¿QUÉ ES UN REVOLUCIONARIO?

       Marcos Casanova Fuertes

Otto, Rommel, Cairo, Yeti, Vicente… Presente

¿QUÉ ES UN REVOLUCIONARIO?
Iera parte

Por: Marcos Antonio Casanova Fuertes (Marzo 2012)

Recientemente, mientras me encontraba en un Foro con jóvenes, varios recuerdos se aglomeraron en mi mente en ese breve lapso de tiempo. Un ligero escalofrío me estremeció y decidí retirarme del escenario para que no se observara la lágrima. En el disco duro, aparecieron no sé porqué, imágenes de aquellas tempranas horas de la noche del treinta y uno de mayo de mil novecientos setenta y nueve.

Estábamos en plena insurrección, después de tres días de feroces combates rodeados por la EBBI, pobladores y no más de medio centenar de guerrilleros en la Finca de Abrahán Fuertes, al fondo de la Calle San Antonio en el Barrio La Puebla en Rivas, a ochocientos metros de donde estábamos, recién concluía el Combate de la hacienda San Vicente, propiedad de Félix Llanes quien, por lo cruento de las acciones, fue uno de los más fuertes de la insurrección final. Ahí, por vez primera, escuchamos rugir un tanque Sherman.

Paracaidistas EEBI-GN, lanzándose de un CASA 212A7 AVIOCAR.

El viento hacía un ruido particular al chocar con las hojas del chagüite que rodeaba la finca, un ambiente oscuro, lluvioso, con olor a pólvora mezclado a veces con el de tierra mojada, y lleno de luciérnagas de las noches de mayo (que) abrigaban el lugar, la niñez llorando, la vejez rezando y la imagen de Jesús del Rescate el de Popoyuapa llenó su agenda de futuras visitas a las casas por varios años esa noche, de quienes a viva voz se comprometían a recibirlo en sus hogares como es la tradición de los promesantes si nos sacaba vivos, la guerrilla haciendo llamados de silencio (“callen a los niños por favor”… “compañeros estamos rodeados por la guardia”… Puta cállense que acabo de ver tres chigüines –soldados EBBI- en el chagüite”…). Allí estaban la Alejandra -esbelta, linda, carita dulce, melena larga de boina con FAL terciado y pesada mochila- y los jefes, Exequiel (Álvaro Diroy Méndez) con un FAL con patitas adaptadas y Julio Ráfaga (J. Andrés Corea) granada en el pecho, ambos, con sus “Walkies toquis” blancos en mano, con su acostumbrada calma, dando órdenes a los puntos de defensa y preparando la retirada del día siguiente de ese lugar.

La EEBI se encargaba de las "operaciones limpieza" de los territorios urbanos de donde se retiraba el FSLN. La EEBI –tal como describieron los organismos de derechos humanos-- pasaba de casa en casa y mataban o hacían desaparecer a quienes presentaran cholladuras en los pantalones, codos o rodillas. De éstas se encargaba Franklin Montenegro, alias "Sagitario", quien también posteriormente fue muerto por los sandinistas.  No existe un dato oficial sobre la cantidad de jóvenes que murieron y/o desaparecieron producto de las operaciones de limpieza. Murieron, en la guerra contra la dictadura militar alrededor de 50 mil nicaragüenses.  

El parte de tres muertos o en ese momento desaparecidos Cairo, Vicente y Yeti si mal no recuerdo y mis disculpas si confundo los seudónimos, no por los nombre sino que no me acuerdo cual es cual. Otto, de este nombre si me acuerdo bien, herido por una bala de ametralladora que le había rasgado la piel abdominal dejando al descubierto sus entrañas con las atenciones de mi mamá Ledita Fuertes y de Conchita Avilés, Tía de Julio Ráfaga quien siendo enfermera se graduó de cirujana en la insurrección, a la luz de un candil, Ledita sostenía las viseras de Otto y Conchita por su parte, trataba de acomodárselas para suturar la herida con hilo y aguja de costurera pasado por aceite menen. Otto con aquella masa rosada blancuzca salida de su cuerpo y con un dolor que solo Él y Dios supieron, gritaba y gritaba… ¿Madre dónde estas? ¿Dónde está mi madre? ¡Madre quítame este dolor!... ¡Madre dame más vida para seguir matando perros!

La otra escena inolvidable es la de Rommel, atravesadas sus sienes por una bala de Galil, solo hacía unas horas había visto caer a su hermano Yeti, al intentar salvarlo.

Yeti quiso cruzar una lluvia de balas desde la parte boscosa del río hasta la pila de agua de concreto del corral de la hacienda San Vicente que servía de parapeto a Rommel que fallecía.

