¿Los occidentales actuales cambiaron o son los mismos de la Inquisición y las Conquistas?
Rómulo Pardo Silva
Si los poderosos actuales fueran hombres renovados, estudiar la historia de sus antepasados no serviría para comprender el hoy y lo que harán mañana. Habría una ruptura con las conductas de sus abuelos gobernantes desde el siglo 16 y antes. Tendríamos tras ellos a los pueblos occidentales con una moral que les impediría cerrar los ojos al momento de recibir algún beneficio de las injusticias hechas a otros.
Si la respuesta es que los potentados no han cambiado, los libros centenarios de la memoria mostrarán que la barbarie aún pende sobre la humanidad pobre.
La propuesta es reflexionar si en estos días de novedades como Naciones Unidas, OTAN, FMI, Unión Europea, OEA, CEPAL, Derechos Humanos, Cruz Roja, UNESCO, CNN, BBC, BRICS, Democracia electoral, Tribunal Penal Internacional, Nobel de la Paz, comercio global, explosión científico-técnica… es imposible que ocurran otra vez las tragedias que aunque se ocultan permanecen como un recuerdo objetivo.
Los continentes del sur vieron genocidios, saqueos, violaciones, mutilaciones culturales y religiosas, esclavizaciones. ¿Eso ya es pasado para siempre y no se repetirá?
¿Nunca más los occidentales serán privilegiados con consumos mientras hay una pobreza colonial que lleva a la muerte de hambre en África, Centroamérica, México, sur de Asia…?
¿Nunca más los propietarios globales instigarán una tercera guerra mundial buscando riquezas renunciando a lanzar bombas atómicas sobre ciudades?
¿Nunca más se quemará personas en hogueras, ni con fósforo blanco o napalm?
¿Nunca más se impondrá en los otros continentes el totalitarismo occidental de idiomas, religiones, ideas políticas o se manejará la información?
¿Nunca más se crearán caciques, periodistas, soldados locales para que sirvan a los invasores extranjeros a cambio de vidas más cómodas?
¿Nunca más se hará desaparecer familias enteras, se aplicará tormentos medievales o se detendrá indefinidamente sin juicio?
Si se concluye que existe un mundo de mandatarios de nuevo tipo es posible distenderse en la certeza que la seguridad reinará de hoy hacia adelante.
De resultar que la sociedad no ha cambiado en siglos y los discursos diarios del sistema son falsos como lo fueron el amor al prójimo y la libertad, igualdad, fraternidad, hay que actuar para impedir una próxima conquista de la naturaleza y el hombre, ahora total.
Después de mirar en Irak, Afganistán, Yugoeslavia, El Congo, Libia, se puede sospechar que ellos son los mismos de hace mil años. Que quieren repetir los días terribles ya no tanto por oro sino por petróleo, coltan, minerales raros, poder, agua, tierras de cultivo, caladeros.
En este caso la historia debe ser cambiada de raíz desde el sur y por primera vez plantar la solidaridad sostenible sin la presencia de magnates y militares nietos de banqueros, negreros, descubridores, predicadores.
Contacto romulo.pardo@gmail.com
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