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martes, 25 de octubre de 2011

Organizarse y luchar después de las elecciones

Organizarse y luchar después de las elecciones
Fernando Buen Abad Domínguez


El triunfo electoral de Cristina Fernández es un gran NO a la derecha y un gran Si a la profundización de las políticas comprometidas con saldar deudas sociales históricas. El triunfo de Cristina Fernández exige, más que nunca, la organización y la movilización de la clase trabajadora. Se abren oportunidades excepcionales que no sobrevivirán sin la participación decidida del movimiento obrero. Hay planes de corto y largo plazo que descansarán en los hombros delos trabajadores. Hay tareas pendientes y desafíos nuevos que no se moverán sin el concurso de los trabajadores y hay exigencias profundas que de ninguna manera serán resueltas sin la fuerza y talento de los trabajadores. Todo lo que se piensa y propone para el desarrollo del país dependerá de las condiciones de capacitación, bienestar, justicia social y estado de ánimo de que gocen los trabajadores. En última, y primera instancia, único sector en el que puede confiar Cristina para cumplir las tareas que le manda su pueblo.


Al derrotar a la derecha en estas elecciones Cristina puede ayudar a organizar a la izquierda del movimiento obrero, facilitar las condiciones generales hacia su democratización efectiva y segura porque es en el período que se inicia la mejor fuerza con que cuenta para las tareas más apremiantes. Cristina logra con su nuevo triunfo electoral mantener las conquistas conseguidas gracias a un voto político consciente. La derecha recibe ha recibido un golpe contundente que esclarece el panorama y reacomoda las prioridades.


En las urnas el voto por Cristina contiene cantidad y calidad. Los votantes entienden que se juega el futuro y que la peor amenaza de ese futuro es la derecha patronal que quiere volver atrás el reloj de la historia. El triunfo de Cristina es refrendo de la confianza por un camino con un contexto internacional que no acepta más medidas neoliberales.


En el triunfo de Cristina expresa con números que, hoy por hoy, no hay lugar para opositores retrógrados y golpistas. El triunfo de Cristina es reflejo de una búsqueda social que el pueblo argentino expresa de manera activa contra los aparatos de la derecha y sus más rancios, parásitos y fascistas burgueses. Sin creer que es lo ''perfecto'' es, sí, un cambio fundamental.


Cristina gana estas elecciones porque plantea ''ir por más'' y eso es anhelo y apuesta de una mayoría que, en ningún sentido, se conformará sólo con lo logrado hasta hoy. Para eso cuenta con un apoyo formidable en cantidad de votos y en calidad de votos. Votos de trabajadores, de sectores populares,  de jóvenes y de estudiantes, que demandan profundizar un programa -sobre la base de las medidas históricas que ha tomado Cristina en materia de ''Asignación Universal por Hijo'', en aumentos salariales a jubilados, en la re-estatización de las AFJP, de la Línea aérea Aerolíneas, de la empresa que Menem privatizó Aguas Argentinas (hoy AYSA), de la apertura de las discusiones paritarias para acuerdos salariales en las empresas , del ''matrimonio igualitario'' y el respeto por las preferencias de género, de la Ley de Medios Audiovisuales, de la política de Derechos Humanos... en fin de todos esos logos enraizados en luchas históricas.



El triunfo de Cristina tiene el mandato de organizarse, luchar para defender lo conquistado y avanzar. Contiene el mandato de completar el trabajo iniciado y privilegiar a la clase trabajadora profundizando medidas progresivas y democráticas urgentes. Contiene el mandato de atender las necesidades más urgentes de la clase obrera que no sólo rechazó a la derecha y se agrupó alrededor del gobierno e de Cristina sino que se ofrece como garante y fuerza indispensable en los planes venideros. Votó por Cristina la mayoría de los trabajadores y de la juventud que no desean permanecer al margen de los cambios. Votó por Cristina la mejor fuerza, las más necesaria, la fundamental si se trata de hablar de un futuro mejor para Argentina.


El triunfo de Cristina contiene el mandato de avanzar, avanzar y avanzar. Hacia la estatización, con control obrero, de todas las grandes empresas del país y de servicios estratégicos; terminar con los subsidios y rescates de bancos, empresas y financieras... Impulsar un plan de obras públicas y de viviendas de calidad; impulsar una ley de tierras, que acabe con los latifundios; garantizar un plan de salud universal, gratuita y de calidad sin las ''prepagas''; profundizar las medidas hechas en educación: terminar con aparatos clientelares de los partidos, los punteros, y las mafias de municipios, localidades y provincias. Mandato, en suma por la depuración integral y completa democratización de la sociedad en todos sus espacios y representaciones. Está en juego el futuro lo dice cada voto que le dio el triunfo a Cristina. Ni más ni menos.
Fernando Buen Abad Domínguez

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