Portada de antigua versión de Revista Libre Pensamiento

domingo, 9 de octubre de 2016

El marxismo en nuestra América Latina de hoy

Atilio Borón junto a los demás representantes de los partidos comunistas y revolucionarios de América Latina.
El marxismo en nuestra América Latina de hoy
Atilio Borón

13 septiembre, 2016 

Conferencia brindada por Atilio Borón el día 27 de agosto en Perú, en el marco del Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Revolucionarios de América Latina y el Caribe, que se realizó en ese país del 26 al 28 de agosto de 2016.

Desgrabado por PULSO a partir del video de la actividad.

Bueno, lo que pasó fue se vino abajo la Unión soviética, lo que pasó fue que se cayó el muro de Berlín, y lo que pasó fue luego el curso inesperado que tomó la revolución china. Todos factores estos que merecen una explicación. Que no son meramente accidentales, que obedecen a causas profundas, pero que hizo que mucha gente pensara que el marxismo ya no tenía más nada para ofrecer. Se identificaba el marxismo sobre todo como una experiencia histórica concreta: la experiencia soviética. Una experiencia que había logrado un éxito extraordinario en los primeros cuarenta años. Y creo que esto es importante que lo tengamos en cuenta, porque en la prensa latinoamericana se habla muy alegremente del fracaso de la Unión Soviética, como se habla del fracaso de la experiencia socialista en chile, se habla también del fracaso de Cuba. En el caso soviético por ejemplo se puede hablar de fracaso, un país que en 1917 era el más atrasado de Europa, y que cuarenta años no solamente fue crucial para derrocar al nazismo, sino que se pone a la cabeza (de) la conquista del espacio, y forma un gran establishment científico y tecnológico que todavía hoy tiene una importancia decisiva en la Rusia contemporánea. O a veces del fracaso de la revolución en China, se dice muchas veces… y se acusa a la revolución cultural de Mao. Una revolución cultural que tenía una raíz muy profunda en la preocupación que tenía Mao en una deformación burocrática en la gestación de una nomenclatura en China que frustrara el proyecto socialista. Hay que tener mucho cuidado con esas descalificaciones que se hacen, rotundas, “fracaso la Unión Soviética, fracaso china, fracaso cuba”. No es así.

Todo esto se dio en un campo de fuerzas signado por la ofensiva brutal del imperialismo contra todos los países. No podemos olvidarnos de eso. Lo que hoy estamos viendo en Venezuela, una guerra brutal declarada con todos los medios acusando a Venezuela de ser un peligro para la seguridad nacional de los EEUU. La gravedad de la acusación. Que eso sale como una orden ejecutiva de la casa blanca. Se hizo lo mismo con la República Soviética en 1917. Se hizo lo mismo con china, se hizo lo mismo con Vietnam. Pues estos experimentos tienen lugar bajo condiciones enormemente difíciles en donde todos los obstáculos posibles imaginables son puestos al servicio de poner de rodillas ese proceso revolucionario.

Y entre ellos, los objetivos fundamentales, erradicar definitivamente el marxismo del campo ideológico. Declarándolo muerto, declarándolo inservible. Sin embargo vimos que el marxismo en los últimos años ha vuelto por su fuego y comienza una demanda, a tener una gravitación, cada vez más fuerte.

Por ejemplo, hasta en países como Estados Unidos comienza a haber toda una crítica al capitalismo norteamericano en donde por primera vez se lo llama por su nombre. Se usa la palabra capitalismo que nunca la usaba nadie. En Estados Unidos se hablaba de economía de mercado, o simplemente la economía, y ahora después de los acontecimientos de los últimos años, aquellos jóvenes que ocuparon las plazas de Wall Street y demás hablaban de que el culpable era el capitalismo. Es un cambio cultural impresionante en un país como los EEUU y que viene de la mano del florecimiento de toda una literatura marxista que está surgiendo en Estados Unidos y en Europa, digamos resurgiendo porque eso había antes. Fue aplastado con la guerra fría, fue aplastado luego cuando se cayó el muro de Berlín, se desintegró la Unión Soviética, el nuevo curso de china. Y finalmente eso renace.

¿Por qué renace? ¿Por qué reaparece el marxismo? Yo diría que son dos condiciones.

Primero, porque el capitalismo ha demostrado su absoluta incapacidad para enfrentar y resolver los problemas y desafíos originados por su propio funcionamiento. Una incapacidad del capitalismo para resolver los problemas que él mismo genera. Y no solamente en los países en la periferia, no solo en América Latina. Tampoco los resuelve en Estados Unidos, o tampoco los resuelve en Europa, en donde estamos viendo lo que está haciendo el verdadero holocausto social, que está produciendo el capitalismo en los países del capitalismo desarrollado.

Y la otra es porque, si hay algo que ha demostrado tener el marxismo es constituirse como una tradición intelectual que está en permanente renovación y en permanente transformación. Enriqueciéndose con el desenvolvimiento histórico de las sociedades y de las luchas por la emancipación de los explotados y oprimidos por el sistema.

Por eso el retorno, la reaparición del marxismo que se viene dando de manera desigual. No igual en todos los países de América Latina. En algunos este retorno está teniendo más fuerza, en otros un poco más demorado. Me parece que es una de las buenas noticias del momento actual.

Un corpus teórico que se ha visto enriquecido porque cuando se habla de marxismo no estamos hablando tan solo de la obra de los fundadores, de Marx y de Engels. Es toda una tradición que arranca con ellos y que llega hasta nuestros días y que se ha visto enriquecida, por una serie de autores, tanto en Europa, como en Asia, como en América Latina, y eso me parece a mí que es un elemento absolutamente fundamental para entender su vigencia.

Tanto más importante esa vigencia cuanto que en el mundo actual, en el plano académico, en el plano de lo universitario, desgraciadamente, en las ultimas décadas hemos visto desarrollarse diversas corrientes de pensamiento que le declararon la guerra al marxismo. Y que llegaron a un extremo. Caso del auge del pensamiento posmoderno que tanto daño ha hecho porque con el avance del posmodernismo no solamente se ha llegado a renunciar a cambiar el mundo, pensando que las producciones intelectuales, las producciones teóricas no tienen nada que ver con la realidad. Que la realidad camina por un sentido y las reflexiones teóricas por otro. Sino que esas corrientes como el posmodernismo renuncian también a interpretar el mundo. Ya ni siquiera hablemos de cambiarlo, ni siquiera lo quieren interpretar.

Y nos dicen que el mundo es real, que el capitalismo real es un escenario de acontecimientos contingentes, de que la historia no existe, que las estructuras no existen, que los sujetos no existen, y que todo es azar y contingencia.

Sin embargo sabemos por experiencia propia que nada de esa es así.

Cuando uno dice el regreso del marxismo estamos hablando de un cuerpo de teoría riquísimo, importante, que nos ha permitido, y nos sigue permitiendo, interpretar mejor que cualquier otro, la sociedad de nuestro tiempo. Simplemente podemos decir que cuando uno mira los análisis premonitorios de Marx y Engels en el Manifiesto Comunista, por ejemplo, y los compara con las predicciones, las anticipaciones teóricas que hacían los teóricos del liberalismo a mediados del siglo XIX. Lo que vamos a comprobar es que las predicciones de Marx y de Engels se ajustaron muchísimo más a la realidad que las predicciones que se hicieron en el campo del pensamiento liberal burgués.

O sea que ellos anticiparon de manera correcta la dirección del movimiento histórico.

Marx y Engels nos hablaban de que el avance del capitalismo iba a crear un mundo cada vez más desigual. Que la desigualdad y la polarización económica y social se iban a dar dentro de las naciones pero que también se iba a dar en el sistema internacional. Y que el desarrollo del capitalismo se iba a hacer a costa de una tremenda depredación del medioambiente. Esto esta inclusive escrito en El Capital, el texto fundamental del marxismo, Marx lo dice. Y que la obligación nuestra era cuidar para las sucesivas generaciones del mantenimiento de lo que hoy llamamos, en el lenguaje de nuestros días, la madre tierra.

O sea el marxismo tuvo esa capacidad, extraordinaria, e inusual, de poder anticipar el curso de los acontecimientos.

¿Qué nos decían los rivales del marxismo en aquella época? ¡No! Que la división internacional del trabajo, que la expansión del capitalismo iba a generar un mundo cada vez más igualitario, un mundo en donde todos ganaríamos, en donde no había ganadores y perdedores sino todos serian ganadores… Porque íbamos a maximizar en la división internacional del trabajo, las ventajas que se derivaban del intercambio. Y hoy ya vemos que incluso autores no marxistas como un economista francés, que salgo a la fama en los últimos dos años, Thomas Piketty, que en un libro que se llama “El capital en el siglo XXI”, demuestra que en los últimos 150 años el capitalismo funciono tal cual lo habían anticipado Marx y Engels y tras de ellos todos los grandes pensadores marxistas. Que el mundo se hizo mucho más desigual que antes. Se hizo más desigual que antes dentro de los países, se hizo más desigual que antes en el sistema internacional.

Por lo tanto necesitamos el marxismo como un elemento fundamental para interpretar este mundo que ha cambiado. El capitalismo ha cambiado, y obviamente acá no se trata de decir que cuando uno recupera la tradición marxista recupera una ortodoxia rígida, incambiable, inmutable, sino que está recuperando una tradición, de discursos y de interrogantes y de referencias y por supuesto como decía Lenin, una guía para la acción.

Y un ejemplo muy interesante de esto, lo ofrece por ejemplo, la teoría del imperialismo. Aquí no se trata de decir hoy, comienzos del siglo XXI, ya bien entrado. Entre paréntesis, este año se cumplen 100 años de la aparición del libro de Lenin “el imperialismo fase superior del capitalismo”, que merecería ser objetivo de estudio y de reflexiones, viendo que es lo que hay de novedoso.

Uno de los afiches que convocaban a la actividad.

La actitud que estamos proponiendo no es la de decir “nos basta con releer a Lenin”. Claro, eso es necesario, pero no es suficiente, porque Lenin se sorprendería si renaciera un día como el de hoy y viera que el capital financiero, cuya dinámica él tan agudamente percibió, hoy en día ha crecido hasta proporciones absolutamente inauditas. Un solo dato para no aburrirlos con esto: al terminar la segunda guerra mundial la relación entre la circulación del capital financiero y la capital de bienes a través del comercio internacional, era de 5 a 1. O sea, por cada dólar que circulaba en el comercio mundial había 5 dólares en el sistema financiero especulativo mundial. Hoy por cada dólar que hay en el comercio mundial, hay 500 dólares que circulan especulativamente, generando eso que algunos economistas han dado de llamar la “economía de casino”. Es casino donde una apuesta permanente a muy corto plazo, de gigantescas fortunas, destruyen economías, destruyen países, y provocan recesión.

Lenin se sorprendería al ver la dimensión, la fenomenal hipertrofia del capital financiero. Que ha sido facilitada por los gobiernos de Estados Unidos y del Reino Unido a finales del siglo pasado. Bill Clinton uno de los responsables de esta expansión sin control del capital financiero, que terminó produciendo la gran crisis de 2007 2008, crisis en la cual todavía estamos inmersos. Todavía no hemos salido de esa crisis, a pesar que se viene diciendo hace tiempo, que ya está en vías de resolución. Pero han pasado 8 años, y la crisis sigue ahí. Porque el capital financiero fomenta ese tipo de crisis brutales. Fomentando la especulación. Imagínense que la gran mayoría de las operaciones que se hacen en el sistema financiero internacional son operaciones que se hacen a cinco días plazo. O sea, es un verdadero casino, donde se apuestan miles de millones de dólares, apostando en contra del valor futuro del dólar, del yuan, del petróleo, de la soja, del cobre o de lo que sea. Se están vendiendo, ya se están haciendo apuestas y compraventas de cuál va a ser el precio de la soja del año 2018 en Brasil y argentina, todavía ni se plantó, falta mucho para que se plante, sin embargo ya la operación especulativa está en marcha.

Eso de alguna manera lo anticipo Lenin pero la escala es completamente diferente. Entonces por eso de lo que se trata es de una reapropiación creativa del marxismo. No pensar que el marxismo es un yacimiento de conocimientos que esta ahí, y que hay que simplemente desenterrarlo. No, hay que desarrollarlo. A partir de esas premisas fundamentales que siguen siendo absolutamente válidas.

El capitalismo de hoy gira en torno a la plusvalía, de la misma manera en que giraba hace dos siglos atrás cuando Marx lo examinó. Pero ha habido cambios importantes, por ejemplo lo que es hoy el capital financiero ha llegado a tener un desarrollo tan descomunal, tan aberrante, que obliga a repensar cómo funciona el capitalismo a partir de la hegemonía del capital financiero.

Otro tema, por ejemplo, para ver que no se trata solo de decir, desempolvamos la vieja teoría, lo que tenemos que hacer es desarrollarla, elaborarla, actualizarla. Por ejemplo en la teoría del imperialismo clásico se sostenía que el imperialismo era producto de la crisis de las economías metropolitanas. Que por lo tanto exportaban capital y salían a lo que se llamaban en aquella época, hacia las regiones agrarias, esa es la manera como se hablaba de los países de la periferia, a los efectos de facilitar la organización del capital, que no se podía realizar en las metrópolis. Y por lo tanto, (la) expansión imperialista estaba asociada a crisis de los capitalismos metropolitanos… ¿Cuál era la gran novedad? Que a partir de 1948, con la recuperación de la posguerra, el capitalismo inicia una fase de gran expansión, y de gran crecimiento que dura 25 años y esa fase está marcada por una fenomenal expansión del sistema imperialista, con eje en los Estados Unidos.

O sea, si en la primera guerra mundial se decía que era la crisis del capitalismo lo que provocaba la expansión imperialista, después de la segunda guerra mundial lo que vemos es que en este sistema en permanente mutación y cambio que es el capitalismo, la expansión imperialista se apoya ya no en la crisis, sino en una época de auge del capitalismo. Los famosos años de oro del capitalismo, que van de 1948 a 1973, y ahí se produce el gran cambio.

Y el tercer elemento novedoso de la teoría del imperialismo, es la fenomenal expansión de los medios audiovisuales y de los medio de comunicación, algo inimaginable en la época en que Lenin escribía su texto en 1916. Hoy en día las tres cuartas partes de las imágenes audiovisuales que circulan en el planeta tierra, se producen en los estados unidos. Y son imágenes que inducen comportamiento, que inducen actitudes. Y que por lo tanto promueven la idea de que el capitalismo es el único sistema que puede existir. Obturando la posibilidad de que se pueda concebir siquiera la posibilidad de que haya algún otro mundo posible, para usar esa expresión del Foro Social Mundial.

Esa fenomenal expansión de los medios de comunicación ha sido un fenómeno que ha sido ligado en general, en mucho de los análisis de la izquierda, que nunca pensábamos que eso podía tener la gravitación que han llegado a tener. En el momento actual, en esta ofensiva restauradora del capitalismo, del imperialismo, en América Latina, esa ofensiva ya no se apoya en las fuerzas armadas, como en los años ‘60 y ‘70. Se apoya en un trípode diferente, en donde el poder mediático es uno de los componentes fundamentales, el poder judicial es otro, y los poderes legislativos son la otra pata de este trípode, que es el que produjo el llamado golpe blando en contra de Mel Zelaya en Honduras en el 2009, el golpe en contra de Fernando Lugo en el 2012, y ahora lo que se está consumando en estos días, el golpe en contra de Dilma en el año 2016.

