Todo listo en Shanghai para la celebración de la 4ª Cumbre de la CICA.
«EL ARTE DE LA GUERRA»
Contraofensiva rusa en el frente del este
por Manlio
Dinucci
El
intento estadounidense de aislar económicamente a Rusia para impedirle
prestar ayuda a la población de Ucrania ha tenido un efecto contrario al
esperado: está empujando Moscú a los brazos de Pekín. El resultado a largo
plazo es que el bloque que se está consolidando entre Asia y Europa oriental
acabará siendo más poderoso que el bloque occidental.
RED
VOLTAIRE | 21 DE MAYO DE 2014
Mientras
la OTAN convoca en Bruselas a sus 28 ministros de Defensa para
potencializar sus fuerzas en una función anti-rusa, intensificando también el
entrenamiento de militares y paramilitares de Kiev (lo cual incluye
las bandas armadas que trataron de asesinar al secretario del Partido Comunista
Ucraniano) y la Unión Europea adopta nuevas sanciones contra Rusia, la
respuesta a todo eso no se ha hecho esperar, pero no viene de Moscú
sino del lejano Pekín.
El
presidente Putin comienza hoy su visita oficial en China, que incluye la firma
de unos 30 acuerdos bilaterales, acuerdos cuyo primer resultado será
convertir en un vano esfuerzo el plan de Washington tendiente a «aislar la
Rusia de Putin cortando sus vínculos económicos y políticos con el mundo
exterior».
Los
mencionados acuerdos son de alcance estratégico. Un contrato ascendente a
270 000 millones de dólares, entre la compañía rusa Rossneft y la
China’s National Petroleum Company, estipula que durante los próximos
25 años Rusia garantizará a China más de 700 millones de toneladas de
petróleo. Otro contrato prevé que, de aquí a 2018, la compañía estatal rusa
Gazprom garantice anualmente a China 38 000 millones de metros cúbicos de
gas –o sea, cerca de la cuarta parte del volumen de gas que Rusia exporta
actualmente a Europa. Moscú proyecta incluso potenciar el oleoducto entre
la Siberia oriental y el Pacífico agregándole otro gasoducto –de 4 000
kilómetros– para garantizar la exportación hacia China. Pekín está interesado
también en las posibilidades de inversión en Crimea, en particular por la
producción y exportación de gas natural licuado, así como por la modernización
de la agricultura y la construcción de una terminal para el embarque de
cereales.
Al
mismo tiempo, Moscú y Pekín están pensando en abandonar la utilización del
dólar en el intercambio en la región asiática. Y Rusia está proyectando su
propio sistema de pago, según el modelo del sistema chino Union Pay,
cuyas tarjetas de crédito ya son utilizables en más de 140 países, lo cual
sitúa a Union Pay en segundo lugar mundial, justo detrás
de las tarjetas Visa.
La
cooperación entre Rusia y China no se limita al sector económico. Los
presidentes Xi Jinping y Vladimir Putin, según fuentes diplomáticas,
emitirán una «declaración sustancial» sobre la situación internacional.
La convergencia de intereses entre los dos países hallará también un importante
ejemplo en la maniobra conjunta que las marinas de guerra rusa y china
realizarán en el Mar de China Meridional, justo después de la gran maniobra
aeronaval estadounidense realizada en Filipinas.
También
hay un acuerdo militar ya prácticamente concluido. En el marco de ese acuerdo
Moscú proporcionará a Pekín el avión de combate polivalente Sukhoi Su-35,
submarinos de la clase Lada y el sistema de defensa antiaérea y
antimisiles S-400, considerado el más avanzado del mundo.
La
Conferencia sobre las Medidas de Interacción y Fortalecimiento de la Confianza
en Asia (CICA) fue fundada en 2006, por iniciativa de Kazajstán, y la sede
de su secretariado permanente está en Almaty. La presidencia rotativa de
la CICA pasará de Turquía a China en ocasión de la apertura de la Cumbre
que se desarrollará en Shanghai, el 21 y el 22 de mayo de 2014.
Subrayando
más aún la convergencia de intereses entre Moscú y Pekín, el presidente Putin
participa en la Conferencia sobre las Medidas de Interacción y Fortalecimiento
de la Confianza en Asia (CICA) que, presidida por Xi Jinping,
se desarrolla en Shanghai los días 21 y de 22 de mayo de 2014 con la
participación, entre otros, del primer ministro iraquí Nuri al-Maliki, del
presidente afgano Hamid Karzai y del presidente iraní Hassan Rohani. Una
verdadera bofetada para Estados Unidos que, después de haber invertido
6 000 millones de dólares en las guerras de Irak y Afganistán, ahora está
viendo a China cada vez más presente en la economía de esos países.
En Irak, China está comprando casi la mitad del crudo que se produce y
está haciendo grandes inversiones en la industria petrolífera. Y en Afganistán
–donde los geólogos del Pentágono descubrieron ricos yacimientos de litio,
cobalto, oro y otros metales–, China está invirtiendo sobre todo en el sector
minero.
Por
otro lado, al abrir a Irán nuevas posibilidades comerciales hacia el este,
Rusia y China neutralizan los efectos del embargo impuesto por
Estados Unidos y la Unión Europea.
Y las cosas no marchan mejor para Washington en el frente
occidental. La posibilidad, planteada por la administración Obama, de reducir
en más de un 25% en 10 años las compras europeas de gas ruso
reemplazándolas con gas natural licuado comprado a Estados Unidos está
resultando ser nada más que una promesa imposible de cumplir.
Esto último se confirma con el hecho que, a pesar de
las sanciones económicas anunciadas por Berlín, las empresas alemanas
no han detenido sus inversiones en la industria energética rusa. Por ejemplo, la Rma
Pipeline Equipment, productora de válvulas para oleoductos y gasoductos,
está abriendo en este momento su mayor instalación en la región del Volga.
Y
Gazprom ha firmado ya todos los contratos, entre ellos uno ascendente a
2 000 millones de euros con la firma italiana Saipem (vinculada al
ENI [1]),
para la realización del gasoducto South Stream que bordeará
Ucrania, transportando el gas ruso a través del Mar Negro hasta Bulgaria y
de ahí hasta los países de la Unión Europea. Incluso en caso de que
Estados Unidos lograse bloquear el South Stream, Rusia
siempre tendrá la posibilidad de enviar su gas a China.
Lo
cual abre las puertas al East Stream.
Fuente
Traducido
al español por la Red Voltaire a partir de la versión al
francés de Marie-Ange Patrizio
[1]
El ENI (Ente Nazionale Idrocarburi) es la principal empresa italiana de
producción y comercialización de hidrocarburos. Nota de Red Voltaire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario