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El golpe contra Allende y la agitación fascista en
Venezuela
IVÁN
MUÑOZ ROJAS
Artículos de Opinión | IVÁN MUÑOZ
ROJAS | 06-06-2013 |
Al aproximarnos a los 40 años del golpe que derribara al
gobierno popular de Salvador Allende acecha el fascismo contra la Revolución
Bolivariana gesta emancipadora de inmensa gravitación para América y el mundo,
sirviéndose con maquiavélico oportunismo de la desaparición del Comandante
Chávez y tras una nueva derrota electoral en un prístino proceso validado
transversalmente por la comunidad internacional[no se habla acá desde luego de
esa pretendida comunidad que sólo se ve representada por los mandatarios de
EEUU y la Unión Europea. Nota de Libre Pensamiento], con desparpajo invocando
un supuesto fraude, la derecha fascista levanta una ola de provocaciones,
estimulan el caos, la violencia y el desconcierto tras el perverso objetivo de
dividir al país y llevarlo a una confrontación fratricida que cree las
condiciones para que luego “en aras de la paz y la restauración democrática”
legitime una intervención externa similar a las que ahogan en sangre a los
pueblos árabes y tras el mismo objetivo, los recursos energéticos y de paso
abortar el proceso integrador del cual ha sido un eje vital la Revolución
Bolivariana.
La situación que vive Venezuela y el sibilino relato
empleado para deslegitimar al gobierno de Nicolás Maduro, nos hacen revivir el
clima previo al golpe fascista que derribó al gobierno del Presidente Allende
con su secuela de muerte, desapariciones, dolor e inmenso retroceso de los
avances impulsados por el gobierno popular en favor del pueblo de Chile y que
instalo a sangre y fuego el laboratorio neoliberal expandiéndose como una
mancha negra en todas direcciones imponiendo las leyes del mercado como panacea
maravillosa para la oligarquía, jibarizando el rol del Estado a un papel
subsidiario, apropiándose desvergonzadamente de las empresas vitales creadas en
decenios por todos los chilenos, retornando a manos transnacionales nuestra
riqueza fundamental, el cobre, aplicando políticas que sólo trajeron miseria y
hambre y que es la perspectiva que se impondría si el fascismo se abriera
camino en la tierra de Bolívar.
Los fenómenos políticos y sociales en nuestro continente
tienen puntos de encuentro y similitudes, han transcurrido 40 años y los
cambios en todos los planos son inmensos, aún así es aconsejable invocar e intercambiar
acontecimientos que guardan similitudes cuando en América se libran proyectos
emancipadores y cursan procesos de integración y unidad entre pueblos hermanos
más aún cuando emerge el fascismo y la agresividad intrínseca del imperialismo
y las oligarquías como se han verificado contra Bolivia, Ecuador, Honduras,
Paraguay y hoy contra el pueblo hermano de Venezuela.
Ambos procesos, el de la Unidad Popular liderado por
Allende y la Revolución Bolivariana del Comandante Chávez surgieron de claros
procesos electorales cabalgando en la movilización popular, las gestión de
ambos gobiernos recuperaron para sus pueblo la dignidad de los seres humanos y
en lo económico retorno a sus dueños legítimos las riquezas estratégicas en
manos del imperialismo norteamericano y las transnacionales, Allende el cobre
que bautizó como “la viga maestra de la economía” y Chávez la riqueza petrolera
y el gas natural.
De estas medidas vitales surge el enemigo más encarnizado
y permanente conspirador contra ambos procesos, el gobierno de Estados Unidos.
Asumido el gobierno de Allende Nixon espetó, “hay que hacer aullar la
economía chilena”, Bush calificó a Venezuela en el eje del mal y hoy Obama
desconoce el resultado electoral estimulando la sedición y la intervención.
Contra ambos procesos se emplearon y aplican los
procedimientos diseñados por expertos de la comunicación y la manipulación de
la conciencia colectiva, la guerra psicológica que conduzca a la alienación, la
máxima del ministro de propaganda de Hitler, Joseph Goebbels, “mentir, mentir,
que algo siempre queda”, se aplicó en Chile desde antes que triunfara Allende y
durante los mil días de su Gobierno. En Venezuela se demonizó la figura y gestión
del presidente Chávez con métodos más modernos y sofisticados y hoy los embates
mediáticos en contra del presidente Maduro van en la línea de deslegitimarlo,
fue y es la misma matriz, crear la sensación de desgobierno, desacreditar a sus
personeros, instalar la idea de que el país sufre una dictadura y los poderes
del estado están siendo avasallados e inescrupulosamente, bajo el amparo de la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), chillaban en Chile y hoy en Venezuela
de falta de libertad de prensa (sic), siendo precisamente El Mercurio, El
Universal, El Nacional, respectivamente, los poderosos centros de emisión
permanente de injurias en la estrategia del terrorismo mediático fascistizante.