Entonces la oligarquía mediática tiene que ver con esa fenomenal expansión de los medios de comunicación de masas. Todo esto nos obliga a pensar, la teoría del imperialismo a partir de estas novedades que marcan definitivamente un nuevo rumbo en el análisis marxista.

Por lo que digamos, pensamos que el marxismo sigue siendo este pensamiento fundamental para la comprensión del capitalismo.

En primer lugar, porque se apoya en una concepción dialéctica de la historia. O sea la historia deja de ser en la visión del marxismo una historia lineal, una historia continua, sino que es una historia plagada por contradicciones. Los procesos históricos son procesos contradictorios por definición. Y un poco la dialéctica, la perspectiva dialéctica que es fundamental en el marxismo, es la que permite entender un mundo donde los procesos no tienen nunca un carácter lineal, en donde los que los caracteriza es el despliegue de contradicciones permanentes que hacen de que ciertos procesos que se inicien de una manera, tengan un desenlace que era totalmente inesperado en función de estas visiones de carácter funcionalistas, o liberal burguesas, que consideran la historia como un despliegue continuo sin sobresaltos del quehacer humano.

Piensen simplemente, las palabras de Fidel, cuando hablaba del asalto al Moncada, y del inicio de la guerrilla en Cuba, cuando él decía en varios de sus escritos, acerca de la génesis de la revolución cubana, decía “Nosotros comenzamos con un programa mínimo de transformaciones sociales, un programa que ni siquiera podíamos llamarle socialista, porque básicamente contemplaba el retorno a la constitución democrático liberal de 1940, que no era una constitución socialista, contemplábamos algunas expropiaciones con indemnización de los grandes latifundios, y alguna de las grandes empresas de servicios dominadas por los Estados Unidos y nada más”. Y él dice “y eso era así porque esta era el límite de lo que nosotros llamábamos la conciencia posible del pueblo cubano”. La conciencia posible del pueblo cubano decía Fidel, era lo que el pueblo cubano en aquella jornada de los inicios de los años 50 cuando el Moncada, y cuando nos montamos en el Granma para ir a desembarcar en Cuba, no tenía condiciones de pensar, no tenía condiciones ideológicas para pensar más allá de un programa de reivindicaciones democrático burguesas. De avanzada, pero que no era socialista.

Ahí está el famoso factor subjetivo que dice Lenin, que tantas veces lo planteaba Lenin. Hasta qué punto el pueblo puede acompañar más allá.

¿Qué fue lo paso? Eso que comienza como un proceso de reformas, como un proceso de reformistas… recordemos que hubo más de 7 meses de demora en la sanción de la primera ley de reforma agraria en Cuba. Eso que mucha gente a veces se le olvida, piensa que llegó Fidel a La Habana, y al día siguiente ya estaba la revolución cubana sacando la ley de reforma agraria, expropiando el latifundio… No… Se demoraron siete meses, ¿por qué? Porque era un proceso que estaba en comienzo, y la resistencia era muy fuerte, y los sectores que no querían la reforma agraria eran muy grandes. Y Fidel tuvo que plantarse muy fuertemente, y en un momento determinado amenazar al gobierno, al que estaba como presidente en ese momento, y decir que o se firma la ley de reforma agraria o nosotros nos volvemos a sierra maestra y empezamos de nueva cuenta la revolución. Y recién ahí se pone en marcha el proceso de reforma agraria en Cuba.

Le resultó más fácil a Fidel por ejemplo, pelear la Casa de las Américas, que la crea a los pocos meses del triunfo de la revolución, con una inscripción genial, sabiendo Fidel que la batalla de ideas era absolutamente esencial para el futuro de la revolución. Y ahí encontró menos obstáculos. Fundar Casa de Las Américas, y fundar la segunda gran institución cubana, el ICAIC, el Instituto de cine, arte e industria cinematográfica, pero le llevo siete meses la ley de reforma agraria.

¿Por qué? Porque los procesos revolucionarios son eso: procesos. No son actos fulminantes. Son procesos que se van desarrollando a lo largo del tiempo en función de las contradicciones que subsistan, y en función de las luchas de clases, que hacen que un proceso que tenía un inicio se vaya radicalizando con el paso del tiempo, y ahí la invasión de Girón ocupó un papel decisivo que le permitió a los cubanos pegar un salto en esa conciencia posible, y darse cuenta que tenían que avanzar en dirección al socialismo. Y ahí donde Fidel organiza después de la derrota de las fuerzas mercenarias en playa Girón, aquel enorme acto, aquella gran concentración en la plaza de la revolución, en donde pregunta si vamos a declararnos como una revolución socialista y avanzar en la construcción del socialismo, y se produjo una gigantesca, masiva, unánime aprobación de ese curso de acción. Pero había cambiado la conciencia de la sociedad cubana, porque el proceso revolucionario fue llevando hacia esa radicalización.

Esto me parece importante, marcar para entender digamos la situaciones contemporáneas.

Por lo tanto, es importante entender el movimiento de la historia como un movimiento que surge producto de esas contradicciones. Y a veces eso cuesta mucho entender.

