MUNDO:
De Sandino a Chávez, “el amanecer dejó de ser una tentación”
Thierry Deronne, 8 de marzo 2013
La historia de los pioneros y de los pueblos convertidos en sujetos colectivos con su sed de respeto, soberanía, dignidad, igualdad y felicidad explica por qué todo "apenas está empezando".
Sandino y el Ejército defensor de la Soberanía nacional (EDSN)
Caracas, 9 de marzo 2013.
Como escribe el sociólogo venezolano Reinaldo Iturriza, hablar de "transición" o "poschavismo" sólo equivale a ofender la inteligencia de los venezolanos, a negar la historia de Venezuela y el movimiento profundo que apenas comienza en una América que ha cambiado. Comprender a la Venezuela del 2013 pasa primero por entender una verdad obvia. El pueblo venezolano de hoy en día ya no es el pueblo de los años 90. Es la victoria de Chávez: "a los que me desean la muerte, les deseo una larga vida para seguir viendo la Revolución Bolivariana corriendo hacia delante de batalla en batalla, de victoria en victoria."
En los años 80, cuando viví en Nicaragua, en plena Revolución Sandinista, dos hechos me llamaron la atención.
En el momento en que por primera vez los nicaragüenses disfrutaban de las primeras elecciones libres, de un estado de derecho y libertad de expresión, después de la interminable noche de torturas, asesinatos y desapariciones de la dictadura de Somoza, los medios occidentales se apresuraron a convertir esta revolución en un "totalitarismo en marcha". Fue cuando el gran cronopio argentino Julio Cortázar envió sus protestas a los “famas” del periódico francés "Le Monde" para tratar de romper la mentira. Unos cineastas canadienses realizaron un valioso documental que desmonta la fabricación de una Nicaragua virtual: "The world is watching”. Detalle cómico y digno de un Molière: cuando los sandinistas perdieron las elecciones en 1990 y entregaron el poder a la oposición, los medios de comunicación de pronto descubrieron que al fin y al cabo eran... demócratas.
Fueron los mismos viejos trucos que volvieron a sacar del armario para transformar la democracia participativa venezolana en su contrario apenas Chávez fue elegido en 1998 y comenzó a sacar su nación de las cadenas neoliberales para construir el socialismo bolivariano.
El segundo punto es más importante. Muchos pensaron que la derrota electoral de la izquierda ocurrida en Nicaragua en 1990 significaba el fin de la aventura revolucionaria, la destrucción de los últimos sueños, y autorizaba el ejercicio de la nostalgia. No quedaba más que regresar a casa para morir sin olvidar de dar unas últimas lecciones a las "izquierdas descoloridas que ya no son lo que eran".
Subestimar a los pueblos, su Historia, su capacidad para elegir a quienes quieren cuando quieren y de corregir lo que quieren cuando quieren, lleva a este tipo de autismo. En 2013 la revolución de América Latina nunca ha sido tan poderosa: por consciente y colectiva. El aislamiento brutal de los nicaragüenses frente a los "contras" equipados por Ronald Reagan en los años 80 ha dado paso a una unidad que se está acelerando en todos los niveles ―político, social, económico, diplomático, etc.―, un hecho que no tiene precedentes en la historia del mundo, y que se despliega bajo siglas tales como SUCRE, CELAC, ALBA, UNASUR, Banco del Sur, etc., términos casi desconocidos en la población occidental.
Augusto C. Sandino, el rebelde nicaragüense de los años 30, nombrado General de Hombres Libres por sus soldados-campesinos mestizos e indígenas, pintó en sus pocos escritos el color de esta Historia. Habló de la necesidad de un banco de desarrollo para toda América Latina, de la ciudadanía y del pasaporte latinoamericanos, de la necesidad de conformar entre las naciones unas fuerzas de defensa común para asegurar su soberanía. Sandino llamó a este programa "La realización del sueño supremo de Bolívar".
Por supuesto uno siempre puede taparse los ojos, negarse a ver, a estudiar, a entender, a investigar, a transmitir, en definitiva, participar como periodista en la construcción de la ignorancia y la división, para mantener la dominación durante el mayor tiempo posible. Pero ¿todo esto para qué? La historia de los pioneros y de los pueblos convertidos en sujetos colectivos con su sed de respeto, soberanía, dignidad, igualdad y felicidad explica por qué todo "apenas está empezando".
Thierry Deronne, Caracas, 7 de marzo de 2013.
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