Viernes, 3 de febrero de 2012
A 79 años del gobierno fascista en Alemania
¿QUIÉNES FINANCIARON EL ASCENSO DE HITLER Y MUSSOLINI AL PODER?
R. Tasca
A finales del pasado mes de enero se cumplieron 79 años del ascenso de Hitler al poder en Alemania. ¿Qué apoyos y recursos económicos utilizó el fascismo alemán para su asalto al estado? En sus primeros discursos, tanto Mussolini como Hitler utilizaron una fraseología anticapitalista. Sin embargo, asientan su influencia gracias a la ayuda financiera de una agrupación de terratenientes, industriales y banqueros. Estos proveedores de fondos son generosamente recompensados cuando el movimiento fascista y el Partido Nacionalsocialista toman el poder.
El fin de la Primera Guerra Mundial deja a Italia en una auténtica ruina económica, a pesar de encontrarse en el bando de los vencedores. Contrario al Estado, al "parlamentarismo" y al Partido Socialista, Benito Mussolini encuentra sus primeros partidarios entre las hordas de soldados licenciados y sin trabajo. A partir de la primavera de 1919, los reúne en grupos de combate, denominados Fasci di combattimento ("fascistas de combate").
Gracias a los subsidios recibidos de la burguesía, especialmente de los terratenientes de la región de Emilia, los fascistas afianzan su poder a partir del segundo trimestre de 1920. Cuando en septiembre estalla un movimiento de huelga, con la ocupación de tierras y fábricas por parte de campesinos y obreros, sus formaciones paramilitares, los squadristi, multiplican las agresiones contra los huelguistas, los sindicatos y las oficinas de empleo.
El movimiento fascista, que hasta ese momento reclamaba la "supresión de los bancos" y la "confiscación de las rentas improductivas", adopta un programa claramente de derechas. Los dirigentes de algunas grandes sociedades industriales, como el grupo siderúrgico de Génova ILVA, y los de diversas empresas de Lombardía y del Piamonte, banqueros y terratenientes incrementan la financiación de los fascistas.
PROVEEDORES DE FONDOS
Esta financiación es la base de la alianza que se instaura entre las clases adineradas y los fascistas en 1921. Frente al Partido Socialista y al Partido Popular Italiano, se constituye un "bloque nacional" para las elecciones del 15 de mayo de 1921, entre Mussolini y el liberal Giovanni Giolitti. Este acercamiento permite el éxito del Duce en Milán y, tras la Marcha sobre Roma, el 28 de octubre de 1922, su ascenso al poder. Su ministro de Finanzas, Alberto De Stefani, define la posición del nuevo régimen ante la Cámara de Diputados el 25 de noviembre: "Un sistema financiero que se base en la persecución del capital es una insensatez".
La ascensión al poder de Adolf Hitler reposa sobre el mismo tipo de alianza con las potencias económicas. El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP), cuyo programa de veinticinco puntos se presenta en febrero de 1920, recibe ayuda inmediata de simpatizantes ricos (la familia del fabricante de pianos Bechstein, entre otros). Los industriales Emst von Borsig, Hugo Stinnes y Fritz Thyssen también contribuyen económicamente desde 1923. Pero el fiasco de la tentativa de Hitler de imitar a Mussolini con el putsch de Múnich del 9 de noviembre de 1923, que conduce a la ilegalización del partido nazi, provoca que sus apoyos financieros se alejen temporalmente. Cuando el partido vuelve a estar autorizado y es "refundado", el 27 de febrero de 1925, se encuentra reducido, en esencia, a las cuotas de sus miembros. A pesar de varios discursos de Hitler, en 1926, ante asambleas o clubs de industriales.
En 1927, después de una reunión, Hitler convence a Emil Kirdorf, uno de los magnates del Ruhr, de que su deber es subvencionar a los nazis. Pero el cambio se efectúa tras el éxito del partido en las elecciones del 14 de septiembre de 1930. Hitler obtiene los apoyos financieros esperados, con la ayuda de Kirdorf, de Thyssen (presidente de la Comisión de seguimiento de las Acerías Unidas) y de Hjalmar Schacht (antiguo presidente del Reichsbank), quien declara que le resulta imposible concebir una Alemania gobernada sin él.
Otro de sus socios importantes, a través del "Frente de Harzburg" - alianza establecida entre Hitler y la "oposición nacional" el 11 de octubre de 1931-, es Alfred Hugenberg, presidente del Partido Nacional-Popular Alemán (DNVP), magnate de la prensa y portavoz de los hacendados. No obstante, el discurso de Hitler en Düsseldorf el 27 de enero de 1932 ante los miembros del Club de los Industriales todavía no consigue persuadir a la mayoría de la patronal. Habrá que esperar al relevo de Franz von Papen por el general Kurt von Schleicher en la cancillería para que se produzca un verdadero cambio.
LOS INVITADOS DE GORING
El 19 de noviembre de 1932, veinte signatarios solicitan al presidente de la República, Hindenburg, que designe a Hitler para el puesto de canciller. Entre ellos se encuentran cuatro hacendados, incluyendo al presidente de la Liga de los Agricultores, el conde de Kalckreuth. El resto, como Schacht, Thyssen y el banquero de Colonia Kurt von Schróder, pertenecen a los sectores industrial, financiero y comercial. Por otra parte, tres dirigentes de grupos industriales, que se negaban a que sus nombres aparecieran en la lista de signatarios, también aprueban esta iniciativa: Albert Vógler, Paul Reusch y Fritz Springorum.