Lo vemos nosotros por ejemplo en la incomprensión en relación a alguno de los procesos de cambio que ha habido en América Latina, procesos muy importantes, que han merecido por supuesto la crítica permanente del imperialismo y sus aliados. Que no perdonaron uno solo de estos actos. Una crítica implacable en contra de la revolución bolivariana, en contra de Chávez, ahora en contra de Maduro. La crítica implacable en contra de Evo Morales y el gobierno del MAS. La crítica en contra de la revolución ciudadana de Correa. Todos procesos que tienen sus especificidades propias, que tiene que luchar contra formidables enemigos, y que en la medida en que se van desenvolviendo se van radicalizando, si es que tienen la fuerza suficiente, porque el inicio de un proceso revolucionario, no significa la exitosa culminación del mismo. Y creo que la experiencia latinoamericana es muy clara en ese sentido.

Es necesario volver a estudiar la experiencia de la Unidad Popular en Chile. Que fue una experiencia extraordinariamente importante, fue una experiencia pionera de lo que después vendría, en el famoso ciclo progresista de la izquierda de principios de siglo XXI. Allende llevo adelante un programa que probablemente iba más allá de lo que le daban sus propias fuerzas… nacionalización de la gran minería del cobre, expropiación de grandes empresas norteamericanas, reforma agraria, nacionalización del sistema bancario, y todo esto dentro de los cauces estrechos de un estado democrático-burgués, cuyo funcionamiento normal impedía y obstaculizaba cada una de estas medidas. Y sin embargo se pudo avanzar, el proceso se fue radicalizando. Pero llegó un momento en donde ya la acumulación de fuerzas en manos del enemigo, la tarea permanente de destrucción que estaba llevando adelante la derecha en Chile con el apoyo siempre invariable de los Estados Unidos, que es un actor fundamental en nuestras sociedades. Hay que tener en cuenta eso siempre. Y esa alianza entre la oligarquía y la burguesía chilena con el gobierno norteamericano, están los documentos donde revelan cómo Kissinger apoyo todas las iniciativas golpistas, finalmente frustraron esa experiencia, que no fue un fracaso: fue una derrota, igual que lo que decía anteriormente.

Una experiencia derrotada, ¿por qué? Bueno, estas enfrentando a un rival inmensamente poderoso. Y lo mismo le está pasando hoy a Evo Morales en Bolivia. Esto que acaba de ocurrir ahora.

Estos supuestos cooperativistas, que es gente que fue favorecida por una legislación de avanzada, para fortalecer el control popular de áreas claves de la economía minera. Pero que al poco tiempo esos sectores se aburguesan y comienzan de hacer de hecho en transferencia de control de las tierras que le fueron adjudicados a ellos para la explotación minera, a las trasnacionales.

Y ahí es donde se arma el conflicto, con el gobierno boliviano. Y cómo reacciona esta gente, reacciona armando una gran red de cooperativas, no solamente de minería, sino agrícolas, de consumo y de trabajo. Y en lugar de ser diez las demandas que le plantean a evo morales, resulta que le plantean 24 demandas. Y cuando va este señor Illanes, a negociar, lo secuestran, lo torturan, y lo matan.

¿Qué se hace ante eso? Yo creo que esto va a significar un vuelco importantísimo en el proceso revolucionario en Bolivia, porque Evo no va a tener más remedio que aplastar a esa reacción. No le queda otra, sino va a ser víctima de eso. El próximo es él, o García Linera…. no queda otra, pero esa es la dinámica del proceso revolucionario, eso que García Linera llamaba muy bien las tensiones creativas propias de cada proceso revolucionario.

Y ahí hay que ver como juega Estados Unidos, que esta penetrado profundamente en la sociedad boliviano, como en todas nuestras sociedades. Se nos (ha) convencido de que el modo (norte)americano de vida es el único modo civilizado de vivir. Es lo único que podemos hacer.

Ha habido el gran triunfo cultural de los Estados Unidos, más que político. Después de la segunda guerra mundial. Un triunfo cultural que se expresa en las ideas básicas que han logrado imponerse en la sociedad: el estado como mal administrador, el estado no debe inmiscuirse en los temas económicos, la iniciativa privada es virtuosa, y si hay corrupción, la corrupción es del estado… ¿Cómo? ¿Quién corrompe? Si hay corrupción en el estado, hay un corruptor en el mercado, y eso sin embargo ha sido obviado en los análisis, en las prensas, en la difusión que se hace de todos estos procesos.

Victoria cultural extraordinario a partir de esa industria cultural enorme que Estados Unidos ha desarrollado, exitosamente. Nos han impuesto sus costumbres, su modo de vida. No digo igual en todos los países, ni en los países es igual en los diferentes sectores sociales, pero uno ve cómo ha penetrado la idea de que la sociedad (norte) americana es la mejor de las sociedades posibles. Y es es falso, tremendamente falso.

