Walter Spurrier, Gustavo Noboa, León Roldós, Osvaldo Hurtado, Fausto Camacho, Jaime Nebot, Cynthia Viteri, Alberto Dahik, todos opositores a Correa y Lenín Moreno. Solamente José Serrano, Ximena Ponce y Augusto Espinosa fueron entrevistados en esos días como partidarios de Alianza País, lo cual evidencia un marco desequilibrio informativo, en favor del candidato banquero.
En el programa “Los Desayunos”, transmitido por Teleamazonas, con las periodistas Janet Hinostroza y Lizz Valarezo,en los días señalados se entrevistó a: Cynthia Viteri, Fausto Camacho, Andrés Páez, Osvaldo Hurtado, Cristina Reyes, Diego Ordóñez, León Roldós todos estos contrarios a Correa y Lenín Moreno. Solamente Augusto Espinosa y José Serrano, militantes de Alianza País, fueron entrevistados en dicho programa. Aquí también se evidenció el desequilibrio informativo, en favor de Lasso.
Para el desarrollo de la segunda vuelta electoral, se puede colegir, con los datos expuestos, que el candidato Lenín Moreno se enfrentará a un poderoso aparato propagandístico al servicio del banquero Lasso, en el que están agrupados varios actores internos y externos, entre los que se destacan:
* La embajada de EEUU y los aparatos de inteligencia de ese país.
* La extrema derecha venezolana, de corte fascista, la colombiana, ligada al paramilitarismo y la miamense, de carácter terrorista, vinculada a la gusanera contrarrevolucionaria cubana.
* La derecha política ecuatoriana a través de los representantes de los partidos opuestos al proyecto de la Revolución Ciudadana (Nebot, Viteri, Bucaram, Gutiérrez, Zuquilanda, Pesántez, Pozo). Pese a los insultos y acusaciones lanzados en la primera vuelta contra Lasso por Viteri quien le dijo que es “el candidato del desempleo”, mientras Dalo Bucaram lo calificó de “falso, acusándole de haberse enriquecido gracias al feriado bancario”, el consenso entre los sectores oligárquicos permite defender orgánicamente sus intereses de clase, por encima de sus discrepancias.
* La burguesía ecuatoriana, cuyos principales exponentes se encuentran en las cámaras de comercio e industriales de Quito y Guayaquil, así como en la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Los hermanos Roberto y William Isaías, prófugos de la justicia, representantes de esa banca corrupta, hacen el juego sucio contra Correa y Lenín Moreno desde Miami con el apoyo de Carlos Pareja Yannuzzelli y de políticos republicanos estadounidenses como Ileana Ros-Lehtinen.
* Las élites que integran la oficialidad militar, en servicio activo o en retiro, las mismas que complotan contra el gobierno de Correa y que quieren que se les devuelva sus privilegios como casta parasitaria. Militares formados bajo los preceptos de la doctrina de seguridad nacional, con un fuerte sentimiento anticomunista. Son notorias las actividades conspirativas de ex miembros del ejército ecuatoriano, entre ellos el ex director de inteligencia de las FF.AA., coronel Mario Pazmiño, vinculado a la CIA y la del ex comandante de la Marina, el almirante Aland Molestina. El candidato Lasso se ha hecho eco de los reclamos realizados por estos militares. El coronel Fausto Cobo encabezó la lista de Parlamentarios Andinos por el Movimiento Creo en estas elecciones, obteniendo una curul.
* La cúpula de la Iglesia Católica ecuatoriana, abiertamente de derecha, conservadora y reaccionaria.
* Los medios privados de comunicación y los periodistas al servicio de esas empresas mediáticas, los mismos que han demostrado su identificación ideológica con las ideas de la derecha política y de la oligarquía ecuatoriana, desmontando ellos mismos la imagen de periodistas independientes e imparciales con la que se han presentado a lo largo de su trayectoria. La mentira, el engaño, la manipulación es lo que caracteriza su trabajo. Han estigmatizado las ideas bolivarianas y socialistas, a la vez que han lanzado un sinnúmero de ataques contra la Revolución Cubana, los proyectos de transformación social en Venezuela y Bolivia y contra los ex mandatarios Lula da Silva y Dilma Roussef de Brasil y Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Argentina. La transmisión por Teleamazonas, el 1 de marzo de 2017 de la serie que denigra la figura de Hugo Rafael Chávez Frías, denominada El Comandante, forma parte de esta campaña propagandística contra las ideas bolivarianas en América Latina.
* La dirigencia indígena de la CONAIE, otrora progresista y hoy reaccionaria, corrupta y cercana a los planteamientos de la derecha, representada fundamentalmente por Lourdes Tibán y Salvador Quishpe quienes no han negado su apoyo a Lasso en la segunda vuelta electoral. De igual forma, el dirigente de la Ecuarunari, Carlos Pérez Guartambel, mismo que manifestó que “es preferible un banquero que una dictadura”.
* El extinto MPD, hoy Unidad Popular, que se autodenomina como la “izquierda revolucionaria” ecuatoriana, enemigos acérrimos del gobierno de Correa que cortó sus privilegios, fundamentalmente en el sector de la educación, otrora bastión político principal del MPD. Geovanni Atarihuana expresó en el noticiero de Ecuavisa que “no votarán nunca por el correísmo y que 10 años de oprobio deben acabarse”, señalando además que “la segunda vuelta será un plebiscito para determinar si los ecuatorianos quieren seguir bajo el proyecto del correísmo o si se abre a un nuevo régimen”. Paco Moncayo, candidato de la Izquierda democrática, con apoyo de la UP, en su cuenta de twitter dejó expresamente señalado que no votará por Lenín Moreno y abrió la posibilidad para hablar con el banquero Lasso, con miras a “recuperar la democracia, pero sin volver al pasado”. La UP-PCMLE ha sido crítica de la socialdemocracia, sin embargo, no tuvo problema para terminar en alianza con la ID que auspició la candidatura de Moncayo.
La derecha va con todo en esta segunda etapa. Guerra mediática de baja intensidad, operaciones sicológicas, uso de propaganda, guerra sucia y rumorología, son las armas que seguirán utilizando para denigrar al candidato de Alianza País y al proyecto liderado por Rafael Correa. Se pretenderá instalar en la psiquis colectiva que el Ecuador vive una situación caótica, una crisis espantosa en lo político y social, lo cual conlleva acabar con un régimen dictatorial, que viola los derechos humanos y coarta la libertad de expresión y, además, la libertad de los seres humanos para progresar.
Lenín Moreno deberá enfrentar todo esto. Solo con una estrategia adecuada de campaña, acompañada de un proyecto claro de país, que implica desenmascarar el modelo neoliberal que pretende imponer la oligarquía ecuatoriana, más el trabajo organizativo con los sectores populares y la clase media progresista, posibilitará un triunfo en la segunda vuelta electoral ante el candidato de la derecha.
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1. Serrano, Celi y Reyes, los asambleístas nacionales más votados, según CNE: http://www.ecuavisa.com/articulo/noticias/politica/244491-serrano-celi-reyes-asambleistas-nacionales-mas-votadossegun-cne
2. Ver en: https://www.youtube.com/watch?v=pWe2wwB1-
3. OEA sugiere modificar urnas y usar tinta indeleble en el dedo del votante: http://www.eluniverso.com/noticias/2017/02/24/nota/6061720/oea-sugiere-modificar-urnas-usar-tinta-indeleble-dedovotante
4. Entre la esquizofrenia y la democracia: http://elmundo.sv/entre-la-esquizofrenia-y-la-democracia/
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