ROSINA SALUDO
ROSINA:
POESÍA Y CIRCUNSTANCIA
Por Winston
Orrillo
La precaria salud me impide estar, aunarme al
homenaje que, muy justamente, hoy, con este Conversatorio, se rinde a Rosina
Valcárcel, escritora relevante en el Parnaso Peruano y, asimismo, una mujer que
vive las dolorosas circunstancias de nuestro bienamado país, tan ahíto de
desaguisados que, a veces, son el mejor caldo de cultivo para la depresión
endógena, y cuyo paradigma más lamentable es José María Arguedas, y su
voluntaria exclusión de nuestro mundo.
Rosina, sin embargo, no solo combate con el
verso, con el gonfalón de sus poemas, sino que integra ese no muy numeroso
contingente de seres comprometidos
con la lid de los que queremos que el mundo –nuestro mundo- no se precipite al
apocalipsis, sino que, premunidos de un pensamiento raigal: el de Vallejo, el
de Neruda, el de Nicolás Guillén, el de su propio padre, el gran poeta Gustavo
Valcárcel, creemos que la poesía no puede ser, solamente, procurar el verso
bello y enhiesto, sino, asimismo, buscar la felicidad para las mayorías: hacer
que la poesía sea un diáfano amanecer para aquellos, hoy relegados a un mundo
de vicisitudes trágicas, pero superables.
Rosina Valcárcel, poeta entrañable, antropóloga,
periodista de antenas bien atentas al acontecer del orbe, de nuestro orbe, hoy
recibe un justo homenaje al que no podemos dejar de aunarnos.
Admiro su poesía, su permanente rebeldía para
domeñar las formas cada vez más mutantes, pero que ella sabe embridar con
maestría y con un gran cúmulo de lecturas, porque la poesía, como se sabe muy
bien, no es solo producto de la inspiración, sino que ella demanda un trabajo
férvido, una entrega intensa y extensa en todos sus libros, en sus numerosos
poemarios que, sobre todo, quedan como un legado inexhaustible para las nuevas
generaciones.
Libro a libro, verso a verso, la poeta ha
llegado hasta un sitial que, creemos, le permite hacer que su canto sea una
melodía que, ya, poco a poco, va perteneciendo a todos.
Saludo, pues, a una escritora, a una poeta, y a
su obra pugnaz, con la que abre nuevos caminos en la lírica que hoy se hace en
nuestro inabarcable y país, en trance de cambios urgentes.
La Calera, Lima, setiembre de 2014
Despierto con asombro y emoción, gracias al compañero Manuel Moncada del pueblo de Nicaragua, de ese pueblo sandinista maravilloso, que construye su presente y porvenir, ha sido editado el saludo fraterno del poeta Winston Orrillo a mi obra Poesía Reunida, 1966-2013 (Lima, Fondo Editorial Cultura Peruana, 2014) y a la actividad que se efectuará mañana jueves 18 en el Centro
ResponderEliminarCultural Ricardo Palma.
Cuánto me alegra compañera Rosina por haberle despertado asombro y emoción con la edición del saludo que el poeta Winston Orillo brinda a su Poesía Reunida.
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