Rommel ya siendo atendido, repetía y repetía en su lecho de muerte consolado por Julio Ráfaga, quien con menos de veinte años era el segundo de Exequiel, jefe de la guerrilla que penetró la frontera para atacar Rivas una de las plazas más fortificada por Somoza; en un momento determinado en la agonía del Guerrillero y la desesperación de sus compañeros comenzó Rommel a decir “mi hermano se murió lo mataron yo lo vi cuando lo mataron y yo me voy a morir”… “no te morís hermano”… le repitió varias veces y al saber lo inevitable Julio con voz militar le grito entonces hermano Patria Libre o Morir y ambos comenzaron a repetir esa consigna Patria Libre o Morir hasta que su vos se apago para siempre. Un silencio misterioso en plena oscuridad nos embargó a los presentes, como para que se recordase para siempre la alta moral sandinista y lo tuviéramos presente hasta el fin de nuestros días, sobre todo en momentos difíciles o de mal comportamiento.

Días después a pocos metros de la casa hacienda San Vicente todavía en la insurrección, vi tres tumbas bajo un árbol de genízaro, pelonas, tristes y hundidas por la lluvia seguramente de los guerrilleros cerquita de donde había caído Yeti y herido Rommel, del único que sé su nombre es de “Otto” se llamaba Roberto Turcios, lo sé porque a la comarca “Tronco Solo” -que fue donde murió, en casa de Eduardo Amoretti- le pusieron así; de Rommel no sé donde descansan sus restos. Días después de la insurrección, camino a clases, leí sin querer en letras negras, pegado a la casa de Amadeo Espinoza, en una franja verde del angosto muro de la escuela Eloy Canales… Otto, Rommel, Cairo, Yeti, Vicente… Presente, la letra inconfundible de los tiempos pre insurreccionales de pintas cuando todavía no habían armas largas, la de José Andrés Corea Avilés (Julio Ráfaga) quien para ese entonces estaba con sus hermanos en el cielo, había caído veintiún días después de repetir la consigna con Rommel dirigiendo el combate más duro y complicado de toda la guerra en Rivas, en la toma de la Hacienda San Martin de Cornelio Hûeck en las Salinas municipio de Tola.

Relaciono estos acontecimientos, con lo planteado en la temática del Foro juvenil ¿Qué es un revolucionario? Para hacernos la reflexión, al recordar que todos los guerrilleros aquí mencionados, ya no están con nosotros, eran casi niños no llegaron a cumplir veinte años y no es posible que en tan solo una generación de distancia, permitamos que estos hechos sean vistos tan lejanos. Tiene que ser un compromiso de nuestra parte, antes de ellos existió una generación sacrificada para lograr su formación revolucionaria y con su sangre se logró hacer la Revolución, hoy aparentemente todo es más fácil, pero todos debemos saber que no es así.

El CHE dijo en un momento histórico “si una revolución es verdadera se triunfa o se muere” ¿Cual será hoy la frase análoga en este momento histórico, cuando las amenazas no vienen de fusiles sino de anti valores y el enemigo no ataca con minas las agiles extremidades de nuestros “guerreros del amor”, ni estallan las bombas de contacto en las heroicas manos de nuestros adolecentes, sino que sus ataques son al alma, al corazón, al cerebro para que lo anormal sea visto como normal? Pensemos, si muchos sufrimos involuciones ideológicas y de actitudes en los ochenta bajo rigurosa escuela ya no digamos en los años posteriores de neoliberalismo, porque no va esto ha estar latente cuando el bombardeo de ideas con medios tecnológicos tan sofisticados llueve sobre nuestra juventud, solo si reflexionamos y predicamos con ejemplo ahora y seguimos dando marcha hacia este enfoque nuestra juventud seguirá siendo la llama eterna de Carlos Fonseca. “Somos la llama eterna de Carlos Fonseca”, rezaba una enorme manta en un edificio en la ciudad de Granada a finales de los años ochenta que colocamos ahí de forma permanente por orientaciones de un camarada joven revolucionario que anda por ahí, “siempre de victoria en victoria” hoy con mas juventud acumulada.

Por casualidad, acompañé a un amigo esa mañana del lunes veintiséis de marzo del 2012 a este Foro, donde él sería miembro de la mesa como expositor, me encontré a otro de los expositores ambos grandes camaradas míos y hermanos de lucha, no pude escuchar sus ponencias por mi ausencia temprana del evento. En el poco tiempo de mi presencia escuché la intervención del tercer expositor donde mencionaba al CHE, a Leonel Rugama, a Julio Buitrago y su heroico ejemplo.

Es digno reconocer el esfuerzo de nuestro Partido el Frente Sandinista de Liberación Nacional, coordinado por el Comandante Daniel y la Compañera Rosario en capacitar a nuestros jóvenes para fortalecer los valores revolucionarios sobre los que descansa la esencia sandinista. En las capacitaciones impartidas en las pasadas elecciones, discutíamos en barrios del Distrito II de Managua con la fuerza partidaria “la ya no tan joven generación” que, en décadas pasadas, seguramente muchas veces en momentos difíciles, con cansancio físico y lejos de la familia y rodeados de peligros pensamos que los tiempos mejores de paz llegarían, que nos tocaría hacer la Revolución en paz y que la futura generación podría disfrutar de la lucha por el poder de forma distinta como en este momento se lleva a cabo, y que los esfuerzos de aquellos tiempos hoy, a pesar de las dificultades actuales, valieron la pena.

Si bien es cierto lo dicho en el párrafo anterior, es verdad, las amenazas hoy por hoy son más complejas y en el poder es más subliminal y sutil el enemigo que nos ataca, sembrando anti valores en nuestras mentes y no importa de qué generación estemos hablando, pero no sé porqué cuando esto viene de jóvenes, para muchos de nosotros es más doloroso, tal vez por el tipo de formación que muchos absorbimos desde niños, de forma consciente y voluntaria y, de una u otra manera, tratamos de trasmitirla.

Desconozco la forma cómo el tema se ha abordado en los cursos de capacitación, pero mi humilde opinión es que en las futuras escuelas y cursos hay que abordar con fuerza (“duro siempre” “duro siempre” citando a Leonel Rugama) el tema de los principios como la solidaridad, el significado del cristianismo y la ética revolucionaria de forma frontal, enfrentando la doble moral sin puritanismo, ni dobleces, evitando la recepción y difusión de la información informal o al rumor mal entendido, sin temor a las consecuencias, siempre será mejor decirlo de frente, el beneficio siempre será mayor, posponerlo es demasiado peligroso, es necesario acordarnos y poner en práctica los principios ideológicos de organización de un partido revolucionario.

En futuras capacitaciones, en correspondencia con el nivel de profundidad, sería importante también enfocar el tema ¿qué es un revolucionario? desde la “teoría del conflicto violento de las Relaciones Internacionales”, donde en una de éstas, los autores, en su mayoría de la escuela estadunidense e inglesa, escudriñan la mente humana y nos explican desde encontrados puntos de vista porqué una persona independientemente de su extracción de clase se convierte en revolucionario, a veces en contra de su propia clase, cómo un sentimiento psicológico se convierte en determinado momento en una acción sociológica donde (se) involucra a grandes colectivos que provocan enormes cambios sociales y cómo esto sucede a la inversa dentro de un proceso contrarrevolucionario.

Por último solo quiero citar un ejemplo que es un hecho aislado: en una versión del repliegue, me tocó por casualidad viajar de  Masaya (a Managua) en la madrugada, en bus donde venían jóvenes de UNEN, que no conozco -mucho alcohol por cierto-, en la oscuridad sin querer escuche amenazas de los no muy jóvenes y aparentes dirigentes varones, que viajaban en el bus de quitar becas ante no aceptación de propuestas no decorosas a muchachas (una de ellas de primeros ingresos se atacó en llanto), una vez que llegaran al albergue universitario.

Cito este ejemplo, porque hay que abordarlo y no sólo en el sector juvenil, sino con la falta de solidaridad y sordera con los compañero desempleados, la intolerancia, la soberbia solapada, la tolerancia al oportunismo, sed de apetitos primitivos, las mentiras poco piadosas, el acomodo innecesario a conveniencia personal con el adversario en deterioro de los nuestros.

El amiguismo desmesurado, el criticismo a conveniencia, el servilismo, la falta de cristianismo, de misericordia o de solidaridad como valor del líder en momentos difíciles de compañeros víctimas del capitalismo salvaje recién pasado o en otros momentos trágicos, no es secreto lo vivimos a diario y decirlo no es pecado, hay que abordarlo con la madurez necesaria y en los lugares oportunos, pero decirlo. Estas y otras prácticas, deben ser discutidas en los documentos que la dirección del Partido nos entrega, la compañera Rosario lo aborda y nos convoca a que nos acompañemos en esfuerzos de este tipo y nuestra responsabilidad es acatar el llamado, ya que nuestra dirigencia basa estos llamados, en fundamentos brindados en herramientas científicas que le permiten conocer la realidad a mayor profundidad.