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miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Menismo en Nicaragua. Pendencias y tendencias políticas de la época (1910-1912). 1era. parte

                     
El Menismo en Nicaragua. Pendencias  y tendencias políticas de la época (1910-1912). 1era. parte
Por: Rafael Casanova Fuertes*
 

Introducción
 

A cien  años de ocurridos los acontecimientos que se conocieron en la historia  de Nicaragua como la Guerra de Mena,  registrados entre los meses de julio y octubre de 1912, los estudios o menciones al respecto se han centrado, principalmente, en la figura del General Benjamín Zeledón. Muy poco se  ha hecho, hasta ahora, por analizar con la debida serenidad  el protagonismo del General Luis Mena. Por supuesto, que también son casi inexistentes los estudios sobre el movimiento que giró alrededor de este último personaje, es decir el Menismo.   
 

En la mayoría de las fuentes que abordan estos acontecimientos, se ha presentado al Menismo como un movimiento que se redujo a defender e imponer   la candidatura presidencial  del General Mena en las frustradas elecciones de 1912. Esto implica que no tuvo ningún tipo de propuestas políticas alternativas en aquellas circunstancias. El Menismo que, en términos  históricos, constituyó una fuerte escisión en las filas del conservatismo tradicional, ha sido opacado por diversas razones.  
  
 


 
 

1) Al momento de la confrontación, de julio a octubre de 1912, el papel de Mena y de los menistas fue de lo más pálido. Todo esto a pesar de contar a) con la mayoría de los recursos bélicos del país, concentrados en Granada; b) con mandos militares y simpatizantes que podían organizarse en todo el país; c) y finalmente, con una alianza, que pudo ser más sólida, con el liberalismo.
 

 
2) El papel relevante de los contingentes aliados liberales en la guerra. Los hechos más relevantes de principio a fin, estuvieron a cargo de los liberales y su principal dirigente, el General Benjamín Zeledón: el ataque a Managua, las insurrecciones en Occidente y la defensa heroica del Coyotepe. Mientras esto ocurría, Mena se dejó sorprender por los norteamericanos en Granada, siendo capturado él y todo su armamento, por los marines.
 
 

3) Debe de recordarse un viejo adagio que reza: la historia es de vencedores, y Mena el gran perdedor. En circunstancias que frustraron, entre otras, sus aspiraciones individuales, pasó a ser satanizado por los vencedores desde el poder: el conservatismo tradicional. Por otro lado, pasó a ser un traidor para los liberales, quienes resintieron, durante estos hechos, la muerte del ya mencionado patriota Benjamín Zeledón.

 
 
 
Estas son, entre otras, las razones por las  que el Menismo pasó a ser un episodio casi olvidado en la historia nacional contemporánea. Por este motivo, en la presente exposición  vamos a presentar el surgimiento y ascenso  del Menismo desde su proyección  en 1910,  hasta su culminación y caída en medio de los sucesos de agosto y octubre de 1912. Nuestro esfuerzo se soporta  en fuentes documentales de la Biblioteca del Banco Central de Nicaragua (BBCN “Roberto Incer Barquero”),  del  Programa Cultural  del BCN y fuentes Hemerográficas del Archivo Nacional de la República.
 
 
Nuestra meta principal consiste en determinar  si el Menismo constituyó una ruptura total con el “Cacho” o conservatismo tradicional, pero también los factores que propiciaron tanto su ascenso como su caída. Una segunda dirección principal radica en ubicar  al Menismo como un fenómeno que contribuyó al desarrollo de una fuerte tendencia política en el Partido Conservador que rompió con los postulados del conservatismo tradicional. Situación que se presentó, principalmente, en los años posteriores.  
 

Esto se puede explicar al trazarnos la meta de responder  a una serie de interrogantes que permitan esclarecer, de forma objetiva, el papel de Mena y el Menismo en estas circunstancias históricas.
 

¿Que factores favorecieron el ascenso del Menismo? ¿Tuvo el Gral. Mena y su movimiento una alternativa opuesta, en términos ideológicos al Conservatismo Tradicional, representado principalmente por Adolfo Díaz, Emiliano Chamorro y Carlos Cuadra Pasos?  ¿Mena y el Menismo pensaron en una perspectiva de desarrollo autónomo del País, opuesto a la concepción intervencionista y favorable  a los EE.UU. del Conservatismo Tradicional? ¿Qué factores incidieron en el desgaste y caída del Menismo? ¿Fue el Menismo una de las principales premisas de las tendencias  conservadoras,  presentadas abiertamente contra la intervención norteamericana en el País, en los años subsiguientes?
 

Al momento de entrar en los contenidos de la presente exposición, deben de tomarse en cuenta  las siguientes aclaraciones:
 
 
No constituye un análisis exhaustivo  de los acontecimientos,  sino más bien una propuesta para ir comprendiendo dimensiones poco conocidas de  los mismos. En este caso, la presente exposición forma  parte de un trabajo que hemos venido desarrollando desde el año 2009, sobre las ideologías que enarbolaron las distintas corrientes políticas (conservadoras, liberales, socialistas, sandinistas, etc.); las evoluciones y tendencias  en que se trasmutaron las mismas a través del tiempo.

 
1-Surgimiento del Menismo

 
Muy poco se conoce sobre el gestor de esta corriente que, en cierta coyuntura, se expresó como un abierto rival del conservatismo tradicional, conocido también como “El Cacho”. Se sabe generalmente que  Luis Mena Vado fue originario de Nandaime; por ciertos datos documentales, se conoce también que fue dueño de algunas propiedades rurales y que, en en noviembre de 1916,  desde Costa Rica, solicitó la intervención al Presidente Adolfo Díaz para solucionar el problema de una propiedad, en el Departamento de Chontales. El Dr. Jorge Eduardo Arellano nos facilitó de forma oral algunos datos: fue casado con una hija natural del General Eduardo Montiel, de nombre Margarita, con quien tuvo descendencia; tuvo participación destacada en la Reincorporación de la Mosquitia en 1894. Conducta que estuvo determinada (al igual que en otros coterráneos granadinos), por las posesiones personales y fortuna adquirida en esta Región.
 

Es evidente su participación destacada en las conspiraciones e intentonas militares que se dieron contra la Administración del General José Santos Zelaya; así  como también su mediana figuración en el Partido Conservador tradicional, en esos años. Emiliano Chamorro, su principal rival tras la caída del liberalismo en 1910, es quien más lo menciona en su Autobiografía, publicada por al Revista Conservadora (Chamorro,abril de 1966).  En 1897, ya ostentaba  el rango de General;  actuó como segundo al mando de Emiliano, en la llamada Revolución del Mombacho (1897-1898); es decir, que tenía antecedentes y experiencia militar. En este movimiento que tuvo características guerrilleras, en los departamentos de Granada, Carazo y Rivas, jugaron un papel muy destacado los conservadores de Nandaime, lugar de origen de  Mena, quien se proyectó como su principal dirigente, aún cuando el jefe expedicionario era el mismo Emiliano Chamorro.

 
Tras estas acciones junto a Chamorro y otros expedicionarios, retornó a Costa Rica a continuar en el camino de las conspiraciones. Pero Mena se pierde de vista después de estos sucesos. En este sentido, válido es suponer que tuvo una participación destacada en los subsiguientes y frustrados  movimientos que se dieron contra Zelaya. Esto tuvo que ser una razón de peso para que, en la llamada Revolución de Octubre de 1909, haya sido el principal mando militar de la contrarrevolución libero-conservadora.
 

El mismo Chamorro revela en la fuente mencionada, que pasados los acontecimientos de 1912 y su permanencia como prisionero en   Panamá, Mena pasó a residir a Costa Rica, donde permaneció durante algún tiempo. Tras su retorno a Nicaragua, nunca más participó en  la vida política, siendo muerto en un incidente personal con un vecino en año de 1928 (Chamorro 1966. P. 60). 

 

Como podemos observar, existen muy pocos datos sobre el General Mena, una de las razones puede explicarse a partir de que,  tras su protagonismo en 1912, y su brusca desaparición del escenario,  los narradores de tales acontecimientos -en otras palabras- sus enemigos, lo borraron de sus memorias viéndolo como un leve incidente  indigno de recordar. Por tanto, queda un reto para los estudiosos de esta parte de la historia nacional: investigar más a fondo la historia particular  de este protagonista de los hechos señalados (véase punto 4).

 
Sin embargo, si del Gral. Mena se conoce poco, hay un conocimiento amplio sobre el surgimiento del Menismo, en tanto  todo lo ocurrido entre 1910 y 1912, tuvo que ver con Mena y el Menismo. 
 

