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domingo, 7 de febrero de 2016

GALEANO: EL LENGUAJE ACADEMICISTA DE LOS TEXTOS ES PARA EXCLUIR A LOS POBRES.



GALEANO: EL LENGUAJE ACADEMICISTA DE LOS TEXTOS ES PARA EXCLUIR A LOS POBRES


A ti que no te gusta la historia, me gustaría que pusieras atención, probablemente cambies de opinión.

“Sé que pudo ser sacrílego que este manual de divulgación (“Las Venas Abiertas de América Latina) hable de economía política en el estilo de una novela de amor o de piratas. Pero se me hace cuesta arriba, lo confieso, leer algunas obras valiosas de ciertos sociólogos, politocólogos economistas o historiadores que escriben en código.

El lenguaje hermético no siempre es el precio inevitable de la profundidad. Puede esconder simplemente, en algunos casos, una incapacidad de comunicación elevada a la categoría de intelectual.

Sospecho que el aburrimiento sirve así, a menudo, para bendecir el orden establecido: confirma que el conocimento es un privilegio de las elites.”

(En Egipto habían 3 lenguajes , uno para la clase gobernante y los sacerdotes, otro para los comerciantes, y uno para el pueblo.) nota del autor


Grande, Galeano, un escribidor, un poeta y un soñador, un sabio sencillo, claro y preciso.UN GRANDE

La historia no es aburrida, la hacen aburrida a propósito.

¿Cuál es la idea? Que no estudies historia.

Yo te recomiendo que busques tu historia o las historias y las humanices.

En todo caso “Las venas abiertas de América Latina” es el mejor libro de historia que no es un texto de historia. Es una novela fascinante que te hace visualizar todo claramente.

http://www.disidentes.cl/galeano-el-lenguaje-academicista-de-los-textos-es-para-excluir-a-los-pobres/

2 comentarios:

  1. El gran drama de América Latina, es que no solamente son aburridos los textos con algún nivel académico, sino también las clases en los cursos básicos y aún universitarios. No sólo es el aburrimiento - inducido - para bendecir el orden establecido; sino también la dificultad (artificial) para bendecir el propio microcosmos de docentes, y profesionales en general, adaptados a un sistema de mediocridad. Así el sistema no sólo se justifica, también se reproduce. En resumen, la única manera que muchos docentes encuentran para sobrevivir en su microcosmos es NO ENSEÑAR.

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