NICARAGUA: 2013 -continuidad moral, renacimiento nacional
Por Toni Solo y Jorge Capelán
January 10th 2013
Enviado por tortilla en Lun, 14/01/2013 - 07:07
Entrando a 2013 es natural mirar una vez más al año que pasó para poder resumir
los hechos y tendencias más importantes que podrían ser relevantes para el
nuevo año. Casi todas y todos los periodistas y escritores nacionales que han
reflexionado sobre el 2012 se enfocaron en acontecimientos secundarios de la
política y la economía los que giraron alrededor de dos hechos transcendentales
que ya casi no se mencionan. Muchos otros acontecimientos notables también
pasaron sin comentario o con alguna referencia muy escueta.
El primer evento de importancia trascendental en 2012 fue la inauguración en
enero del Presidente Daniel Ortega por un segundo mandato consecutivo. La
inauguración fue fruto de una arrolladora victoria electoral del Frente
Sandinista de Liberación Nacional en las elecciones presidenciales y
legislativas del 2011. Simbolizó la continuidad por otros cinco años de
políticas gubernamentales que priorizan los derechos sociales y económicos de
la mayoría empobrecida y un programa exhaustivo de renacimiento nacional en
todas las esferas de la vida del país.
En el contexto regional, la presencia en la inauguración de invitados
internacionales como el Presidente Hugo Chávez de Venezuela y el
Presidente Mahmoud Ahmadinejad de Irán junto con los Presidentes derechistas de
Guatemala y Haití indicaron la continuidad en la política exterior de
Nicaragua. Venezuela es el aliado más importante de Nicaragua en la región. La
presencia de Irán señaló el aspecto independiente de las relaciones Sur-Sur
promovidas por Venezuela, Nicaragua y sus principales aliados de la Alianza
Bolivariana de las Américas: Cuba, Bolivia y Ecuador. Por otro lado, la
presencia de líderes regionales de derecha señaló la determinación con que
Nicaragua y Venezuela han dejado a un lado sus diferencias ideológicas para
promover la unidad regional en América Latina y el Caribe.
Todas esas señales presentes en la inauguración del Presidente Daniel Ortega en
enero 2012 se confirmaron en los meses siguientes. Nicaragua y Venezuela han
apoyado el derecho de Irán de desarrollar la energía nuclear y la posición
iraní en apoyo al pueblo de Siria, sujeto a la agresión terrorista patrocinada
por los países de la OTAN. A nivel regional, Venezuela, Nicaragua y los demás
países del ALBA han demostrado incuestionable solidaridad con Guatemala y Haití
para ayudar esos pueblos de superar las catastróficas secuelas de los desastres
naturales. Además, Nicaragua coopera estrechamente con Guatemala en el Sistema
de Integración Centroamericana.
Casi todo [lo] que ocurre en el escenario político y económico de Nicaragua se
deriva de la continuidad política hecha posible por esa histórica inauguración
de enero de 2012. El gobierno ha promovido una legislación decididamente
comprometida a lograr la equidad de género como la Ley 779 contra la violencia
contra la mujer y la ley que ha fijado que 50% de todas y todos los candidatos
para cargos públicos tienen que ser mujeres. Esos y otros avances legislativos
similares junto con el ampliamente reconocido éxito de las políticas económicas
del gobierno resultaron en otra aplastante victoria electoral en las elecciones
municipales en noviembre 2012. En esas elecciones, las y los candidatos
Sandinistas ganaron 134 de los 153 municipios del país.
El extraordinario éxito político y económico del gobierno Sandinista bajo el
Presidente Daniel Ortega durante 2012 indica tanto una consolidación de esas
políticas como su extensión durante 2013 y más allá. Esto también es cierto en
lo que se refiere a la política externa de Nicaragua. El gobierno del
Presidente Ortega insiste en su determinación de mantener relaciones cordiales
con los gobiernos del mundo cualquiera que sea su ideología. El choque inicial
y la consternación provocadas por la necesidad de otra intervención quirúrgica
para el Presidente Hugo Chávez se han tornado en una tremenda ola de
solidaridad que ha unido todavía más a todos los países del ALBA en su
determinación de completar la segunda y definitiva independencia de América
Latina y el Caribe.
El segundo acontecimiento trascendental de 2012, con un significado que durará
mucho más allá del año venidero, fue la muerte del Comandante Tomás Borge a la
edad de 82 años. Tomás Borge fue el último fundador sobreviviente del Frente
Sandinista de Liberación Nacional. Vivió para ser testigo, no solamente del
regreso al gobierno del FSLN en el Siglo XXI, sino también para ver al
Presidente Daniel Ortega lograr un segundo mandato consecutivo. El Comandante
Borge fue el símbolo de la profunda continuidad entre la generación fundadora
del FSLN, el sacrificio de los héroes y mártires y las generaciones posteriores.
Tomas Borge sigue siendo un arquetipo duradero del auto-sacrificio ideológico y
político, de disciplina y determinación, de una lealtad permanente a la causa
revolucionaria. Pero además de ese mística revolucionaria, su combinación de
una genuina humildad con un gran talento, le dieron un lugar especial en el
afecto de gente de todas las convicciones y clases sociales en toda Nicaragua,
aún entre antiguos enemigos, como se vio claramente en el tributo póstumo
realizado en la Asamblea Nacional. Para sus colegas más jóvenes y para la
generación en desarrollo de la Juventud Sandinista, Tomás Borge es una figura
altamente cohesiva moral y políticamente que une las luchas históricas del
Siglo XX a los muy diferentes retos del Siglo XXI.
