Portada de antigua versión de Revista Libre Pensamiento

martes, 15 de noviembre de 2011

¿EDUCACIÓN POPULAR EN LA UNIVERSIDAD? Mito y realidad

¿EDUCACIÓN POPULAR EN LA UNIVERSIDAD? Mito y realidad*

Nydia González


*Conferencia de apertura impartida por la educadora popular Nydia González de Cuba, Presidenta Honoraria del CEAAL en el 1er. Foro Internacional Sobre Práctica Docente Universitaria: Inclusión Social y Tecnologías de Información y Comunicación, realizado del 3 al 5 de octubre en la Universidad Federal de Uberlandia, Mato Grosso, Brasil. 2/2


 Una pequeña búsqueda sobre cuáles son estos mitos o prejuicios sitúan como interesantes elementos de estudios los siguientes:


- El carácter colonial y de neocolonial de nuestros países, sembró una visión eurocentrista que condicionó como superiores las ideas venidas de Europa, y como la Educación Popular tiene su carta de ciudadanía en Brasil, por tanto es latinoamericana; puede recibir, como rezago, cierta subestimación.


- El hecho de que Paulo Freire fuera un cristiano de izquierda con una buena formación marxista, creó prejuicios tanto en los comunistas como en los capitalistas. Por ejemplo, la primera obra de Freire, Educación como práctica de la libertad, fue analizada por algunos sectores comunistas de Brasil como un libro hegeliano, idealista, y eso hizo que se generalizara la idea de que Paulo Freire es un idealista, creyente no confiable para la izquierda.

 
Tal vez, en esa obra no se aprecie la posición no idealista de Freire, pero por ese prejuicio, muchos educadores revolucionarios jamás se leyeron Pedagogía del Oprimido que es la obra cumbre y que demuestra fehacientemente la posición dialéctica, comprometida y nada idealista del maestro.


Por otra parte, para los enemigos del comunismo, tampoco resulta confiable un educador que reconoce la dialéctica, que identifica las relaciones de poder como lucha entre opresores y oprimidos y que insta y promueve la construcción de un mundo donde sea menos difícil amar.  Lo consideran subversivo.


- Y no hay porqué negar el carácter subversivo de la Educación Popular.


Es cierto que es una metodología esencialmente política, que pretende que la gente tenga toda libertad de sueños y canales para expresar sus sueños y que además participen en los esfuerzos organizativos que exige hacer realidad esos sueños. Y eso genera miedos y temores, miedo en los capitalistas que piensan en la amenaza de sus capitales, pero también miedos en dirigentes sindicales, en funcionarios que avizoran dificultades para mantener sometidos al grupo que dirigen y en profesores que evidencian como la mayor catástrofe un grupo cuestionador, que interpele y discrepe, y  que en algún momento puede formular la pregunta para la cual no tenemos respuesta. ¿No es esa la mayor pesadilla de un profesor, equivocarse o no saber qué responder?


Claro que nos puede quitar el sueño, porque nos hemos llegado a creer que tenemos que tener respuestas para todas las preguntas. Porque queremos vivir un proceso de aprendizaje, sin errores, sin dudas, sin confrontación, por tanto un proceso privado de esas "utilísimas semillas" como llamara Martí al error.
 
 
- Los prejuicios en la investigación están muy marcados por los paradigmas que han antecedido al enfoque o modelo socio-crítico. Cuesta trabajo que se entienda la necesidad de considerar y valorar opiniones de personas no expertas, el valor de lo subjetivo, el desplazamiento de lo estadístico por la valoración cualitativa, la necesidad de la articulación de puntos de vistas y enfoques disciplinarios, el surgimiento de nuevas técnicas para la promoción de las reflexiones, por ello le han apreciado un matiz de falta de rigurosidad, falta de seriedad académica, que ha pesado por muchos años en la conciencia de los investigadores sociales. Por años fueron rechazadas por los tribunales de grado, las tesis que se fundamentaban en tales paradigmas.
 
 
- El prejuicio de falta de rigor científico ha pesado mucho en la decisión de aceptación de la teoría freireana por parte de los educadores y en especial de los profesores universitarios. Nosotros tenemos una herencia del hacer docente de muchos siglos, que ha conformado una visión de la clase, del aula, del profesor y de su papel, esa visión de pronto es confrontada con otra manera de hacer más desenfadada, bulliciosa, democrática, con nuevas herramientas y nueva lógica, incluso provocadora de conductas vetadas por mucho tiempo como es la risa, el juego, la creación artística (pintura, teatro, etc.).  Es tan diferente, que resulta frecuente que la califiquen como poco rigurosa.
 
 
- El colocar las técnicas participativas como un elemento dinamizador de los procesos docentes, ha sido el elemento más atrayente según el alumnado y más cuestionado por parte del profesorado. También es cierto que no siempre han sido utilizadas con la eficiencia y mesura que debían. Pueden existir ejemplos de abuso y mal uso de las técnicas, incluso de fenómenos de dinamiquerismo y eso, justamente, también ha dado lugar a prejuicios que califican la Educación Popular como poco seria y hasta irrespetuosa.


- Han sido tan identificadas las técnicas participativas como elementos de la práctica de la educación popular, que muchos reducen esta concepción, al uso de las técnicas y si bien en la teoría de Freire no hay ningún asomo de confusión, los que no han leído a Freire, suelen errar dándoles un papel más allá que el que les corresponde como herramientas provocadoras de reflexión o de animación.


- Y llegamos a un punto, en el que quiero hacer énfasis. Y es el hecho de que un gran por ciento de los educadores no han leído las obras de Paulo Freire (me refiero a Cuba pero, quien quita que también aquí).  Conocen su pensamiento a través de la interpretación de otros profesores, o han leído algún texto aislado, pero no han querido o no han podido estudiar textos medulares donde el maestro Freire, desarrolla su concepción totalizadora en todas sus dimensiones. Estoy pensando por ejemplo en la Pedagogía del Oprimido o de la Esperanza. En nuestro país es sumamente difícil, no están a la venta los textos de Freire traducidos al español y tienes que estudiarlo en bibliotecas. De ahí que el esfuerzo fundamental ahora esté dirigido a editar sus obras y ponerla al alcance de los jóvenes maestros. Creo que es indispensable que los profesores, educadores de todos los niveles de enseñanza estudien la obra de Freire, que se instrumente como contenido en los cursos de Pedagogía y en la enseñanza postgraduada.
 
 
- Un buen ejercicio de comprobación de la necesidad apuntada anteriormente pudiera ser revisar el contenido del cuarto nivel de la enseñanza superior (la enseñanza postgraduada), tal vez se sorprenderían de cuán pocos cursos hay sobre Paulo Freire, sobre la IAP; de la poca cantidad de tesis de grado que investiguen el pensamiento del maestro; o de la falta de mención a sus ideas en temas cuya referencia resulta ineludible.
 
 
- Otros prejuicios tienen un por ciento de veracidad, por ejemplo, el hecho de con la exposición o explicación el contenido se traslada con mayor brevedad, es cierto; construir o reconstruir un saber lleva más tiempo que escucharlo, pero lo que habría que preguntarse  (es) cuál lleva más tiempo en olvidarse y tal vez estaríamos teniendo la respuesta de porqué son tan efímeros los conocimientos que extrae un estudiante de los recintos universitarios. Por tanto, ganar en eficiencia cognoscitiva es también una meta a alcanzar con la Educación Popular.


La lógica que utiliza la Educación Popular puede equivocadamente influir también en este prejuicio de poca rigurosidad, pues el proceso educativo en lugar de partir de la teoría parte de la práctica del estudiante, del diagnóstico o recreación de esa práctica y a partir de ella es que se construye el conocimiento teórico, para culminar  con un nuevo ascenso:  la proyección mejorada de esa práctica.


Proceso bien sustentado epistemológicamente, pero al aplicarse puede sufrir errores como es la insuficiente construcción teórica, o la poca profundización del contenido y por ello las propuestas de transformación de la práctica que emanan del colectivo de alumnos son poco confiables; de ahí que la práctica educativa deficiente, también ha colocado su sello ignominioso sobre la Educación Popular.
 
 
- Otros prejuicios devienen de proceso histórico en que surge la Educación Popular, muchos la consideran un buen método para ALFABETIZAR, por tanto, en este nivel, no hay razón ni siquiera para revisarla; otros reducen la Educación Popular a los objetivos de la Educación de Adultos, pero incluso no para los procesos formales sino para el trabajo con los adultos en las comunidades. Y es cierto que es ahí donde se acumulan las mayores experiencias debido a que ha sido ese espacio el menos disputado por las teorías pedagógicas y por ende ha sido el que con más facilidad hemos logrado penetrar.


- No menos importante resultan las barreras que se crean al dar como inamovibles algunas estructuras en la enseñanza formal, esto hace que se desestime cualquier alternativa que implique el cambio de estructuras, aún antes de analizarse su posible adaptación. Recuerdo un video donde Paulo Freire decía que (...) sabía que con esa estructura es difícil participar, pero de lo que se trata es de cambiar la estructura.


Tan difícil resulta esto que creo que es la barrera más alta, y muchos opinan que la Educación Popular no está presente en la educación formal porque habría que eliminar la idea de plan de estudios por disciplina, horarios curricular, concepciones evaluativas, etc. etc.


Conozco de varias experiencias en escuelas primarias, algunas más logradas que otras, y en el nivel universitario, tuve el privilegio de dirigir el cambio curricular en la enseñanza posgraduada de un centro universitario y en estos últimos años, exploro la adaptación de la Educación Popular en los cursos a distancia con apoyo digitalizado, algunos con bastante éxito. No me alcanzaron las fuerzas para el cambio en la enseñanza de pregrado, aunque se avanzó en la adaptación de ciertos principios, que sí tienen cabida dentro de las estructuras establecidas.


Creo que tal vez en este colectivo se identifiquen nuevos mitos o prejuicios y seguramente encontrará nuevas salidas, para lograr la instrumentación de un cambio que nos acerque más a la universidad de nuestros sueños.


No podemos olvidar que Freire nos decía que "todo cambio tiene que venir de fuera, pero no puede dejar de salir de adentro" , es decir que su teoría puede enriquecernos pero que se requiere interpretarla, recrearla, adaptarla no adoptarla, y ese trabajo no puede encargarse, hay que crearlo y nos tienen que dejar hacerlo.

 
Por eso, considero que para lograr tener la Educación Popular en nuestras universidades no basta QUERER, hay que  SABER Y  también hay que PODER.


- Primero hay que soñar el cambio, implicarse y comprometerse, porque sólo enamorados de una idea puede enfrentarse y superarse las dificultades, incomprensiones y desilusiones que un proceso de cambio puede deparar. Un cantautor cubano dice "que sólo el amor engendra la maravilla" y les aseguro que vale la pena luchar por la maravilla, no sólo por los resultados, sino por las satisfacciones y los aprendizajes que genera el proceso.


En cuanto a la preparación para ustedes será un poquito más fácil, tienen la obra de Freire al alcance de la mano y pueden investigar y profundizar en ella, para que les permita la recreación, en la tranquilidad de que como portadores de una herencia pedagógica secular, tendremos incoherencias, pero que es luchando por alcanzar la coherencia que avanzaremos en pos de lo justo y lo nuevo.


No olviden compartir con nosotros sus hallazgos, que les prometemos estudiarlos, y divulgarlos a través de nuestra Red de organizaciones de Educación Popular que ustedes conocen como CEAAL, y trataremos de acompañarlos en esta aventura necesaria y apasionante de cambiar el mundo.


Y por último hay que concientizar a las autoridades para que permitan y animen las prácticas de experimentación primero y de cambio después. Trabajar con denuedo pero con cuidado, para que los pequeños errores vayan siendo detectados a tiempo y alimenten nuestra teoría y mejoren nuestras prácticas, pero seguros de que en un "mundo con tantas dificultades, con tanta hegemonía del sistema capitalista deshumano; cada vez más tenemos que hacer de la educación, un proyecto de educación del sentido de la subjetividad humana, un proyecto verdaderamente espiritual, sin abrir manos de la laicidad de nuestras instituciones, espiritual en un sentido humanista, espiritual en un sentido como decía el profesor Newton Santos de Brasil, de centrarse no en los valores finitos, sino en los valores infinitos: la laboriosidad, la generosidad, la ética la transparencia, la apertura al prójimo, a la naturaleza, a la trascendencia y que cada vez más logremos abrirnos a esta dimensión de que es posible sí, otro mundo distinto de éste de desigualdad, de exclusión, de consumismo, un mundo en que la gente viva con dignidad (Frei Betto, conferencia en el Congreso de Universidad 2010).


Claro que la tarea es grande, e importante, es por ello que vale la pena dedicarle la vida, y pienso como Martí, que "Hoy con la colosal afluencia de hombres inteligentes y ansiosos en todos los caminos de la vida, quien quiera vivir no puede sentarse a descansar y dejar en reposo una hora solo el bordón del viaje: que cuando lo quiere levantar y tomar la ruta de nuevo, ya el bordón es roca. Nunca, nunca fue más grande ni más pintoresco el universo. Sólo que cuesta trabajo entenderlo y ponerse a su nivel: por lo que muchos prefieren decir de él mal, y desvanecerse en quejas. Trabajar es mejor y procurar comprender la maravilla y ayudar a acabarla"((José Martí, “Trabajo Manual en las Escuelas†Ideario Pedagógico, p.112).


RM

http://colarebo.wordpress.com/2011/11/15/%C2%BFeducacion-popular-en-la-universidad-mito-y-realidad/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Vistas de página en total