©
Kim Kyung Hoon
Diez datos poco conocidos sobre el hambre en el
mundo
Publicado:
1 nov 2014 | 14:18 GMT Última actualización: 1 nov 2014 | 14:18 GMT
¿Las
personas que más sufren el hambre viven en África? Lea nuestro artículo y
conozca cuál es la respuesta a esta pregunta, así como otros datos inesperados
sobre el hambre y la nutrición en nuestro planeta.
1.
No hay escasez mundial de alimentos
El
hambre crónica tiene una serie de causas, pero la escasez mundial de alimentos
no es una de ellas. Según el Programa Mundial de Alimentos, producimos lo
suficiente como para alimentar a una población mundial de 7.000 millones de
personas. El mundo produce actualmente un 17% más de alimentos por persona que
hace 30 años, y la tasa de producción de alimentos ha aumentado más rápido que
la tasa de crecimiento de la población durante los últimos dos decenios,
informa 'The
Guardian'.
2.
Las personas que más sufren el hambre no viven en África
La
mayoría de las personas que sufren hambre viven en la región
de Asia-Pacífico. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) estima que hay 842 millones de
personas hambrientas en el mundo, 553 millones de las cuales viven en Asia y el
Pacífico. Cerca de 227 millones viven en África, 47 millones en América Latina
y el Caribe y 16 millones en los países desarrollados.
© REUTERS Romeo Ranoco
3. Los varones no son los principales productores de alimentos
A
nivel mundial, son las mujeres las que tienen más
responsabilidad en la producción de alimentos. Las mujeres producen más de la
mitad de los alimentos en el mundo y representan el 43% de la fuerza laboral
agrícola mundial.
© REUTERS Omar Faruk
4.
La desnutrición no es causada únicamente por la falta de alimentos
A
pesar de que la falta de alimentos es la principal causa de la desnutrición en
los países en desarrollo, la FAO ha expresado su preocupación por la existencia
del 'hambre oculta', es decir, cuando uno persona tiene suficiente comida pero
esta no le aporta la cantidad necesaria de nutrientes. Más de 2.000 millones de
personas sufren deficiencia de micronutrientes.
5.
El hambre mundial no está aumentando
El
Índice Global de Hambre en 2014 (GHI, por sus siglas en inglés) mostró que la
tasa del hambre en los países en desarrollo se ha reducido en un 39% desde
1990. A pesar de ello, el GHI advirtió de grandes diferencias entre las
distintas regiones.
6.
La obesidad no es solo un problema de los países desarrollados
La
epidemia de obesidad es comúnmente asociada con las naciones ricas, pero en
los países
en desarrollo viven
el doble de personas con sobrepeso y obesidad que en los países
desarrollados. Las tasas de obesidad en América Latina, Oriente Medio y África
del Norte están a la par con las de Europa, y la tasa de Sudáfrica es más alta
que la del Reino Unido.
© REUTERS Joe Tan
7.
No todos los productores de alimentos pueden alimentarse a sí mismos
Con
demasiada frecuencia, las personas que producen los alimentos en el mundo son
incapaces de alimentarse a sí mismos y a sus familias. La FAO estima que aproximadamente
la mitad de las personas que padecen hambre en el mundo pertenecen a pequeñas
comunidades de agricultores donde las familias están expuestas a las sequías y
a las inundaciones.
8.
La agricultura a gran escala no es la respuesta
La ONU hizo un llamamiento a los Gobiernos
para que dejaran de subvencionar y financiar la investigación de grandes
empresas agroindustriales y destinaran recursos a los pequeños agricultores rurales, porque
estos ya están alimentando a la mayor parte del planeta y tienen más potencial
para reducir las tasas de hambre mundial.
© REUTERS Jayanta Dey
9.
No hay que elegir entre alimentarse o salvar el medioambiente
De
acuerdo con la ONU, la productividad de los agricultores a pequeña escala puede
ser aumentada sin que ello suponga ningún perjuicio para el medioambiente, y esto es lo que se
debe hacer para satisfacer las necesidades alimentarias mundiales. Esto
implicaría un cambio que supondría que los agricultores, tradicionalmente
vistos como productores, se convertirían en los administradores de un sistema
agroecológico que también ofrecería bienes públicos como agua, energía y
biodiversidad.
10.
Es posible saber cuál va a ser el siguiente lugar afectado por una hambruna
Existen
sistemas de alerta temprana para predecir las tendencias de la inseguridad
alimentaria. La Red del Sistema de Alerta Rápida para Casos de Hambruna
(FEWSNET, por sus siglas en inglés) es una de esas herramientas, creada por la
Agencia de EE.UU. para el Desarrollo
Internacional (USAid) después de las hambrunas en el este y el oeste de África.
FEWSNET analiza los precios de la producción de los cultivos, el clima, la
nutrición y los alimentos para enviar alertas sobre posibles crisis
alimentarias y hambrunas.
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