Crimea, Ucrania, Nikita Jrushchov y el 11 de
septiembre
Marcos Antonio Casanova Fuertes
Una Tétrada o luna roja, un fenómeno no visto con tal intensidad desde el año 1600
anunció el pasado 15 de abril del 2014 el 120 aniversario del nacimiento de
Nikita Jrushchov autor del traspaso de
Crimea de Rusia a Ucrania en 1954
conmemorando 300 años del “tratado
de Pereyáslav” de 1654, tratado relativo a cosacos ucranianos (козаки) y al mar negro.
Nikita mucho vestía kazaka típica ucraniana, Stalin
siendo georgiano y no ruso lo llamaba “El Jajol” peyorativo de ucraniano -visto
desde los rusos- y para ridiculizarlo lo obligaba en tertulias a bailar folklor
de Ucrania.
En 1939 se convirtió en gobernante de Ucrania,
favoreciéndole ser originario de Kalínovka, aldea rusa fronteriza con Ucrania,
de 1953 a 1964 fue el máximo líder soviético y como tal puso al primer hombre
en el espacio exterior, recordándosele como, constructor de viviendas,
sembrador de maíz, precursor junto a Kennedy del teléfono rojo, creador de la
diplomacia del zapato e iniciador de la desestabilización con el famoso
discurso secreto en el XX congreso del PCUS.
Desde la visión de la Rusia-Zarista, de la Rusia-
Soviética y Postsoviética es imposible
verle lógica a la decisión de Jrushchov
de ceder Crimea a Ucrania, la anexión definitiva de Crimea al imperio
ruso en 1783 tras la derrota a los turcos y la contundente victoria rusa sobre
la intente británica-francesa-turca-otomana-piamontesa (1853-1856), están enclavadas en la cultura rusa y en la visión
gubernamental, incluida la iglesia ortodoxa, que en su conjunto forman la
cosmovisión de “Todas las Rusias”.
A veces Nikita tenía una
visión simplista de las cosas, guardaba bajo su cama la caja de herramientas de minero siendo ya
dirigente del PCUS, será que la decisión sobre Crimea tuvo tal suerte, tal vez
redimir a Ucrania por la retirada táctica soviética de Kiev en la II guerra
mundial o basado en este mismo sentimiento quiso también dar algún significado
de resarcimiento moral y material por estar en Crimea “Yalta” lugar
de la conferencia de los “tres grandes” Roosevelt, Churchill y Stalin en 1945, o viéndolo desde otro punto de vista, fue una
estrategia para fortalecer la unidad monolítica soviética haciendo las
republicas sujetas de la federación más interdependientes, o una medida de
seguridad para descansar en territorio ucraniano, esta última no daría
resultado, tanto a Jrushchov como
a Gorbachov le dieron golpes de Estado vacacionando en Crimea.
Nikita demostró apego a Ucrania lo demostró hasta
el último momento en 1964 cuando sus camaradas del PCUS le dan golpe de Estado,
la última llamada telefónica en solicitud de ayuda hecha por Niquita fue al
jefe de tropas del ejército rojo en Ucrania.
De su época sobreviven cosas como el socialismo cubano, y el resultado de su decisión sobre Crimea que hoy desempolva el
recuerdo, al poner otra vez la paz
mundial en peligro como en la crisis de los misiles en Cuba y al poner
nuevamente a Rusia y E.E.U.U.
La anexión de Crimea a Ucrania es enigmática, como misterioso es también como
Dios crea calendarios coincidentes, las fechas vinculadas a Niquita aquí
relatadas, en el 2014 cierran quinquenios, como también cerró quinquenio la fecha de su muerte
acontecida el 11 de septiembre de 1971 coincidiendo
30 años después con el 9-11 del 2001.
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