La
culpa es de Correa
Juan
J. Paz y Miño Cepeda
EL
TELÉGRAFO - Primer Diario Público
Ecuador,
lunes 3 de noviembre de 2014
Conversando con varios libreros en Quito, conozco que los libros que más se venden son los que dicen algo “contra Correa”, independientemente de que sean “buenos” o “malos”.
Esto me hizo recordar las obras de mayor impacto, que circularon a fines de 2012 y enero de 2013: de Guillermo Lasso, “Otro Ecuador es posible. Un sueño al que todos podemos aspirar” (2012, 201 p.); de Marcelo Dotti, “El doctor infierno y sus demonios. Crónica del fracaso socialista” (2012, 688 p.); de Carlos Vera, “¿Cómo lo sacamos? Una vía democrática para salir de la dictadura” (2012, 214 p.); de Pablo Lucio Paredes, “Revolución ciudadana. Tanto… para tan poco” (2013, 297 p.). El único que batió récord frente a todos (y con varias ediciones posteriores) fue “Dictaduras del siglo XXI. El caso ecuatoriano” (2012, 222 p.), de Osvaldo Hurtado.
Como se ve, fue una coyuntura fructífera, pues todos “coincidieron” en salir antes de las elecciones del 17 de febrero de 2013. Esos libros también coincidieron en algunas tesis: derrotar a Correa, impedir el triunfo de Alianza País (AP), denunciar el descalabro institucional del Ecuador, la falta de libertades y derechos, la intervención en la justicia, el control en el Estado, la construcción de una economía inconveniente, logros sociales muy relativos, el utópico socialismo bolivariano, recuperar la democracia…
En todo caso, Rafael Correa triunfó, y en primera vuelta, con el 57.17% de votos (le siguió Guillermo Lasso con 22.68%); y AP obtuvo 100 de los 137 escaños de la Asamblea Nacional.
En ese mismo tiempo, aparecieron otras obras: “El hiperpresidencialismo en el Ecuador” (2012, 417 p.) de Daniel Granda; y “Falsa Revolución” (2012, 592 p.), de Eduardo Ruilova, ex dirigente socialista, junto a una variedad de textos en revistas electrónicas e impresas, de autores identificados con la izquierda crítica u opositora. Sin embargo, la “Unidad Plurinacional de las Izquierdas”, integrada por 10 partidos y movimientos políticos de la tendencia, obtuvo apenas el 3% de votos en las elecciones de 2013.
Ecuador vive hoy una nueva coyuntura política: la Asamblea seguramente tramitará reformas constitucionales y con ello será posible la reelección presidencial indefinida, que el mismo Presidente ha encabezado para impedir una “restauración conservadora”.
Todos los opositores y críticos dicen que tal “restauración” es una cortina de humo. Sin embargo, mientras las derechas concretan sus pasos formando coaliciones políticas, y anuncian que revertirán la economía, la institucionalidad y el orden jurídico del “correísmo”; entre las izquierdas se publican libros que, de acuerdo con los libreros, son los más atrayentes y vendidos.
Ellos me cuentan que rápidamente se agotó una obra que pone “al desnudo” el correísmo; que ha sido un best seller otra que considera a Correa el “peor” presidente en la historia contemporánea, en tanto AP solo “reinventa el poder”; y que otra reciente, que demuestra que la “restauración conservadora” está en el mismo Correa, ya va al galope de superar las ventas de los anteriores.
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