Los funcionarios estadounidenses confiesan que su
objetivo es la población civil de Irán
Por: Franklin Lamb
Information Clearing House | Martes,
12/02/2013 11:17 AM
12 de febrero de
2012.- Azadeh, estudiante de posgrado de la Universidad de Teherán, recordó a
sus interlocutores en el marco del Third Annual Hollywoodism
(www.hollywoodism.orghttp ) de Irán, las admisiones obviamente incriminatorias
hechas la semana pasada por dos políticos estadounidenses:
“Sería la peor pesadilla de un abogado defensor,¿
verdad? Quiero decir que sus clientes, en este caso el Vicepresidente de EE.UU.
y la Secretaria de Estado saliente confiesen de un modo tan público graves
crímenes internacionales contra una población civil”.
Las confesiones y los crímenes, que enumeró
correctamente ante su auditorio, fueron los admitidos por ambos altos
funcionarios la semana pasada. Los dos funcionarios, al hablar de las
relaciones de EE.UU. con la República Islámica, admitieron abiertamente que las
sanciones dirigidas por EE.UU. contra Irán (y Siria) están motivadas políticamente
y constituyen una “guerra blanda” contra los casi 80 millones de habitantes de
Irán (23 millones en el caso de Siria) con el fin de conseguir un cambio de
régimen.
Hillary Clinton fue la primera del dinámico dúo qe
se pronunció. Reconoció que las duras sanciones de EE.UU. tenían como objetivo
al pueblo de Irán y le enviaban un mensaje. “Así que esperamos que el pueblo
iraní dé a conocer sus preocupaciones… por lo tanto mi mensaje al pueblo iraní
es que haga algo al respecto”.
Algunos oyentes concluyeron que quería que las
revueltas por los alimentos y la inflación derrocaran al gobierno iraní. Una
entrevistadora de Australian Broadcasting Company preguntó a Clinton el 31 de
enero del año pasado: “Si tenéis problemas con el gobierno de Irán, ¿por qué
destruir al pueblo iraní con las sanciones? Es muy difícil encontrar ciertas
medicinas en Irán. ¿Dónde quedó vuestro sentido de humanidad?
La entrevistadora de Clinton, explicó más
adelante, pensaba en que las sanciones dirigidas por EE.UU. redujeron el
crecimiento del PIB de Irán (-1,1%) lo que llevó a una inflación del 21% que
afecta sobre todo a la población civil. Así como la escasez periódica en los
supermercados de productos básicos como el arroz y el aumento de los precios de
todo lo demás. Por ejemplo, la impresión de una página para los estudiantes ha
aumentado un 400% y el precio de un coche usado un 300%. En general, los
productos de los supermercados han aumentado entre el 100% y el 300% o más en
los últimos veinticuatro meses y ciertas medicinas esenciales ya no están
disponibles, lo que es devastador para muchas personas.
Clinton: “Bueno, quisiera decir primero que no hay
sanciones sobre las medicinas, alimentos y otras necesidades”. Esta declaración
es un disparate y la señora Clinton lo sabe.
El proceso de identificación de objetivos por el
Departamento del Tesoro de EE.UU. está bien afianzado en Washington. Cuando el
lector se encuentre la próxima vez en Washington DC, tal vez en un tour en
autobús que lo lleve por NW Pennsylvania Avenue después de una visita al
Capitolio, puede considerar bajarse en la 15 y Pennsylvania en el Departamento
del Tesoro de EE.UU. Al dar la vuelta al edificio principal verá una
construcción anexa. Ese edificio, como bien sabe Clinton, y que también Biden
ha visitado más de una vez, alberga la Oficina de Control de Activos
Financieros (OFAC). La tarea de esa bien financiada agencia incluye
precisamente la búsqueda de objetivos de “alimentos y medicinas y otras
necesidades” con el fin de obligar a la población civil de Irán a lograr un
cambio de régimen.
Durante más de doscientos años, desde la Guerra de
1812, cuando se fundó la OFAC para sancionar a los británicos, la oficina se ha
convertido en experta en la imposición de sanciones y lo ha hecho más de 2.000
veces. La OFAC utiliza actualmente un gran equipo de especialistas y
ordenadores para concebir, preparar, ensayar y enviar a AIPAC y a ciertos
funcionarios y miembros del congreso pro sionista, el producto de su trabajo
terminado y con recomendaciones.
La OFAC y sus asociados del Departamento del
Tesoro han participado prácticamente en todas las sanciones aplicadas a Irán
desde que el Presidente Jimmy Carter emitió la Orden Ejecutiva 12170 en
noviembre de 1979 congelando cerca de 12.000 millones de dólares de activos
iraníes, incluyendo depósitos bancarios, oro y otras propiedades. Desde la Ley
de Designación de Estado Patrocinador del Terrorismo en 1979 a la Ley de
Responsabilidad Siria de 2004, más de una docena de Órdenes Ejecutivas Presidenciales,
incluyendo las órdenes Ejecutivas 2011-2012 que congelaron las propiedades que
tenían en EE.UU. altos funcionarios sirios e iraníes, y de modo más amplio la
E.O. 13582 que congeló todos los activos gubernamentales del gobierno sirio,
prohibió que los estadounidenses hagan negocios con el gobierno sirio y la
importación de productos petrolíferos sirios a EE.UU.
Lo que la OFAC hace con su base de datos es
ciencia no arte. Puede calcular con bastante precisión el efecto económico
sobre la población civil de una sola acción que identifique una compañía, un
banco, una entidad gubernamental o el sistema de infraestructura de un país. La
OFAC, por cuenta de su gobierno, libra una guerra fría electrónica contra
objetivos civiles.
Esta semana, la OFAC y el Departamento del Tesoro
pusieron en la lista negra al centro estatal de radiodifusión, Islamic Republic
of Iran Broadcasting, responsable de la política de difusión en Irán y de la
producción de los canales iraníes de televisión y radio en el extranjero,
limitaron potencialmente las oportunidades de visión y audición de la población
civil de Irán. Su director, Ezzatollah Zarghami, fue incluido en la acción.
Adicionalmente sancionaron las agencias de control de Internet de Irán y un
importante productor de electrónica. David S. Cohen, el pro sionista
subsecretario del Tesoro para terrorismo e inteligencia financiera, que
supervisa la acción de sanciones de la OFAC, según se informa después de unas
reuniones con funcionarios israelíes, dijo que las acciones de la semana pasada
tenían la intención de “apretar las tuercas e intensificar la presión económica
contra el régimen iraní”.
En realidad, las sanciones apuntan a la población
civil y el “régimen iraní” no se verá muy afectado. Lo mismo se aplica a Siria.
A pesar del lenguaje de relaciones públicas de que “los alimentos y las
medicinas” están exentos de las brutales sanciones dirigidas por EE.UU., como
bien sabe la OFAC, la realidad es diferente. Conocen perfectamente los efectos
negativos de las sanciones sobre los proveedores internacionales de medicinas y
alimentos respecto al país en cuestión. El Departamento del Tesoro de EE.UU.
tiene miles de gigabytes de datos que confirman que los consejos de directores
de negocios internacionales no permiten ni permitirán que sus compañías
arriesguen millones de dólares de beneficios al violar técnicamente alguno de
los miles de detalles contenidos en las sanciones –muchos de los cuales son
tema de interpretación– por hacer negocios con Irán o Siria. Por eso hay grave
escasez de medicinas y ciertos alimentos en esos países sancionados, y decir
otra cosa es neolengua orwelliana.
La OFAC no opera en un vacío. Trabaja de cerca con
otras agencias estadounidenses incluyendo las 16 agencias de inteligencia que en
conjunto componen la Comunidad de la Inteligencia de EE.UU. Juntas han aplicado
sanciones de gran amplitud y severidad a las poblaciones civiles de Siria e
Irán. Esas sanciones han sido ocasionalmente reforzadas por varios asesinatos y
ciberataques israelíes, directos o aprobados, con la intención de fomentar la
agitación civil para lograr el cambio de régimen y otros objetivos políticos.