Sobre nuestro país el informe “Covert Action in Chile”,
redactado por la Comisión presidida por el legislador Frank Church del senado
de Estados Unidos, develó el financiamiento e intervención de la CIA para
llevar adelante el golpe fascista que derribó al gobierno de Allende, denunció
el soborno a ejecutivos y periodistas de El Mercurio, la fundación de diarios
sediciosos como Tribuna y Sepa, la infiltración al medio periodístico, la
edición de informativos radiales tendenciosos, etc…, la línea editorial de esta
maquinaria propagandística predecía el colapso económico, el temor a lo que
viene, magnificando el desabastecimiento, especulando sobre la intromisión
cubana etc., y el mismo informe del senado norteamericano señala las cuantiosas
cifras en dólares que recibían los yanaconas.
En Venezuela se opta por el financiamiento de las ONG
conspirativas y la remesa desde 2002 al 2012 de más de 200 millones de dólares
para el financiamiento de campañas desinformativas incrementadas en torno a 40
millones de dólares en cada proceso electoral, así la línea editorial de los
medios oligárquicos no da tregua con sus ataques que rayan en la procacidad
incitando impúdicamente a la sedición, invitando a “pronunciamientos
militares”,- como recientemente reseña El Nacional en su artículo “Se anuncia
tempestad”-, que de inmediato repican CNN, ABC, El País y demás componentes del
arsenal mediático internacional controlada por los empresarios de la SIP y que
integran en Chile, El Mercurio, La Tercera, los canales de TV. La historia se
repite.
En la actual coyuntura venezolana un elemento profusamente
explotado por los medios del imperio ha sido el desabastecimiento. Cuando se
imponen políticas neoliberales y la economía de los gobiernos de turno aplican
sin contrapeso los lineamientos del FMI y del Banco Mundial la mayoría de la
población de esos países está desabastecida, segmentos de ella sufren el hambre,
no tienen acceso al estudio ni a derechos sociales, en estos días de lluvia en
Chile hemos vistos las dramáticas y conmovedoras escenas en las poblaciones con
casas anegadas, sin techo, sufriendo las inclemencias del frío, y madres que
lastimosamente demandaban leche o pan para sus hijos, esto a pocos días de que
Piñera nos mostrara profusamente en las cadenas televisivas en su mensaje anual
y… último, un Chile paradisiaco, de otra galaxia. En Europa, bajo la crisis
galopante del sistema, se llega al suicidio porque te arrebatan la vivienda o
nos conmueven las imágenes de seres humanos hurgando en los tachos de la
basura, bajo el neoliberalismo para un porcentaje mayoritario del pueblo, el
desabastecimiento es perenne y sufre como señalaba Fidel, “ la tortura de las
vitrinas” abarrotadas como parte de un sistema que estimula el consumo
irracional y sin medida, para esa mujer chilena que reclamaba leche, bajo la
lluvia o esos seres que en Europa hurgan comida, las mercancías sí están
disponible, el terrible drama es el desabastecimiento o carencia de dinero con qué
adquirirlas.
La oligarquía, la derecha saben cómo llevar adelante la
guerra política, psicológica, en 1970 al conocerse el triunfo de Allende se
gatilló una “corrida bancaria”, se difundieron rumores sobre expropiaciones de
viviendas acomodadas, se inicia el sabotaje económico, los ganaderos trasladan
a Argentina 200 mil cabezas de ganado, estimulan el acaparamiento, la
especulación, el mercado negro, El Mercurio profetiza en 1972 que no habría carne
ni para comerse nuestra tradicional empanada, se instaló la psicosis por la
adquisición de cualquier producto bajo la presión de la alarma del
desabastecimiento. Las políticas implementadas por el gobierno popular estaban
destinadas fundamentalmente a cubrir las necesidades de la población entregando
por ejemplo gratuitamente medio litro de leche a cada niño alcanzando a
repartir en 1973, – aún bajo las drásticas dificultades que se
enfrentaban -, 49 millones de litros a 3 millones 600 mil niños, impulsando
la redistribución del ingreso con marcados mejoramientos salariales que
aumentaron drásticamente el poder de consumo de la población frente a una
estructura de oferta que aún no se hacía equivalente a este crecimiento.
Los enemigos de clase desataron el boicot empresarial, el
paro de los empresarios de camiones, el abarrotamiento de las mercancías en los
almacenes portuarios ocasionado por los importadores que no las retiraban, el
sabotaje contra tendido eléctrico y puentes, los paros de gremios profesionales
de clase media y toda una batería científicamente diseñada para transitar hacia
el golpe fascista. Todo esto en medio de la práctica de una experiencia
inédita, manejar por el pueblo las empresas que ancestralmente habían estado en
manos de la oligarquía y pasaban al Estado en la perspectiva de la construcción
socialista.
Como parte de la campaña del terror sobre el consumo, a la
ayuda de barcos soviéticos y cubanos que incrementaban la pesca para paliar las
necesidades alimentarias, difundían la patraña que estos pescados se vendían
congelados porque estaban descompuestos y los rusos le inyectaban penicilina
solidificando a bajas temperaturas para evitar el envenenamiento o que las
conservas provenientes de China estaban contaminadas con peste porcina
africana. (Sic).
Una de las formas de enfrentar el desabastecimiento por
parte del gobierno fue mediante la creación de las Juntas de Abastecimientos y Precios (JAP), constituidas por los
pobladores en cada unidad vecinal y que tenían como misión ayudar al
aprovisionamiento del comerciante logrando regularizar la distribución y precio
de los productos, denunciar el acaparamiento y especulación constituyéndose
además en una forma de participación popular en la gestión de gobierno.
Encontramos elementos análogos en Venezuela cuando por
primera vez el pueblo tiene acceso por diversas vías a la renta petrolera que,
por decenas de años, absorbieron las transnacionales y la burguesía local bajo
una estructura económica mono productora y rentista, el impulso de programas
sociales mediante las Misiones para lograr plena y gratuita educación logrando
que uno de cada tres venezolanos esté integrado a programas de educación
pública; llevar la salud a las poblaciones; fijar regulaciones de precio para
poner los alimentos al alcance de la gente, montar circuitos como Mercal para
lograr la Soberanía y Seguridad Alimentaria que permite que el 94% de todos los
estratos de la población coman 3 a 4 veces al día y que 4.150.000 estudiantes
reciban 2 comidas y una merienda en sus centros de estudio o que se provean vía
MERCAL alimentos hasta con un 80% de descuento, se sustenta en el incremento de
la inversión social a un 62,65% del total de los ingresos del país desde 1998
al 2012. Junto a esto se determina la regulación de alquileres, medicinas, la
construcción y entrega de 385 mil viviendas como parte de un plan de más de dos
millones de viviendas dignas, se alcanza a dos millones cien mil pensiones de
vejez; etc. Estas medidas revolucionarias que permiten recuperar la dignidad
humana ha permitido que se hayan cumplido la Metas del Milenio antes del 2015 y
mostrar el índice más bajo de desigualdad social, 0.039 puntos, en América.
Este ha sido un esfuerzo titánico y por cierto prevalecen
problemas e insuficiencias y se han cometido errores planteándose correcciones
y cambios desde el gobierno recién iniciado con un sentido autocrítico que es
esencial en todo proceso revolucionario, los procesos de cambios como el
intentado por Allende o Chávez se emprenden con una carga milenaria de
concepciones, limitaciones, falencias propias de la ideología imperante y
además con la estructura económica del sistema capitalista rodeado de un
poderoso entorno hostil y agresivo.
En el caso de Revolución Bolivariana ha heredado un
andamiaje económico, industrial y agrario construido durante todo el siglo
pasado, las condiciones actuales devienen de la llamada “Venezuela Agraria” en
que predominaba un sistema de producción agropecuario artesanal en que campeaba
el “conuco” y que al pasar a la “Venezuela petrolera” generó la economía de
puertos abriéndose a la importación de todo tipo de bienes condenando a la
agricultura a la improductividad.
Este lastre económico gestado desde los años 20 del siglo
pasado y mantenido incólume por los gobiernos “puntofijistas” se empieza recién
a enfrentar con la emergencia de la Revolución Bolivariana que junto con
adoptar medidas drásticas para redistribuir el ingreso inicia la titánica tarea
de cambiar el sistema económico y productivo en que las plantas de la industria
privada operan al 30% de su capacidad, con instalaciones obsoletas y agotadas y
cuyos propietarios no tienen el menos interés en renovar por cuanto dirigen sus
inversiones al lucro del mercado financiero apoyándose en el sistema cambiario,
se importa a dólar controlado a Bs 6,30 y se vende a dólar paralelo a Bs 18,00,
así la banca privada crece un 33% anual y sus utilidades se elevan sobre el 50
% en la intermediación financiera. A esto se agrega que la cadena de
distribución de productos alimenticios está mayoritariamente en manos privadas.
El gobierno de Nicolás Maduro con profundo sentido social
y de clase en favor del pueblo venezolano, ataca las formas en que se
manifiesta el problema destinando ingentes recursos a la importación de
productos para cubrir la creciente demanda de la gente que al recuperar la
dignidad ha crecido en expectativas superiores de vida, enfrenta la
especulación, el acaparamiento y el contrabando en medio de la miserable
campaña de la oposición que exacerba el clima aprovechando las necesidades del
pueblo del que no se preocupó por decenios, paralelamente el gobierno del
Presidente Nicolás Maduro ataca el fondo de la situación heredada buscando
sustituir las importaciones para lograr la soberanía y seguridad alimentaria
yendo a la consecución de la tecnología y la inversión que permita la
transformación industrial y agrícola construyendo una plataforma para la
estructuración socialista y así consolidar las crecientes demandas y
expectativas de los venezolanos estimuladas por la Revolución Bolivariana con
la participación plena y protagónica del pueblo organizado.
El 15 de abril Capriles desató una jauría, le vimos
desencajado, agitando frenético sus puños y llamando a: “descargar esa
arrechera, que se oiga en todo el mundo, Ud… le da a las cacerolas…”…Convocó a
desatar la violencia y el odio, resultado es la muerte, el incendio de locales,
el ataque a centros de salud atendido por médicos cubanos, era el fascismo en
acción.
¿Qué recordamos los chilenos de la situación previa al
golpe contra Allende?, el pasquín Tribuna, creado por la derecha con
financiamiento norteamericano, titulaba en una portada en 1973, ¡¡¡ Junten
rabia chilenos…!!!, y esa rabia se materializaba en una marcha de mujeres de la
burguesía elegantemente vestidas que por primera en su vida tomaban una
cacerola y cuyos refrigeradores estaban sobradamente abastecidos, manifiestan
agresivamente en el barrio alto de Santiago profiriendo groserías contra el
presidente Allende y contra Fidel que se encontraba en Chile, las guardias
blancas de los niños bien marchan agresivamente con cascos y premunidos de
garrotes y armas cortas, – se diferenciaban de los camisas pardas de Hitler
porque las suyas eran impolutamente blancas, un grupo de fascista manifestó
frente a la residencia del presidente Allende. Era el odio desatado, la
violencia descontrolada…, que coincidencia con el 14 de abril de Capriles! Los
métodos del fascismo no varían en el tiempo ni en las circunstancias
históricas, ni en la Alemania de Hitler o la Italia de Mussolini, ni la España
de Franco, ni el Chile de Pinochet.
Porque los chilenos conocimos el terror del fascismo en
carne propia en que fueron asesinados millares de compatriotas, en que nos
hicieron desaparecer a miles de luchadores, porque sufrimos la cárcel, la
tortura, el exilio, porque se destruyó lo avanzado en decenas de años en
conquistas sociales y económicas, porque se eliminó lo conquistado desde la
época de Luis Emilio Recabarren y aún vivimos bajo la institucionalidad
fascista de Pinochet que nos impuso el neoliberalismo bajo una democracia
virtual, maquillada, no queremos que se repita esto para nuestros hermanos
venezolanos, estamos con la Venezuela de Chávez, con el pueblo que eligió
limpiamente a Maduro, con la Revolución Bolivariana y tenemos que redoblar la
solidaridad, desmitificar la mentira, avanzar en conjunto por la integración y
la unidad de nuestros pueblos, ¡NO PASARAN…!!
*Tomado de www.luisemiliorecabarren.cl
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