Septiembre de 2013
Con el acercamiento de la primavera meridional se va
delineando un mundo donde parece que no podrán florecer ni decenas de flores y
la oscuridad proporcionado por el humo de los misiles será de hecho un eclipse
que ensombrecerá el cielo del medio oriente, creando una noche que no será
polar porqué el efecto de tantas armas subirá enormemente la temperatura. En
caso que U.S.A. persista- contra la opinión de gran parte del mundo, inclusive
sus aliados históricos- en su agresión a Siria, lo menos que se desencadenará
es una guerra regional ampliada y extremadamente cruenta. Pero lo peor es que
el conflicto se deslice hacia una tenebrosa guerra mundial. Nuestro deber como latinoamericanos
es pensar mínimas líneas de lo que vendría, particularmente para nuestro (aún)
incipiente proceso independentista.
La presión de USA. se agravará sobre la Venezuela Bolivariana; habida cuenta
de la extrema necesidad de combustibles que recorrerá el mundo y muy en
particular para las necesidades civiles y militares norteamericanas. Nadie
puede seriamente descartar una invasión si las dificultades y necesidades
imperiales la hacen necesaria.
Los síntomas de insubordinación del pueblo colombiano
contra el neoliberalismo mafioso-oligárquico gobernante merecerán la atención e
intervención del complejo conglomerado dirigido por EE.UU. para evitar que se
les escape de las manos un país puntal del acuerdo del Pacífico; cuya finalidad
manifiesta es desandar los avances logrados en favor de los pueblos por la
UNASUR, El ALBA, PETROCARIBE y la CELAC.
En nuestra Argentina, el inesperado resultado de las elecciones primarias- en
las que las fuerzas partidarias de recrear un orden neocolonial dieron un salto
adelante- han abierto una delicada situación para el gobierno nacional y
popular, claramente inscripto en el proceso emancipatorio latinoamericano. De
mantenerse los resultados del comicio de agosto, Kristina y su elenco
conservarán de todos modos la mayoría parlamentaria. Todo militante nacional,
popular, progresista y de izquierdas debe apoyar esta perspectiva; aunque son
válidas todas las diferencias pensables con el Kirchnerismo. Pero no comprender
lo recién enunciado implica favorecer nítidamente al imperialismo. Y si se
logra conservas las mayorías parlamentarias es preciso prepararse para la nueva
madre de todas las batallas: evitar la desestabilización que la reacción
prepara por si fracasa en su intento electoral. Ya lo advirtió Mauricio Macri,
el neoliberal alcalde de la ciudad de Buenos Aires que debe ser guionado porque si no se va de boca- el círculo rojo (el poder económico, aclaración nuestra)
no descansa jamás.
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