Unos días después de la confesión algo despistada
de Hillary Clinton de que el gobierno de EE.UU. ataca intencionalmente a la
población civil de Irán, el Vicepresidente Joe Biden intervino el 4 de febrero
para decir que EE.UU. está dispuesto a mantener negociaciones directas con Irán
pero añadió una advertencia: “También hemos dejado en claro que los dirigentes
de Irán no deben sentenciar a su pueblo a la privación económica”, reconociendo
como hizo Hillary que las sanciones tienen el propósito de atacar a las
poblaciones iraní y siria. Un alto funcionario del gobierno de Obama describió
el último paso como “una significativa vuelta de tuerca”, queriendo decir que
el pueblo de Irán se enfrenta una “dura decisión” entre someterse a las
demandas de EE.UU. y reanimar sus ingresos del petróleo, la sangre vital de la
economía del país, o habrá más sanciones hasta que lo haga.
Estos ataques contra la población civil de Irán y
Siria mediante las sanciones dirigidas por EE.UU. constituyen una violación
masiva de los principios, estándares y reglas del derecho internacional y su
base fundamental que es la protección de los civiles.
Algunos ejemplos:
Los Protocolos Adicionales de 1977 a las
Convenciones de Ginebra de 1949 prohíben toda medida que tenga el efecto de
privar a una población civil de suministros indispensables para su
supervivencia. El Artículo 70 del Protocolo I autoriza operaciones de ayuda a
una población civil a la que “no se provee adecuadamente”, y el Artículo 18 del
Protocolo II requiere operaciones de ayuda para una población civil que sufre
“apremios excesivos debido a una falta de suministros esenciales para su
supervivencia, como alimentos y suministros médicos”.
Prohibición del hambre como instrumento de guerra
· Según el derecho humanitario internacional, los
civiles gozan de derecho a la ayuda humanitaria en los conflictos armados.
· El Artículo 23 de la Cuarta Convención de
Ginebra obliga a los Estados a facilitar el libre paso y la distribución de
bienes de ayuda que incluyen medicinas, alimentos, vestimenta y tónicos para
niños menores de 15 años, mujeres encinta y madres.
· El Artículo 70 del Protocolo Adicional I prohíbe
la interferencia en la entrega de bienes de ayuda a los miembros de la
población civil.
· Las sanciones dirigidas por EE.UU. están
prohibidas según el principio de proporcionalidad de los Artículos 51 y 57 del
Protocolo Adicional I.
· Según los términos del Artículo 3, común a las
Convenciones de Ginebra de 1949, hay que realizar acciones humanitarias y de
ayuda. Según el Artículo 18(2) del Protocolo Adicional II, hay que permitir a
las sociedades de ayuda que ofrezcan sus servicios para suministrar ayuda
humanitaria.
· Las sanciones dirigidas por EE.UU. violan la
Regla de Distinción entre civiles y combatientes.
El derecho a la vida
Las sanciones dirigidas por EE.UU. violan el
derecho a la vida incorporado en numerosos instrumentos internacionales de
derechos humanos, incluido el Artículo 6 del Convenio Internacional sobre
Derechos Civiles y Políticos, 1966; el Artículo 2 de la Convención Europea por
la Protección de Derechos Humanas y Libertades Fundamentales, 1950; y el
Artículo 4 de la Carta Africana de Derechos Humanos, 1981.
Los derechos del niño
Uno de los grupos más vulnerables a las sanciones
dirigidas por EE.UU. en Siria e Irán son los niños. Los derechos de los niños
se establecen en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del
Niño, 1989, que es actualmente el acuerdo internacional más ampliamente
ratificado. Los más relevantes en el contexto de las sanciones dirigidas por
EE.UU. son los Artículos 6 y 24 de la Convención, según los cuales todos los
niños tienen derecho inherente a la vida y el derecho más estándar de
protección de la salud y acceso a servicios médicos.
Si “terrorismo” significa, como define el gobierno
de EE.UU., ataque a los civiles con el fin de inducir cambios políticos de su
gobierno, ¿de qué se habla cuando el propio gobierno de EE.UU. aplica intensos
sufrimientos económicos a una población civil, causando desnutrición,
enfermedades, hambre y muerte para inducir un cambio de régimen?
Las sanciones dirigidas por EE.UU. contra Irán y
Siria son ilegales, inhumanas, ineficaces, inmorales e indignantes. Todas las
personas de buena voluntad, en todas partes, deben resistira a ellas hasta
conseguir que se retieren.
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