Otro acontecimiento de importancia trascendental, y que también se originó en
el Triunfo Revolucionario de 1979, ocurrió a finales de 2012. Fue en 1980 que
la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional declaró nulo el Tratado
de 1928 que cedió los derechos territoriales de Nicaragua sobre la isla de San
Andrés a Colombia. Desde 1980 hasta 2012, cada gobierno nicaragüense, de toda
ideología, persiguó el legítimo reclamo de Nicaragua para su territorio en el
Caribe.
Fue hasta diciembre 2012 que se logró que la Corte Internacional de Justicia
reconociese finalmente los derechos de Nicaragua a una extensa área marítima en
el Caribe y los recursos que contiene. Con ese fallo, Nicaragua recuperó miles
de kilómetros cuadrados de océano en los cuales los buques pesqueros nicaragüenses
se encuentran faenando y en cuyo subsuelo se realizan obras de prospección
petrolera, análisis científico e investigaciones ambientales. Esos hechos han
sido consistentemente silenciados por los medios occidentales que sólo reportan
los (vacíos) gestos de Colombia que alega desconocer ese fallo pero que en la
práctica respeta.
Esos tres acontecimientos en 2012 se unen histórica, política y moralmente de
una manera indisoluble.
Fijan para el futuro previsible un largo período de gobierno Sandinista. Ese
período de gobierno efectuará una verdadera resurrección de Nicaragua que
transformará para mejor cada aspecto de la vida nacional, desde la producción agropecuaria, la industria y la infraestructura de todo tipo,
pasando por la energía y la tecnología, hasta la educación, la salud, el
deporte y la cultura.
Una parte crucial de ese renacimiento ha sido la participación dinámica de
mujeres talentosas y poderosas en el gobierno del Frente Sandinista de
Liberación Nacional. El papel de Rosario Murillo ha sido decisivo en fomentar
el trabajo en equipo positivo para llevar a cabo de una manera eficaz las
complejas decisiones políticas tomadas bajo el liderazgo del Presidente Daniel
Ortega. La Presidenta de la Corte Suprema Alba Luz Ramos, la Ministra de Gobierno
Ana Isabel Morales, la Ministra del Trabajo Jeanette Chavez, la Ministra de
Salud Sonia Castro, la Ministra de Educación Miriam Raudez, la Ministra de la
Familia Marcia Ramírez, Judith Silva, Directora del Instituto de Vivienda – el
trabajo de estas mujeres y sus numerosas colegas por sí mismo representa un
cambio revolucionario irrevocable.
Con un promedio de 40% de mujeres en la Asamblea Nacional, Nicaragua se colocó
en 2012 a la cabeza latinoamericana y a la vanguardia mundial en cuanto a
participación política femenina. Es un hecho reconocido en el Mapa Mundial de
la Mujer en la Política 2012 de la Unión Interparlamentaria (UIP), así como por
el informe sobre la brecha de género del Foro Económico Mundial que ubica al
país en el quinto lugar a nivel global en lo que se refiere a empoderamiento
político de las mujeres. En 2012 se aprobó una ley contra la violencia de
género de las más modernas en la actualidad, que reconoce casi todas las formas
de violencia contra las mujeres, inclusive la violencia psicológica, la
patrimonial y la misoginia.
2012 fue también un año de importantes avances en el proyecto económico de
desarrollo del país. Aparte del ya avanzando proyecto de la gran refinería el
Supremo Sueño de Bolívar en la costa del Pacífico del país, se anunció, en
septiembre, que la empresa China Continental construirá un canal interoceánico
entre el Atlántico y el Pacífico. Ese mismo mes se anunció además la compra de
un satélite de telecomunicaciones chino valorado en 300 millones de dólares, que
se planea poner en órbita en 2016, llegando así Nicaragua a ser el primer país
de Centroamérica con acceso a ese tipo de tecnología.
El gobierno Sandinista logró lo que por muchos años había sido un sueño para el
desarrollo económico del país en el sector del turismo. En 2012, Nicaragua
alcanzó un índice de crecimiento del 10.9% en esa rama, el mayor en América
Central, sobrepasando a Belice y a Honduras. Esto es producto de una serie de
inversiones, una promoción internacional y una estrategia basada en la
promoción del turismo ecológico a pequeña escala. Actividades como el
Campeonato Mundial de Surf pusieron al país en el mapa mundial del turismo y un
plan nacional de desarrollo sostenible de la actividad hasta el año 2020
garantiza su proyección a mediano-largo plazo.
A sólo cinco años del retorno del Frente Sandinista al gobierno en Nicaragua,
el país pasó de ser el segundo más desigual de América Latina después de
Colombia, a convertirse en el tercero menos desigual después de Cuba y
Venezuela. Además, es el segundo país con mayor reducción de la desigualdad
social, sólo superado por Venezuela. Es en base a estos logros que el gobierno
del Presidente Ortega seguirá cumpliendo con la visión de Sandino, de Carlos
Fonseca, de Tomás Borge y los incontables héroes y mártires de la Revolución
Popular Sandinista.
Esto lo hará trabajando unido, incluso con sus antiguos enemigos en Nicaragua,
para asegurar que la sólida acumulación de logros nacionales dure para siempre.
A nivel internacional, por medio de la promoción de la integración regional y
las relaciones Sur-Sur, Nicaragua y sus aliados del ALBA seguirá construyendo
en América Latina y el Caribe su modelo político y económico, único en el
mundo, basado en la solidaridad y la cooperación. Ese proyecto inspirado por el
socialismo hará completamente irrelevante el corrupto capitalismo corporativo
occidental y su fracasado sistema de oligarquía electoral.
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