EL TELÉGRAFO -
Primer Diario Público
Ecuador, lunes 10 de junio de 2013
Ecuador, lunes 10 de junio de 2013
¿OTAN en América Latina?
Juan J. Paz
y Miño Cepeda
Después de la
Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se expandió el campo socialista, pues a la
URSS, nacida en 1917, se unieron los países de Europa del Este, liberados por
los soviéticos. El “peligro” de la expansión “comunista” condujo a la creación
de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), en 1949, una alianza militar
entre los países europeos occidentales con Canadá y los EEUU, que, con el
estallido de la “guerra fría”, aseguró la defensa del autoproclamado “mundo
libre”.
Bajo el
supuesto de defensa frente a cualquier amenaza “externa”, en 1947 se suscribió
el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un acuerdo similar a
la OTAN, que en plena guerra fría y, sobre todo, a raíz de la Revolución Cubana
(1959), sirvió de instrumento para garantizar políticas continentales de
seguridad militar anticomunista hegemonizadas por los EEUU.
La OTAN creó
un cerco militar al bloque de países socialistas, garantizado con bases
militares norteamericanas en Europa. En América ocurrió algo parecido y, sobre
todo, las fuerzas armadas latinoamericanas, penetradas por la ideología
anticomunista, pasaron a ser actores decisivos en la vigilancia y hasta
derrocamiento de gobiernos progresistas y demócratas, e incluso, en dictadores
que dirigieron políticas terroristas destinadas al exterminio de cualquier
germen izquierdista, como ocurrió en el Cono Sur, a partir del régimen de
Pinochet (1973-1990).
El derrumbe
del bloque socialista obligó a modificar las estrategias y orientaciones de la
OTAN. El TIAR demostró ser innecesario e indigno para las soberanías y las
sociedades latinoamericanas. Hoy, los países del ALBA encabezan la necesaria
reorientación de las fuerzas armadas y de las estrategias de inteligencia y
seguridad, para que se identifiquen y sustenten los cambios que se impulsan en
América Latina.
Pero
en 2009, se aprobó la participación de Colombia en la Fuerza
Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF); y para este mes
(junio 2013) está previsto el acuerdo de “cooperación” de esta república en la
OTAN, según lo precisó el Ministro de Defensa colombiano Juan Carlos Pinzón.
Esto provocó las reacciones inmediatas de Venezuela, Bolivia y Nicaragua y con
suficiente razón histórica, porque la OTAN no se compadece con las necesidades
de seguridad de América Latina, sino que incrusta, en medio de los países
bolivarianos, estrategias directas de las grandes potencias para expandir sus
intereses en la región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario