ESCALADA FASCISTA EN UCRANIA

Nota de los editores

ESCALADA FASCISTA EN UCRANIA

La situación en Ucrania configura la crisis política y social más grave ocurrida en el continente europeo desde la guerra de agresión contra Yugoslavia.

Una aparente dualidad de poderes oculta un real vacío de poder.

La Rada (Cámara de diputados) pretende controlar la situación. Oleksandr Turtchinov, del partido Pátria, de Júlia Timoshenko, asumió interinamente la presidencia del país. Esse órgano legislativo destituyó al presidente Yanukovich, restableció la Constitución de 2004 y marco elecciones presidenciales para el 25 de mayo.

Ucrania está al borde de la bancarrota y mucha agua correrá por el Dnieper hasta esa fecha.

En la práctica los grupos extremistas de la Plaza Maidan que recusaron el acuerdo firmado por Yanukovitch, por los ministros de Asuntos Exteriores de países de la Unión Europea y por la oposición de la Rada, forzaron al presidente (cuyo comportamiento fue indecoroso) a huir para Kharkov, y emergen como poder real en la caótica situación creada en la Ucrania Occidental

Júlia Timoshenko, llegada del hospital donde se encontraba en  Kharkov, compareció en la Plaza en una silla de ruedas y pronunció allí en tono patético un discurso populista, cargado de amenazas. Mas no despertó el entusiasmo que esperaba. Ella y su partido Patria habían mantenido relaciones íntimas con la oligarquía corrupta que domina el país.

Bien organizados, los grupos extremistas de Plaza Maidan continúan actuando como poder real. Un diputado del partido de las Regiones, de Yanukovitch, que había afirmado su no disponibilidad para participar en un gobierno de coalición, fué retirado de la Rada y llevado para la plaza esposado, con un cartel donde se leía la palabra”¡Traidor!

En la Rada, la lengua rusa fue prohibida y los canales de televisión que transmitían también en ruso pasaron a emitir solamente en ucraniano. Una diputada del partido de extrema-derecha Svoboda sugirió en un discurso impregnado de odio que todos los rusos de Ucrania (más de 12 millones) sean expulsados.

El líder del otro partido ultranacionalista, neo fascista, pidió la expulsión de los “comunistas, de los judíos y de la escoria rusa”.

El diputado del partido radical Oleg Lyashko exigió la ejecución pública de Yanukovitch.

En Lvov, en el Noroeste del país (provincia de mayoría católica que era polaca en 1939), la presecución de los comunistas es frenética, feroz.

Una ola de anticomunismo salvaje barre gran parte de Ucrania. En la capital y las ciudades de la Ucrania Occidental, organizaciones de extrema derecha practican crímenes abyectos, ante la pasividad de ejército y policía. Desde el III Reich nazi no ocurría nada comparable en Europa. E fascismo exibe en Ucrania, con arrogancia desafiante, su faz  hedionda.

LOS EDITORES DEL ODIARIO.INFO

(Traducción Antonio Maira)