El país más rico del mundo tiene 45 millones de personas bajo la línea de pobreza. Más todavía que no tienen ningún acceso a ningún sistema de salud, están condenados a su suerte. En donde hay más jóvenes afronorteamericanos entre 20 y 24 años en las cárceles que en las universidades. Es una mala sociedad. Una sociedad en donde cada semana aparece un loco que entra a un local como éste y dispara, y mata a cuarenta o cincuenta personas, sin ton ni son, simplemente por la alienación que produce esa sociedad de consumo. Sin embargo como ideología ha penetrado profundamente en nuestras sociedades, el estilo de consumo, el estilo de ropa, en el desplazamiento de nuestros alimentos habituales por las comidas rápidas, comida chatarra norteamericana. La admiración ingenua por los logros de la sociedad de los Estados Unidos. La inseguridad ante mentiras enormes acerca de lo que pasó en los Estados Unidos. Todavía hoy, medio siglo después, se sigo diciendo que a Kennedy lo mato un loco solitario…. aquella persona sola que tuvo la capacidad de matar a él, de herir al gobernador,, cuando es más evidente que hubo por lo menos tres tiradores, sin embargo el informe oficial no dice. Mentiras como que había armas de destrucción masiva en Irak. Todos sabían que no había. Todos saben que las únicas armas de destrucción masiva que hay en medio oriente están en Israel, que tiene unas 200 ojivas nucleares. Todos lo saben, sin embargo ustedes consultan la prensa de nuestros países y van a decir que el peligro es Irán, que podría llegar a construir un arma nuclear… no las 200 que ya tiene Israel gracias al apoyo tecnológico de Estados Unidos.

¿Quién fue el creador del Estado Islámico el califato que ha hecho un desastre en Siria provocando la destrucción de ese país? ¿Quién lo creó? Lo creo Estados Unidos. Lo dijo Hillary Clinton, “nos equivocamos al elegir amigos”, dijo ella, muy suelta de cuerpo. Crearon a los que luego hicieron el Estado Islámico.

¿Por qué? Porque ellos estaban en ese momento, año 2011, peleados en una guerra contra Irán, pero como recuerda muy bien un ilustre norteamericano, Noam Chomsky, Estados Unidos nunca le hace la guerra a un país poderoso, e Irán es un país poderoso. Estados Unidos siempre le hace una guerra, a un país que está devastado. Primero lo bloquea con sanciones económicas. Cuando ya no hay agua, no hay remedios, no hay alimentos, atacan. Con Irán no pudieron hacerlo, entonces ¿qué hicieron? Vamos a liquidar a Irán, privándole de sus amigos, liquidaron a Libia, liquidaron a Gadafi, destruyeron un país, que era el país con los mejores índices de desarrollo social de África, y después dijeron vamos a destruir a Siria, al gobierno sirio, al gobierno de Bashar al Assad, porque son gobiernos que tiene buena relaciones con Irán, y de esa manera dejamos a Irán aislado. E inventaron los famosos combatientes de la libertad. Los mismos que inventaron contra la revolución nicaragüense, ustedes recuerdan la contra. Inventaron eso.

Armaron a ese grupo. Le dieron apoyo diplomático. Apoyo financiero. Armamento de última generación. Ustedes los ven en esos desfiles con esas enormes camionetas de última generación, cientos de camionetas con esta gente armada. ¿De dónde salió todo eso? Se lo dio occidente. Se lo dio Estados Unidos con la complicidad de Gran Bretaña, Israel y Arabia Saudita. Arabia Saudita porque está en un gran pleito con Irán, por la división entre los sunnitas y los chiitas, Arabia Saudita es el centro del Islam sunnita, e Irán es el centro del Islam chiita, entonces pusieron a estos delincuentes, mercenarios en su gran mayoría.

Cuando en el 2014 Estados Unidos llega a la conclusión de que no hay ninguna posibilidad de que Irán desarrolle armamento nuclear, cuando se firma un acuerdo, que lo firma Obama, y que ya no hay más ninguna necesidad de hostigar a Irán, aquellos famosos combatientes de la libertad, dijeron, con todas sus armas, “bueno, los (norte) Americanos nos traicionaron, nosotros ahora hacemos nuestro juego.” Empezaron a apoderarse de unos pozos de petróleo en Siria, después unos pozos de petróleo en Irán, empezaron a contrabandear petróleo, venderlo a 30 dólares el barril cuando estaba costando más de 100. Se armaron de una fortuna gigantesca y empezaron a soñar con la construcción del califato. Y mientras hacían eso degollaban no solamente a cristianos, judíos o librepensadores, degollaban también a gente propia del islam, a musulmanes que no estaban alineados con su interpretación fundamentalista y criminal del Islam.

Eso se lo debemos a ellos, se lo debemos a Estados Unidos. Y a aquellos países. Esa tragedia humanitaria. Ahora hay 7 millones de sirios que de la noche a la mañana se encuentran sin nada. Sus casas bombardeadas, destruidas, sin automóviles, sin refuerzos, sin mobiliarios, sin nada. Tienen que salir, y esa pobre gente tiene que caminar y salir hacia el único lado que pueden ir que es Europa, ¿a dónde van a ir? ¿Al África negra? Esa tragedia humanitaria gigantesca, desarrollada por Estados Unidos…

Por eso el tema del imperialismo es tan fundamental. Por eso el tema del imperialismo es decisivo. Por eso la gran contribución del marxismo al estudio del sistema internacional y las relaciones internacionales. Por eso el imperialismo es tan importante para nosotros, en nuestra política interna. Están metidos en todo, en los medios de comunicación. Los principales medio de comunicación de América Latina están reunidos en lo que se llama el grupo de Editores de América, con sede en Washington. En donde los diarios hegemónicos de este continente se nuclean allá, y organizan sus campañas de difamación, de ataques a los gobiernos progresistas, a las fuerzas de izquierda. Acá en Perú, El Comercio pertenece a ese grupo. En Chile El Mercurio, en la Argentina La Nación, y O Globo en Brasil. Y es gente que domina el espectro audiovisual, con la prensa, con la radio, la televisión, abierta por cable.

El marxismo es la única teoría que nos ofrece una posibilidad de entender esa realidad. Todas las demás teorías, la teoría de la globalización, que decía que el mundo no era un mundo como decía el marxismo, que el imperialismo ya era cosa del pasado, para nada. El imperialismo hoy es una realidad más crucial que nunca antes. Y está arraigada profundamente, en el terreno cultural, en nuestras universidades. La penetración de las teorías propias elaboradas por los estados unidos en el mundo de las ciencias sociales es inmensa.

Aunque ahora está habiendo una recuperación del marxismo, durante décadas el predominio absoluto de las corrientes liberal burguesas en la sociología, ni hablemos en la economía… que ellos se preocuparon por formar a las jóvenes generaciones de economistas.

A la salida de la 2° guerra mundial, Estados Unidos Decidió que había dos categorías sociales fundamentales sobre la cual ellos tenían que trabajar: académicos, intelectuales y periodistas por una parte, y militares por la otra.

Los primeros para dominar en el campo de las ideas, los segundos para tener la reserva de fuerza necesaria en caso de que los primeros no fueran capaces de gestar una cultura pro (norte) americana, un espíritu, una opinión publica pro norteamericana.

Y eso sigue hasta el día de hoy. Y han seguido formando esa gente. Han desarrollado infinidad de programas, ustedes lo habrán visto acá en pero porque están en toda América Latina. Enviar una delegación de jueces, fiscales, del ministerio público, a Washington a un seminario internacional sobre buenas prácticas de la administración de justicia. ¿Qué les enseñan ahí? Como aplicar la justicia clasista. Militares que van también a formarse allá. ¿Y que es lo que les enseñan allá? Fundamentalmente decidir quiénes son los enemigos. A que hagan en Perú, en América Latina, lo que está prohibido hacer en Estados Unidos. En Estados Unidos los militares no pueden tener la menor participación en los conflictos internos, en mantener el orden interno. La defensa es algo exclusivamente referido a los ataques exteriores. La seguridad interior, está la Guardia Nacional… y cuando van allá les enseñan que en América Latina, en cambio, el orden interior tiene que ser preservado por las fuerzas armadas. Y los periodistas que van allá, se les enseña cómo  se hace periodismo al estilo (norte) americano, es decir ocultando lo importante, dando noticias espectaculares, impidiendo que realmente se conozca lo que hay que conocer.

Estamos por eso, necesitando imperiosamente esta recuperación del marxismo para nuestras jóvenes generaciones. Y en ese sentido tuve yo el honor de ser invitado por el presidente Evo Morales hace apenas una semana a ir ofrecer la clase inaugural en el Comando Militar Antiimperialista de Bolivia. Y donde había un grupo de casi 90 militares bolivianos de las tres ramas, de las fuerzas armadas de Bolivia, en donde ahora para ser promovidos al rango de Capitán tienen que aprobar alguna de estas materias del comando antiimperialista. Y es fundamental, y es una tarea enorme, y yo les puedo anticipar que el sector militar que apoya abiertamente al proceso del compañero Evo Morales, es un sector que no es mayoritario. Que la mayoría, todavía después de 10 años del gobierno del MAS en Bolivia, un sector mayoritario de las fuerzas armadas sigue pensando que Estados Unidos es el gran país que va a ayudar a que Bolivia salga del subdesarrollo, y que las únicas que cuentan y que las mejores armas son las armas de los Estados Unidos. Y que no hay otros proveedores de armas que no sean los Estados Unidos. O sea una penetración profunda de la ideología del imperialismo norteamericano en un sector clave como son las fuerzas armadas, y en otro sector clave como la intelectualidad.

Esa es la gran batalla que tenemos que dar.

Fidel lo sintetizó en aquella formula bellísima “la batalla de ideas”, inspirándose Fidel, ustedes saben Fidel es el gran martiano, el gran lector e intérprete de Martí. Martí decía que trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras. Pues dice en sus cartas, dar la gran batalla. Nosotros tenemos los elementos para dar la batalla pero la burguesía en nuestros países, junto con el imperialismo, se ha adueñado de los principales medios de comunicación. Y nos cuesta mucho hacer llegar este discurso a través de los grandes medios.

