Portada de antigua versión de Revista Libre Pensamiento

jueves, 2 de agosto de 2012

El Ejército sirio toma el principal bastión mercenario en Alepo


1/8/2012
 
El Ejército sirio toma el principal bastión mercenario en Alepo
x Ribat Al-Andalus
 
La televisión siria anunció el domingo por la noche que el Ejército controlaba "totalmente" el barrio de Salahuddin, principal bastión terrorista en el sur de Alepo

Fuertes pérdidas han sido infligidas a los mercenarios del "Ejército Libre Sirio" (ELS), no sólo en este distrito sino en el que se encuentra al oeste inmediato del mismo, el de Hamadiniya. El canal Al Alam, cuyos corresponsales se encuentran en el lugar, ha confirmado la información, así como también el nuevo canal árabe Al Mayadin, disidente de Al Yazira. Al Alam ha informado que el Ejército ha tomado igualmente el control del barrio de Dawar al Yandul.

La agencia rusa RIA Novosti citó a un testigo, según el cual los combatientes del ELS, bloqueados en Salahuddin, habían intentado una salida la noche anterior, pero habían sido rechazados por los militares. Y el sitio Russia Today recogió informaciones del periodista de la cadena Al Jabar TV, Sarkis Kassargian: "Los rebeldes tenían el control del sector de Salahuddin. Ellos se han retirado y el Ejército ha tomado ahora la zona".

Según una fuente militar siria, entre los rebeldes de Alepo hay yemeníes, somalíes, afganos, turcos y saudíes. Por otro lado, se ha confirmado la muerte de dos conocidos terroristas Ali Hassan y Mohammad Assaid. Diversos testigos afirman que la población ha acogido con satisfacción la derrota de los grupos armados en el barrio porque éstos tenían aterrorizada a los residentes.

Existe, como habitualmente, una cooperación de los residentes con el Ejército. Una mujer dice que abrió su puerta cuando llegaron los soldados, mientras que en presencia de los terroristas nadie solía abrir puertas o ventanas porque todo el mundo tenía miedo de ellos.

Vídeo de la televisión siria muestra imágenes, primero de Salahuddin y luego de Al Hamadiniyah. En él, se contiene una confirmación de la muerte de los mencionados jefes terroristas, así como de otros combatientes de nacionalidad extranjera: saudí, somalí, turca y afgana.
 


El corresponsal de Al Alam, Hussein Mortada, muy presente en los diferentes frentes sirios, ha confirmado el control total del Ejército sirio del barrio de Salahuddin. "Es en este barrio", recuerda, "donde existía la concentración más fuerte de hombres y material de los terroristas". Entre los muertos hay varios responsables político-militares muy conocidos en Alepo como Ahmad al Yanudi, Mohammad ibn Abdul Salam Salum, Ali Hussein y Mohammad al Saaid. Mortada añade que el Ejército controla también totalmente Dawar al Yandul, otro barrio del sur de Alepo.



Lecciones de la batalla

 


Le ha bastado al Ejército sirio sólo una jornada y media de combates – después de otros tres o cuatro de fijación del enemigo – para derrotar al ELS en su principal bastión de Alepo. Esto supone un revés militar importante para éste, pero sobre todo una victoria psicológica para el Ejército y el Gobierno. Parece ya que la batalla de Alepo, que los estrategas improvisados del ELS lanzaron para hacer olvidar su desastroso precedente de Damasco, se va a saldar en breve con otro gran fracaso de los insurgentes.


Y como en Damasco, el ELS ha demostrado que no puede resistir la presión del Ejército. Y al igual que sucedió en la capital siria, la población no se solidariza con los rebeldes, sino al contrario.

Este doble fracaso militar y político podría arruinar completamente la credibilidad del ELS, no tanto a los ojos de los sirios (en nuestra opinión, esto ya es algo que ya ha sucedido hace tiempo), sino a los ojos de sus protectores estadounidenses y turcos. Por supuesto, los combates no han terminado en Alepo. Los rebeldes ocupan todavía dos o tres barrios en la parte sur de la ciudad y su desorganización refuerza su movilidad. Sin embargo, ellos están rodeados. Se ha planteado la cuestión de sus verdaderos efectivos: se habla de al menos 5.000 combatientes, pero es una cifra que no se ha podido corroborar hasta ahora.

El ELS confía más en la guerra virtual que en sus efectivos y armamento. En Alepo, como sucedió antes en Damasco, estos combatientes desconectados de la realidad política y social de su entorno creen que su sola irrupción en una de esas ciudades, magnificada por la máquina de propaganda occidental y de las cadenas árabes por satélite, llevaría a la desmoralización y desintegración del Ejército y a provocar el esperado levantamiento popular. Nada de esto se ha producido, ni en Damasco ni en Alepo. En el fondo, el ELS puede convertirse en la víctima del propio aparato mediático que lo apoya y que le había llevado a creerse poco menos que invencible.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Vistas de página en total