ZULEIDE FARIA DE MELO
PROFESORA DE MARXISMO
Por Miguel Urbano Rodrigues
La gran mayoría de los comunistas no
leyó El Capital. Eso no impide que un
porcentaje elevado haya asimilado lo fundamental del marxismo y utilice ese
conocimiento para comprender la realidad social.
El papel de los intelectuales
comunistas en la transmisión del pensamiento de Marx es por lo tanto muy
importante.
Escribir sobre marxismo es difícil y
hablar tampoco es fácil.
El intermediario, al dirigirse a
trabajadores y jóvenes, tiene que ser un comunicador muy dotado para que el
mensaje sea asimilado.
El francés Georges Politzer fue uno de
los intelectuales comunistas que cumplió de manera ejemplar esa tarea.
Contribuyó decisivamente a la difusión del marxismo en Europa al inicio del
siglo XX.
En Brasil leí, en noviembre, ofrecido
por la autora, el libro Actualidad del Marxismo, que me hizo recordar a Politzer.
Zuleide Faria de Melo fue presidenta
del Partido Comunista Brasileño y profesora titular en la Universidad Federal
de Rio de Janeiro. Identifico en ella lo que Gramsci llamó intelectual
orgánico.
El libro es la transcripción de una
clase suya en la Universidad de Brasilia en 2003. En 64 páginas, Zuleide dio
una lección original, brillante sobre
marxismo.
Preguntaron un día a Lenin cual es el
primer deber de un comunista. Respondió: estudiar, estudiar, estudiar!
Pierre Bourdieu escribió que el saber
de un gran científico tiene poco valor si no sabe transmitirlo.
Zuleide estudió desde niña para
transmitir a sucesivas generaciones el conocimiento acumulado.
En su aula en Brasilia, dirigiéndose a
jóvenes, para ser convincente en la defensa de la actualidad de Marx, recurrió
a un discurso sembrado de ejemplos y metáforas.
Principió por remontarse a los
materialistas griegos para demostrar que Demócrito y Epicuro han sido
precursores de la dialéctica. Recordó que Marx colocó la dialéctica hegeliana
cabeza abajo para combatir la filosofía idealista y formular los principios del
materialismo histórico.
Mientras el objetivo de la filosofía
alemana era la comprensión del mundo, para Marx la gran tarea del hombre era la
transformación del mundo.
Zuleide, siempre didáctica, viajando
por la aventura humana, parte de Grecia antigua, de los conceptos de Estado, de
democracia (y de su uso perverso), de pueblo, de clase, para, en lenguaje muy
accesible, explicar lo que es la plusvalía y lo que significa la alienación en
el trabajo. Es a través de ejemplos y paralelos, citando a Zola y Galeano, y
recurriendo a películas y telenovelas que desmonta el mecanismo del fetichismo
e ilumina las consecuencias de la masacre de la publicidad colocada al servicio
del capital, que de bancario e industrial pasó a ser especulativo.
Obras de Marx, desde El Capital a La Ideología Alemana y La
Critica de la Economía Política son repetidamente citadas y tema de
reflexión para concluir que el gran revolucionario «ayuda a pensar la realidad
del mundo, a ver cómo pensamos el mundo, actuamos en él y lo reinterpretamos».
Los sacerdotes del gran capital
creyeron que el neoliberalismo conseguiría «echar a Marx de la Historia».
Se equivocaron. El marxismo, como
subraya Zuleide Faria de Mello en su bello libro, «es absolutamente actual».
Vila Nova de Gaia, 4 de Febrero de 2005
...El marxismo, adolece de serias fallas en su descripciòn del ser humano..No puede ser de otra manera. En los tempos de Marx, la biologìa, la quìmica, la genètica,,a neurologìa, ni siquiera estaban constituidas como ciencias...de manera que enteder al ser numano, como algo tan definitivo, es una limitaciòn...Los mìsmo partidos que se autodenominan marxistas, forman cùpulas, a sabiendas, por maldad, para hacerse ricos o al menos arribar, hacièndo negocios con las esperanzas de las gentes, Rusia, tambièn fue imperialista, tambien quiso transformarse en e faro del izquierdismo mundial y redujo, a los partidos chicos, en simples clubes de amigos de la Uniòn Soviètica...esa contraddicicòn de los propios marxistas, al hacer al revès las cosas, no lo explica ni los superan las mìsmas enseñanzas de Marx...En Chile, hacen uso de la ignorancia, para que algunos puedan trepar, formando dirigencias absolutas y casi vitalicias...y asì, tienen el descaro de hablar de democracia..
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