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lunes, 8 de julio de 2013

Las órdenes las da Estados Unidos que busca el dominio mundial total


Las órdenes las da Estados Unidos que busca el dominio mundial total
Rómulo Pardo Silva


Francia, Portugal, España, Italia, obedecieron una vez más. Aceptan una asociación global con los norteamericanos en calidad de beneficiarios de segundo orden. Acorralaron en vuelo el avión de la presidencia de Bolivia para detener a la persona que les probó que estaban siendo espiados... Son disciplinados.

Los empresarios corporativos que actúan por medio de la Casa Blanca y el Pentágono tienen una poderosa base económica, militar, tecnológica, mediática, y la usan sin obligarse a normas, excepto la de su interés. Operan dentro y fuera de la legalidad interna e internacional. Siempre. Su sello de conducta brutal fue arrojar dos bombas atómicas sobre civiles en ciudades japonesas.

Espían, eliminan a ciudadanos nacionales o extranjeros, amenazan y derriban gobiernos, hacen guerras ilegales en Yugoslavia, Irak, Libia, Siria…, concertadamente niegan permiso de aterrizaje al presidente Evo Morales de Bolivia, conscientes de la posibilidad de un accidente, su muerte con sus acompañantes.
Su accionar es totalitario, ni siquiera reconocen amigos. “Las más recientes revelaciones periodísticas emanadas de los documentos filtrados por Edward Snowden, el ex contratista de dependencias estadunidenses de inteligencia, dan cuenta de vastos operativos de espionaje realizados por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) en contra de varias dependencias de la Unión Europea. Sólo en Alemania, el gobierno de Washington ha interceptado cada mes unos 500 millones de intercambios, telefónicos o por Internet, tanto de particulares como de empresas y dependencias oficiales.
Por añadidura, la NSA instaló micrófonos en las representaciones de la Unión Europea (UE) y de la ONU ubicadas en territorio estadunidense e interfirió las redes de cómputo de ambas entidades, usó la sede de la OTAN en Bruselas para lanzar ataques informáticos contra oficinas de la Europa comunitaria ubicadas en esa ciudad y, en documentos internos, calificó a la UE de objetivo de espionaje, como hacen los gobiernos contra países y organizaciones a las que consideran enemigos. [La Jornada]


Al contrario de gobiernos europeos que se someten, en América Latina hay países antiimperialistas que se les oponen.  

Uno de los objetivos de la retención en Europa de Evo es la detención o eliminación física de Edward Snowden, que hizo públicas acciones secretas norteamericanas y posiblemente tiene pruebas de otras muy importantes.

Su debilidad es que por compromisos de conciencia personas internas y externas revelan sus actividades criminales ocultas. No son solo las denuncias heroicas hechas por Julian Assange, Bradley Manning, John Kiriakou (exoficial de la CIA condenado a tres años de prisión por denunciar torturas), Edward Snowden, sino el ejemplo que invitan a seguir por otros.

Su decisión corporativa es que nada ni nadie debe oponerse a su colonización planetaria cuando saben que el sistema que dirigen concluye debido al agotamiento inevitable de recursos naturales.

Rusia, con temor, ha sido la potencia más firme contra Washington, acompañada de China más cautelosa. Ambas saben que serán atacadas y que necesitan tiempo para desarrollar tecnologías para sus fuerzas armadas.

El bloque latinoamericano más firme de oposición soberana es el de Cuba, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Bolivia. Su firmeza arrastra a gobiernos empresariales amigos de Wall Street como México, Chile, Colombia y otros. No debe olvidarse que los conservadores de los países pobres también dependen y son fieles a Estados Unidos.

Lo fundamental es tener siempre presente el objetivo estratégico de los países desarrollados occidentales. Podrían no haber valientes que publican sus actos ocultos, o no haberse secuestrado a Evo, y el plan de conquista sería el mismo, avanzando cada día, sin descanso.

USA y sus segundones optaron por una estrategia ecofascista. Ante la crisis sistémica en desarrollo buscan crear la nueva civilización decrecida y sostenible en función de su beneficio.

El imperio norteamericano declina pero hace falta crítica, organización y lucha para que en lugar de utilizar las armas su pueblo se hermane con el resto de la humanidad. La única salida humanista es compartir solidariamente el planeta.  
Ese es el problema crucial oculto detrás de las violencias episódicas.
 

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