23-03-2012
Defender al ALBA
El pasado Martes 20 de Marzo, se inauguró en Lima, Perú, el seminario “América Latina: oportunidades y desafíos”, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad, de Mario Vargas Llosa. Durante el cónclave inaugural del seminario, Álvaro Uribe Velez, ex presidente de Colombia, mostró gran “preocupación” respecto a la “permisividad” de los líderes democráticos de América Latina “con las dictaduras”. Según Uribe, en algunos países “eligen democráticamente a un líder e inmediatamente sale a hacer una visita de obsecuencia a la dictadura de Cuba, o a las nuevas dictaduras como la de Venezuela”.
El “márques” Vargas Llosa, anfitrión del evento, también aprovechó la ocasión para cargar (nuevamente) contra el gobierno de Hugo Chávez al afirmar que, con la candidatura de Henrique Capriles Radonski “Venezuela ve por fin una luz que crece al final del túnel. Es el momento en que todos los hombres y mujeres libres de América se solidaricen con Venezuela”. Luego elogió a los venezolanos “que con coraje mantienen viva la llama de la libertad”, ya que “no se han dejado intimidar ni abatir por el acoso y vejámenes que han padecido en defensa de la democracia”.
También fue de la partida Jorge “Tuto” Quiroga, ex presidente de Bolivia, quien criticó a Chávez afirmando que es “un obsesivo. Genio para la política pero inepto para gobernar”. Quiroga también manifestó, desde un supuesto pedestal, que una de las claves del gobierno de Chávez era su estrategia de “simplificación reiterativa y machacona”, sumada a un privilegio “de las emociones por sobre las razones” en la forma de construcción de la Revolución Bolivariana.
Oportunidades y desafíos… para intentar borrar del mapa al ALBA
Estos ataques, a Venezuela, Cuba y el ALBA en general no llaman la atención. Sus “hacedores” tampoco, hay que decirlo. Sin embargo, en el contexto de luchas sociales en América Latina, constituyen verdaderos intentos de desestabilización comandados desde Washington, que se dan a sólo meses de una nueva elección presidencial en Venezuela.
Hace sólo algunos días atrás, en otra columna de opinión, intentaba dar cuenta sobre la “recaída” de Capriles Radonski en los sondeos y la búsqueda denodada de Vargas Llosa de aportar (al menos discursivamente) a la campaña del Gobernador de Miranda. Es que el intento desbocado de la derecha latinoamericana por forzar situaciones de cambio en Venezuela y Cuba choca contra los propios intentos de autodeterminación de dichos pueblos. Ni que hablar de Bolivia, donde el propio Quiroga (quien paradójicamente tilda de ineptos a otros mandatarios) sólo es recordado por gobernar contra los intereses de las grandes mayorías.
En ese marco político, y aún asumiendo la ventaja que presenta todo lo hecho por los países del ALBA –y en particular Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador- en materia social, es de una importancia mayúscula la defensa de un proceso continental que piensa horizontes emancipatorios en medio de la crisis mundial. En ese sentido, no podemos naturalizar que los alfiles de EEUU en el continente puedan tener –justamente- tanta “permisividad” para llamar “Dictadura” a cualquier proceso que se les escape de las manos e intente mantener márgenes de autonomía. Menos que menos, que nos llamen a “defender la libertad” intentando regalarle en bandeja todo lo conquistado al imperialismo norteamericano y sus secuaces.
Para finalizar, creo que hay que hacerle caso a Vargas Llosa en un punto. Efectivamente, tal como el dice, “es el momento en que todos los hombres y mujeres libres de América se solidaricen con Venezuela”. La defensa de la Revolución Bolivariana y su profundización, en este año crucial, será un espaldarazo del ALBA y de aquellos procesos de integración que privilegian la cooperación entre las sociedades, la autonomía frente al imperialismo, y “la mayor suma de felicidad” posible para sus habitantes, tal como alguna vez lo planteó Simón Bolívar.
El “márques” Vargas Llosa, anfitrión del evento, también aprovechó la ocasión para cargar (nuevamente) contra el gobierno de Hugo Chávez al afirmar que, con la candidatura de Henrique Capriles Radonski “Venezuela ve por fin una luz que crece al final del túnel. Es el momento en que todos los hombres y mujeres libres de América se solidaricen con Venezuela”. Luego elogió a los venezolanos “que con coraje mantienen viva la llama de la libertad”, ya que “no se han dejado intimidar ni abatir por el acoso y vejámenes que han padecido en defensa de la democracia”.
También fue de la partida Jorge “Tuto” Quiroga, ex presidente de Bolivia, quien criticó a Chávez afirmando que es “un obsesivo. Genio para la política pero inepto para gobernar”. Quiroga también manifestó, desde un supuesto pedestal, que una de las claves del gobierno de Chávez era su estrategia de “simplificación reiterativa y machacona”, sumada a un privilegio “de las emociones por sobre las razones” en la forma de construcción de la Revolución Bolivariana.
Oportunidades y desafíos… para intentar borrar del mapa al ALBA
Estos ataques, a Venezuela, Cuba y el ALBA en general no llaman la atención. Sus “hacedores” tampoco, hay que decirlo. Sin embargo, en el contexto de luchas sociales en América Latina, constituyen verdaderos intentos de desestabilización comandados desde Washington, que se dan a sólo meses de una nueva elección presidencial en Venezuela.
Hace sólo algunos días atrás, en otra columna de opinión, intentaba dar cuenta sobre la “recaída” de Capriles Radonski en los sondeos y la búsqueda denodada de Vargas Llosa de aportar (al menos discursivamente) a la campaña del Gobernador de Miranda. Es que el intento desbocado de la derecha latinoamericana por forzar situaciones de cambio en Venezuela y Cuba choca contra los propios intentos de autodeterminación de dichos pueblos. Ni que hablar de Bolivia, donde el propio Quiroga (quien paradójicamente tilda de ineptos a otros mandatarios) sólo es recordado por gobernar contra los intereses de las grandes mayorías.
En ese marco político, y aún asumiendo la ventaja que presenta todo lo hecho por los países del ALBA –y en particular Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador- en materia social, es de una importancia mayúscula la defensa de un proceso continental que piensa horizontes emancipatorios en medio de la crisis mundial. En ese sentido, no podemos naturalizar que los alfiles de EEUU en el continente puedan tener –justamente- tanta “permisividad” para llamar “Dictadura” a cualquier proceso que se les escape de las manos e intente mantener márgenes de autonomía. Menos que menos, que nos llamen a “defender la libertad” intentando regalarle en bandeja todo lo conquistado al imperialismo norteamericano y sus secuaces.
Para finalizar, creo que hay que hacerle caso a Vargas Llosa en un punto. Efectivamente, tal como el dice, “es el momento en que todos los hombres y mujeres libres de América se solidaricen con Venezuela”. La defensa de la Revolución Bolivariana y su profundización, en este año crucial, será un espaldarazo del ALBA y de aquellos procesos de integración que privilegian la cooperación entre las sociedades, la autonomía frente al imperialismo, y “la mayor suma de felicidad” posible para sus habitantes, tal como alguna vez lo planteó Simón Bolívar.
Mal que le pese al “marqués”, los salvavidas de plomo sólo hunden, y la Venezuela Bolivariana se fortalece de cara a las elecciones de Octubre.
Juan Manuel Karg. Licenciado en Ciencia Política - UBA
Juan Manuel Karg. Licenciado en Ciencia Política - UBA
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=146823
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