La generalidad de las pruebas demuestra que la evolución interna de la llamada Revolución de la Costa fue un desastre, en los términos de lo que calcularon sus gestores internos y externos. Se supuso en 1909 que, como réplica al levantamiento libero-conservador en Bluefields, se iban a producir diversos levantamientos  en el Interior del País contra Zelaya. Más el Gobierno de Zelaya con todo y los señalamientos que le hicieron en su tiempo, demostró tener un fuerte respaldo popular. De esta suerte, la rebelión se focalizó, principalmente, en la Costa Atlántica del País.

 
Desde sus inicios, los revolucionarios conservadores no tuvieron, en el aspecto militar, un rol tan brillante: la derrota de los generales Chamorro y Masis, en San Juan del Norte, fue una especie de referente. Empero, el pírrico éxito militar  de los rebeldes, en  El Recreo, cerca de El Rama, en momentos en que se producía la renuncia de Zelaya a favor de Madriz,  animó al General Emiliano Chamorro  a realizar un segundo intento para llevar la guerra al interior, penetrando por el Departamento de Chontales. Como se sabe este fue el segundo gran desastre militar de Chamorro, reafirmado con la derrota de Tisma a manos de las fuerzas del Gobierno Liberal de José Madriz. Chamorro hubo de retornar derrotado a la capital de los rebeldes, instalada en Bluefields, con la protección  de los marines quienes, ya desde 1909, habían desembarcado en el país con el pretexto de proteger intereses y vidas norteamericanas.

 
Aun cuando ante la historia quedó en evidencia que la caída de Madriz y del liberalismo, no fue producto de una victoria militar de los rebeldes, sino de la intervención militar norteamericana, le correspondió al General Mena obtener los pocos éxitos militares de los rebeldes.
 
Entre junio y julio de 1910, paralelo a las presiones militares norteamericanas, en función de slavar a los "rebeldes" de una inminente derrota en Bluefields, el Gral. Mena inició su exitosa marcha al interior, partiendo del mismo Chontales, logrando obtener las victorias de Comalapa y Hato Grande en este mismo departamento. Y aunque no tuvo mayores encuentros militares, logró introducirse al interior del país. A pesar de que estas acciones no constituyeron un desgaste sustancial para las fuerzas del Gobierno, sirvieron en cambio para proyectar la popularidad de Mena. Ello en parte, porque este General conservador, al momento de la renuncia de Madriz, ya se encontraba con sus fuerzas  en las sierras de “El Crucero”, y fue quien, en nombre de la totalidad de las fuerzas “revolucionarias”, hizo su entrada triunfal en Managua en agosto de ese año.
 
 
Este ingreso se hizo, como se sabe, sin disparar un tiro, en tanto las fuerzas armadas liberales, obedeciendo órdenes superiores, procedieron a entregar las plazas a unas tropas rebeldes casi huérfanas de victorias, contra su enemigo desplazado, pero avaladas y apuntaladas por un poderoso padrino: Estados Unidos, país que hizo posible la caída del primer intento autónomo de desarrollo en el País, entre los años de 1893 y 1910.
 
Tras la victoria libero-conservadora, se constituyó un gobierno Provisional presidido por Juan José Estrada e integrado por los ex participantes en la contienda. Salvo el Gral. liberal José María Moncada, el resto del gabinete fue integrado por conservadores, entre los que se destacaba el civil Adolfo Díaz, quien mantenía fuertes relaciones con funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos, así como con empresarios de este país, poseedores de fuertes inversiones en la Costa Atlántica. Se celebraron los pactos Dawson que garantizaban el nuevo orden, que fue la base que para establecer el nuevo Estado y las relaciones entre éste y Estados Unidos. Dichos pactos fueron suscritos por los generales Juan José Estrada, Luis Mena, Emiliano Chamorro y  Adolfo Díaz.
 
Entre los acuerdos políticos, contemplados en los pactos señalados, estaban: la convocatoria a una Asamblea Constituyente; el establecimiento del libre sufragio en nuevas elecciones; la garantía del no retorno al poder de quienes ocuparon cargos durante los gobiernos de Zelaya y Madriz. Como Ministro de Guerra quedó el Gral. Mena; como  Subsecretario en dicha cartera fue nombrado el Gral. José Mª Moncada. Fuera del nuevo Gabinete, quedó el Gral. Chamorro quien, apoyado por sus partidarios y amigos, empezó a dar pasos para su candidatura presidencial, a partir de la convocatoria oficial a elecciones.
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El sábado  15 estará publicada segunda y última entrega. 

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