Pero hoy en día hay algo que preocupa mucho, y con esto voy terminando, a los imperialistas. Es el surgimiento de las redes sociales. Ellos están muy preocupados, saben porqué? Porque dicen que en las redes sociales significan un camino alternativo para hacer transitar ideas que de otra manera no tendrían ninguna posibilidad de circular. Y además porque esas redes sociales pueden, dicen ellos, politizar a los jóvenes. Y de lo que se trata es de la despolitización de la juventud. Es un dato fundamental, incluso uno de sus principales autores, Zbigniew Brzezinski, que es el gran estratega del imperio dice que lo que pasó con las rebeliones del mundo árabe fue que (hubo) un aumento fenomenal en la comunicabilidad a través de internet que hizo posible que de repente en una ciudad como El Cairo, que tiene casi 20 millones de habitantes, a través de las redes sociales, en menos de 24 horas un millón de personas se de sitio en una plaza. Eso jamás podría haber ocurrido antes.

Entonces dicen tenemos que utilizar esas redes sociales, pero tenemos que ser conscientes de que también las pueden utilizar ellos. Somos nosotros, los que estamos contra este sistema. Porque sabemos que hay un sistema inhumano. Un sistema inviable, un sistema que no da más.

Y termino con un solo dato ilustrativo. A todo el mundo le dicen que el modo (norte) americano de vida es el mejor modo de vida posible. Piensen lo siguiente: un norteamericano consume por año 270 kilos de papel por persona. Un africano, del sur del Sahara, consume 5 kilos. 270 uno, 5 kilos el otro. El bajo consumo del papel se relaciona con las enfermedades infecciosas, sobre por el tema de empaquetamiento de alimentos, y todo lo demás. Si todos tuviéramos acceso a esos 270 kilogramos de papel por año por persona para los 7500 millones que somos ahora, no queda un árbol en todo el planeta tierra.

Ese sistema, que los (norte) americanos proponen solo se sostiene sobre la base de guerras y de represión. Por eso ellos dicen en uno de los últimos documentos del Pentágono, tenemos que prepararnos por lo menos para 30 años más de guerras, no para conquistar nuevos territorios, sino para mantener el control sobre lo que ya tenemos.

Es inviable esto, y por eso la militarización. Y por eso América Latina. Y por eso las Bases militares. Perú, (es) el país que tiene más bases militares norteamericanas en América del Sur. Es una realidad dolorosa. Y que se instalaron sin una discusión previa, como se instalaron sin discusión previa en Colombia, que tiene 7 bases, y en Chile, que se instaló una base sin ninguna difusión en el Congreso, ni en los medios, ni en ninguna parte. Y esto se hace supuestamente en nombre de la democracia.

Por eso tenemos que lanzar una gran campaña en contra de esa tentativa restauradora del imperialismo norteamericano. En contra de los planes de la nueva derecha latinoamericana, Financiada totalmente por los EEUU con dinero que sale del contribuyente americano, y va a España a la fundación de José María Aznar, que se llama FAES, la Fundación de Altos Estudios Sociales, y esa enorme masa de dinero después viene a Perú, a Colombia, a Bolivia, a Argentina, a financiar la derecha, sus políticos, sus campañas electorales, sus tanques de pensamiento, sus intelectuales, su ideario.

Tenemos que armar una gran campaña en contra de esa tentativa de retorno, restauración del neoliberalismo, y una campaña continental, con el vigor que tuvo la campaña que produjo la gran derrota del ALCA, que es una marca, un título de honor, de los pueblos latinoamericanos, haber podido derrotar al ALCA que era el gran proyecto norteamericano para el siglo XXI, una gran campaña para erradicar las bases militares de los estados unidos en América Latina, que hoy por hoy son ochenta. Ochenta bases militares en toda América Latina y el Caribe.

Tenemos que tener eso como una agenda fundamental porque si no erradicamos esas bases, nosotros vamos a convertirnos en los enemigos de los enemigos de Estados Unidos, y el terrorismo fundamentalista, el que está acosando hoy a europeos y norteamericanos, se va a volver contra nosotros. Porque al tolerar la presencia de bases, esos sectores van a decir “los latinoamericanos son cómplices del genocidio que los americanos y los europeos han venido haciendo en África y en Medio Oriente”. Por eso es una cuestión de supervivencia sacarnos de encima esas bases.

Tenemos que hacer una gran campaña, para realmente, que la población tome conciencia y sacar esas bases de nuestro territorio. Correa lo pudo hacer, sacó la base de Manta. Podemos hacer muchas críticas al proceso ecuatoriano, como a cualquier proceso político. No hay un proceso político al margen de críticas, cualquiera que sea. Desde la revolución cubana hasta los procesos contemporáneos en Bolivia, Venezuela, Ecuador, el cambio más superficial en la argentina, en Brasil. Todos objetos de críticas. Pero en el caso de Ecuador hay que reconocer la valentía de un pequeño país que saca una base norteamericana de su territorio, y no solamente eso, le concede asilo diplomática durante cuatro años al enemigo público número uno de Estados Unidos, el creador de Wikileaks que se llama Julian Assange. Eso demuestra de que es posible, de que esta idea de acabar con esa presencia de las bases militares, y esta injerencia norteamericana, no es un sueño, no es una utopía, no es un acto de romanticismo: se hizo. Y lo hizo uno de los países más pequeños de Sudamérica. Lo podemos hacer nosotros también.

Bueno, nada más, muchas gracias

http://pulsodelospueblos.com/atilio-boron-el-marxismo-en-nuestra-america-latina-de-hoy/

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