El nombramiento de Hitler como canciller, el 30 de enero de 1933, termina por persuadir a la gran patrón de que su cooperación con el partic nazi es indispensable. Los hombres negocios invitados a casa de Hermann Goring el 20 de febrero de 1933 pa conocer el programa económico d nuevo canciller siguen entonces los consejos de Schacht, y finalmente comprometen a ayudar económicamente al partido.
Gracias a los subsidios recibidos de la burguesía, especialmente de los terratenientes de la región de Emilia, los fascistas afianzan su poder a partir del segundo trimestre de 1920. Cuando en septiembre estalla un movimiento de huelga, con la ocupación de tierras y fábricas por parte de campesinos y obreros, sus formaciones paramilitares, los squadristi, multiplican las agresiones contra los huelguistas, los sindicatos y las oficinas de empleo.
El movimiento fascista, que hasta ese momento reclamaba la "supresión de los bancos" y la "confiscación de las rentas improductivas", adopta un programa claramente de derechas. Los dirigentes de algunas grandes sociedades industriales, como el grupo siderúrgico de Génova ILVA, y los de diversas empresas de Lombardía y del Piamonte, banqueros y terratenientes incrementan la financiación de los fascistas.
PROVEEDORES DE FONDOS
Esta financiación es la base de la alianza que se instaura entre las clases adineradas y los fascistas en 1921. Frente al Partido Socialista y al Partido Popular Italiano, se constituye un "bloque nacional" para las elecciones del 15 de mayo de 1921, entre Mussolini y el liberal Giovanni Giolitti. Este acercamiento permite el éxito del Duce en Milán y, tras la Marcha sobre Roma, el 28 de octubre de 1922, su ascenso al poder. Su ministro de Finanzas, Alberto De Stefani, define la posición del nuevo régimen ante la Cámara de Diputados el 25 de noviembre: "Un sistema financiero que se base en la persecución del capital es una insensatez".
La ascensión al poder de Adolf Hitler reposa sobre el mismo tipo de alianza con las potencias económicas. El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP), cuyo programa de veinticinco puntos se presenta en febrero de 1920, recibe ayuda inmediata de simpatizantes ricos (la familia del fabricante de pianos Bechstein, entre otros). Los industriales Emst von Borsig, Hugo Stinnes y Fritz Thyssen también contribuyen económicamente desde 1923. Pero el fiasco de la tentativa de Hitler de imitar a Mussolini con el putsch de Múnich del 9 de noviembre de 1923, que conduce a la ilegalización del partido nazi, provoca que sus apoyos financieros se alejen temporalmente. Cuando el partido vuelve a estar autorizado y es "refundado", el 27 de febrero de 1925, se encuentra reducido, en esencia, a las cuotas de sus miembros. A pesar de varios discursos de Hitler, en 1926, ante asambleas o clubs de industriales.
En 1927, después de una reunión, Hitler convence a Emil Kirdorf, uno de los magnates del Ruhr, de que su deber es subvencionar a los nazis. Pero el cambio se efectúa tras el éxito del partido en las elecciones del 14 de septiembre de 1930. Hitler obtiene los apoyos financieros esperados, con la ayuda de Kirdorf, de Thyssen (presidente de la Comisión de seguimiento de las Acerías Unidas) y de Hjalmar Schacht (antiguo presidente del Reichsbank), quien declara que le resulta imposible concebir una Alemania gobernada sin él.
Otro de sus socios importantes, a través del "Frente de Harzburg" - alianza establecida entre Hitler y la "oposición nacional" el 11 de octubre de 1931-, es Alfred Hugenberg, presidente del Partido Nacional-Popular Alemán (DNVP), magnate de la prensa y portavoz de los hacendados. No obstante, el discurso de Hitler en Düsseldorf el 27 de enero de 1932 ante los miembros del Club de los Industriales todavía no consigue persuadir a la mayoría de la patronal. Habrá que esperar al relevo de Franz von Papen por el general Kurt von Schleicher en la cancillería para que se produzca un verdadero cambio.
LOS INVITADOS DE GORING
El 19 de noviembre de 1932, veinte signatarios solicitan al presidente de la República, Hindenburg, que designe a Hitler para el puesto de canciller. Entre ellos se encuentran cuatro hacendados, incluyendo al presidente de la Liga de los Agricultores, el conde de Kalckreuth. El resto, como Schacht, Thyssen y el banquero de Colonia Kurt von Schróder, pertenecen a los sectores industrial, financiero y comercial. Por otra parte, tres dirigentes de grupos industriales, que se negaban a que sus nombres aparecieran en la lista de signatarios, también aprueban esta iniciativa: Albert Vógler, Paul Reusch y Fritz Springorum.
El nombramiento de Hitler como canciller, el 30 de enero de 1933, termina por persuadir a la gran patrón de que su cooperación con el partic nazi es indispensable. Los hombres negocios invitados a casa de Hermann Goring el 20 de febrero de 1933 pa conocer el programa económico d nuevo canciller siguen entonces los consejos de Schacht, y finalmente comprometen a ayudar económicamente al partido.
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